Tandil: Trabajadores de Loimar no pudieron ingresar a la fábrica y se mantienen en alerta
El nuevo año no comenzó con buenas noticias para los empleados de la fábrica de cerámicos y ladrillos Loimar.
Fuente y foto: El Eco
Tras la conciliación obligatoria que se venció el pasado lunes, el Ministerio de Trabajo de la Nación decidió mantener el status quo para propiciar la negociación entre las partes y convocar a una reunión el próximo martes en Capital Federal.
Bajo el arbitrio de la cartera ministerial, las condiciones deberían seguir como hasta entonces, pero esta mañana, cuando los operarios se dispusieron a entrar a la planta ubicada en el camino a la Base Aérea, el personal de seguridad no los dejó pasar porque tenían expresas órdenes de no permitir ningún ingreso al predio.
Los delegados de la Federación Obrera Ceramista de la República Argentina (Focra) se hicieron presentes en el lugar y radicaron la denuncia ante el Ministerio de Trabajo bonaerense, cuyos agentes se apersonaron para constatar la situación.
Los trabajadores realizarán esta jornada una asamblea en el exterior de Loimar para decidir los pasos a seguir, y no descartan iniciar una medida de fuerza que incluya cortes de ruta, frente a lo que consideran una “provocación” del empresariado.
Según manifestaron, se han atenido siempre a lo dispuesto por los organismos ministeriales, pero no hay voluntad de la contraparte para resolver el problema. Vale reseñar que en este momento, los 81 obreros se consideran despedidos por el cese de la producción en la planta.
Los operarios mantienen firme su postura de que se garanticen todas las fuentes laborales, pese a que desde la patronal han manifestado su intención de seguir adelante con los despidos.
Además, insisten con que se abonen los salarios y aguinaldos adeudados a la fecha. La semana pasada se realizó un pago por debajo del mínimo global garantizado, pero aún reclaman dos quincenas, medio aguinaldo y el reajuste de paritarias de 2018.
Cronología del conflicto
El conflicto se encuentra empantanado desde hace más de dos meses -cuando se produjeron los despidos y suspensiones- y todavía no ha arribado a ningún resultado definitorio.
En el tiempo transcurrido desde que se enviaron los telegramas de despido y suspensión, a mediados de octubre, debieron intervenir las autoridades del Ministerio de Trabajo bonaerense, de la dependencia laboral nacional y hubo una medida de fuerza llevada adelante por los obreros, que levantaron un campamento en el acceso a la fábrica para rechazar la decisión de la patronal de reducir el personal ante la caída de las ventas y otras cuestiones.
La mediación de los agentes gubernamentales postergó cualquier otra iniciativa y acción por parte de los empleados, renovando las expectativas de revertir el complejo escenario. Si bien los plazos están caducos, se prolongó la intervención ministerial tras la última audiencia –que resultó estéril- con el objetivo de acercar a las partes para negociar.
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