Los Bataraces llevaron el proyecto “Encestando una sonrisa” a la Unidad 2

Este lunes por la tarde los jugadores del equipo de básquet de la Liga
Argentina del Club Estudiantes acompañados por el director técnico
Gustavo Fernández y su asistente Marcelo Macías, visitaron la Unidad
Penitenciaria N° 2 de Sierra Chica.

El evento se realizó en el marco del proyecto “Encestando una Sonrisa”,
que lleva adelante la institución albinegra desde 2014 y consiste en
asumir un compromiso social con diferentes instituciones locales con
carencias y necesidades.

A través de Juan Mondragón se gestó el contacto entre ambas instituciones, dado que es agente penitenciario, Vicepresidente de Club Estudiantes y miembro de la subcomisión de básquet. A ello se sumó el impulso que desde la Jefatura de Unidad se da a este tipo de eventos y el deseo del entrenador de que sus jugadores pudieran tener la vivencia de jugar en la cárcel tal y como él lo hizo hace 20 años llevando la camiseta del club.
“Este año retomamos este Proyecto por un interés dirigencial, que
consiste en llevar adelante actividades donde podamos llevar un pequeño
buen momento a diferentes instituciones”, destacó Macías, quien además
de ser asistente técnico del Bata lo fue en Peñarol de Mar del Plata y
entrenador jefe de la Unión de Colón.

El Bata está ratificando en este comienzo de temporada su condición de
equipo grande de la categoría, va punteando la zona centro sur de la
liga argentina de básquet y se clasificó para el Super 4 de la Liga cuyo
ganador clasifica para un campeonato sudamericano.
A las tres de la tarde del lunes, la cancha de básquet de la Unidad 2
recibió a los jugadores con la Jefatura de la Unidad a pleno y los
quince internos que participan del Taller de la disciplina que lleva
adelante el Profesor del CEF N° 100, Héctor Burghini, con ansias de
disfrutar básquet del bueno.

“Para nadie es grato estar en la cárcel -mencionó Fernández- luego de mi
experiencia pensé que sería bueno para los jugadores la posibilidad de
vivirla porque creo que es muy positivo, te abre la cabeza, te sitúa en
un montón de cosas personales y estructurales que hacen que uno entienda el contexto donde vive y donde está. Siempre es un tema muy sensible y cada vez que salís de la cárcel salís con muchas cosas en la cabeza”.

Luego de las presentaciones, “los jugadores fueron a la acción, al juego y se encontraron con la interacción con los presos que genera una
adrenalina, una tensión especial y finalmente lograron un entendimiento
de lo que estaba pasando y de lo que ellos estaban viviendo, eso es muy
clarificador y movilizador, comentó el entrenador.

Además del partido que jugaron, los visitantes tuvieron la oportunidad
de recorrer la cárcel y compartir tiempo con los agentes penitenciarios
que les contaron acerca del trabajo que diariamente desarrollan.
“Tuvimos la suerte de tener una charla con los agentes que nos
explicaron maravillosamente cómo trabajan y cómo están intentando llevar una contención a los detenidos, me pareció oportuno que nuestros
jugadores lo supieran porque el Servicio Penitenciario es una entidad
que muchas veces no es valorada como se debe. Me pareció apropiado que
los agentes les hicieran una revisión del trabajo y del porqué de las
cosas son como son en este lugar”, mencionó.

Para los bataraces “el balance de la vista es netamente positivo y
nuestra intención es volver, sabemos que la visita les hace muy bien a
los internos y eso lo dejaron en claro ellos mismos y el personal.A
través del deporte el vínculo mucho más sencillo y agradable, nosotros
lo pasamos muy bien, nos vamos reconfortados y esperamos que los chicos
también”, finalizó Fernández.

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