Cayó en Tandil un gitano acusado de cometer una cuantiosa estafa en Azul

Usaba un teléfono con característica de Olavarría.


Fuente y foto: Diario El Tiempo

Considerado el autor de una cuantiosa estafa que en septiembre pasado tuvo como damnificados en Azul a los propietarios de un comercio de venta de sanitarios, accesorios y repuestos, un joven se encuentra detenido.

Por los hechos que le imputan se negó a declarar cuando el lunes había sido trasladado a sede judicial para ser indagado.

La medida cautelar para el acusado había sido ordenada el 23 de octubre y el último sábado agentes de la Sub DDI Tandil pudieron hacerla efectiva en esa vecina ciudad serrana, lugar donde el investigado «se encontraba oculto».

Perteneciente a la comunidad gitana y con actual domicilio en Laprida, el investigado fue identificado por voceros judiciales y policiales como Horacio Nicolás Traico.

De 26 años de edad, a la espera de que en el marco de esa causa penal que lo involucra se consiga un cupo para su traslado a una cárcel de la zona hasta ayer continuaba en la sede de la DDI Azul.

A través de tareas de campo y análisis de cámaras de seguridad en Azul y en Tandil, los efectivos pertenecientes a la seccional policial situada sobre la calle Belgrano de la ciudad de Azul habían podido ubicar a Traico en la vecina localidad serrana, donde finalmente este sábado que pasó en horas de la tarde fue hallado en la vía pública y resultó arrestado, teniendo en cuenta esa orden de detención que estaba vigente para él desde días antes.

Durante ese procedimiento, además, policías incautaron en su poder un teléfono celular.

Adrián Peiretti, el fiscal titular de la UFI 13 con sede en el Palacio de Justicia de Azul, tiene a su cargo la instrucción de la causa por la que, contando con diferentes evidencias reunidas en esa investigación, había solicitado la detención del joven acusado de la comisión de las referidas estafas.

A ese pedido dio lugar Federico Barberena desde el Juzgado de Garantías 2, el magistrado que entiende en lo que continúa siendo la tramitación del sumario penal por el que Horacio Nicolás Traico ahora se encuentra privado de su libertad, tras lo que fue hace cuatro días su arresto en Tandil.

Cuantiosa estafa

La denuncia que formulara el pasado 18 de septiembre uno de los propietarios de «Blanco y Castro», el comercio situado sobre Avenida 25 de Mayo entre Perón y Olavarría, había derivado en el inicio de la instrucción de la causa penal por la que Horacio Nicolás Traico ahora está detenido.

Dos hechos definidos como estafa y considerados como cometidos «en concurso real de acciones» son los que le imputan al joven perteneciente a la comunidad gitana, los delitos por los cuales anteayer había optado por no declarar cuando fue llevado a los tribunales de Azul para ser indagado a tenor de lo que establece el artículo 308 del CPP.

A través de lo investigado ha podido establecerse que el pasado 16 de septiembre en horas de la tarde Traico se hizo presente por primera vez en el mencionado local comercial para adquirir varios artículos porque -según dijo a quienes después resultarían damnificados por lo ocurrido- estaba construyendo unos departamentos en Azul.

Aquel día lunes, el ahora detenido llegó hasta ese negocio acompañado por otro varón que aún no ha podido ser hallado. Y «actuando en connivencia entre sí -según se señala en las actuaciones penales- con el propósito de defraudar patrimonialmente» a los propietarios de «Blanco y Castro» ambos adquirieron varios artículos.

Para eso, Traico brindó una falsa identidad y «acordó» con uno de los dueños del local «la compraventa de sanitarios varios por la suma total de cuatro millones trescientos mil pesos», se describe en las actuaciones penales.

Ese 16 de septiembre pasado, instantes después, la totalidad de los artículos fueron entregados al ahora detenido en un inmueble situado sobre la Avenida Mitre en Azul que temporalmente alquilaba.

Aquella primera compra que hizo, pudo determinarse también, la pagó de manera diferida con un cheque trucho perteneciente a una cuenta del Banco de Santa Fe.

Pero como esa maniobra de defraudación patrimonial recién pudo ser advertida por los comerciantes damnificados dos días más tarde, el pasado 17 de septiembre Traico regresó nuevamente a «Blanco y Castro» para cometer otra estafa a través de la adquisición de más artículos.

Aquel martes, también durante la tarde, el ahora detenido compró «sanitarios varios, bachas, termotanques, un espejo y una grifería por un total de seis millones seiscientos mil pesos».

Pero a diferencia de lo sucedido un día antes, que le remitieron lo que había comprado a ese inmueble situado sobre la Avenida Mitre que temporalmente alquilaba, a todos esos artículos mencionados el investigado se los llevó en una camioneta Chevrolet S 10 en la que se movilizaba.

Ese vehículo, según se constataría posteriormente, registra un impedimento legal para circular, por lo que en el marco de la instrucción de esta causa penal también se dispuso hallar e incautar; a través de una orden de secuestro que todavía está vigente, teniendo en cuenta que los investigadores no han podido localizarlo hasta el momento.

En esa segunda ocasión que concurrió a «Blanco y Castro», Traico pagó los artículos entregando dos cheques más: uno por la suma de 2.800.000 pesos y el otro por un valor de 3.800.000 pesos.

Además, el cartular que había utilizado para defraudar un día antes a los dueños del comercio local lo reemplazó por otro, ya que tenía «faltas de ortografía», según se refiere en la causa.

Todos esos cheques truchos tenían como denominador común que pertenecían a esa mencionada cuenta del Banco de Santa Fe y que estaban a nombre de un sujeto que tiempo antes había radicado una denuncia, por lo cual estaban fuera de circulación y eran de procedencia ilícita.

De esa manera, a través de lo sostenido desde la Acusación y lo avalado por el Juez de Garantías que ordenara el mes anterior la detención del investigado, Traico sabía que cuando esos cheques fueran presentados al cobro «serían rechazados por orden de no pagar», concretando de esa manera el imputado la defraudación patrimonial contra los propietarios del comercio local.

A través de una intervención telefónica, considerando que el acusado había dejado un número de celular con característica de Olavarría cuando cometió en «Blanco y Castro» estas dos estafas, efectivos policiales pudieron localizar a Traico en Tandil, resultando detenido en horas de la tarde del sábado pasado.

De fundamental importancia para el esclarecimiento de este hecho fueron los registros de cámaras de seguridad. Tanto las pertenecientes al Centro de Monitoreo con sede en Azul como las del que está en Tandil.

A través de esas filmaciones fue posible establecer que el encausado, tras adquirir de manera ilegal los artículos en «Blanco y Castro», se dirigió hacia la vecina ciudad serrana.

El dato

De acuerdo con datos colectados por los investigadores, no se descarta que el joven que ahora está detenido haya cometido en otras ciudades bonaerenses más estafas similares a la ocurrida en Azul en septiembre pasado, considerando que era habitual que se desplazara por diferentes localidades junto con su grupo familiar, dedicándose también a la compra y venta de vehículos automotores de dudosa procedencia.

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