Olivia Orsatti: del periodismo de agenda a la comunicación institucional FIO


El 7 de junio de 1810 Mariano Moreno publicaba el primer número de la Gazeta de Buenos Ayres, inaugurando así la presencia del periodismo criollo. En 1939, el Congreso Nacional de periodistas decidió instalar aquella fecha como el Día del periodista, para honrar a quienes ejercen la profesión en el país.
En la FIO, Olivia Orsatti exhibe ya un extenso recorrido en la comunicación institucional. Su espíritu inquieto y su capacidad para vincularse la han convertido en una referente de la dinámica cotidiana.
Periodista por alma y por formación, cambia los roles y es ahora ella quien responde a las preguntas.

¿Cómo se da tu llegada a la Facultad de Ingeniería?

En marzo del 2014 se abrió una Beca para hacer tareas de comunicación en el Área, y me presenté. Yo estaba trabajando en Infoeme, y terminando mi formación en la Licenciatura en Comunicación Social. Al principio eran unas horas acá en Ingeniería.

¿Completaste tu formación académica?

Sí. Infoeme cambió de firma, y yo la Licenciatura la terminé ahora, 15 años después de haber arrancado. Y en medio de esto estudié la carrera de Periodismo, siempre en la Facultad de Ciencias Sociales de la UNICEN, desde 2016 al 2020.

Venías de una formación académica en ciencias sociales y de trabajar en el ámbito privado. ¿Cuáles fueron tus primeras sensaciones al llegar a la Facultad de Ingeniería?

Yo no conocía nada del circuito académico y científico, eso lo conocí acá. Cuando hago mi trabajo final en Periodismo lo oriento en Periodismo científico porque me serví de la experiencia recogida acá. Pero al llegar desconocía totalmente cómo funcionaban los núcleos de investigación, cómo el CONICET trabaja con las universidades nacionales. No sabía qué hacían los docentes, para mí eran solo docentes, no sabía que se desarrollaban en investigación, por ejemplo. Y es lo que pasa acá, los tenés en el laboratorio. Eso es algo que no se ve. Si nadie lo comunica no se ve. Entonces fue empezar a conocer cómo funciona la dinámica de construcción del conocimiento científico en una universidad pública.

Y ahora que te has convertido en una agente más de la FIO, ¿cómo percibís la institución hoy?

Creo que es una de las pocas unidades académicas que tiene un equipo de comunicación sólido con proyecciones en el tiempo. Se maneja con planificaciones estratégicas, hay una línea comunicacional que se sigue. Para mí está muy bien. Tenemos equipamiento, cámara, grabadores, producimos comunicación audiovisual, colaboraciones en radio, redes. Creo que hoy estamos muy a la altura de cualquier equipo de comunicación en otra institución.

Llegabas desde el periodismo independiente y de pronto pasaste a moverte dentro de la comunicación institucional. ¿Qué cosas cambiaron en tu dinámica laboral?

En principio cambia completamente la agenda. En el periodismo la agenda te la marca lo que va sucediendo en el día a día, en la agenda pública, en lo que le sucede a las personas en la realidad diaria. Juega lo impredecible de las cuestiones sociales, políticas que surgen, y te cambian el panorama de una hora para otra. Fijate que aparece un nieto en Olavarría y automáticamente la agenda del día cambió por completo, y por las próximas semanas. En cambio la comunicación institucional es muchísimo más proyectable, porque uno sale a colectar la información acerca de qué se está trabajando institucionalmente. En el periodismo del llano las personas necesitan del periodismo para difundir sus problemáticas, y acá en realidad la comunicación institucional es un plus como institución pero no es un requisito. De hecho, hay unidades académicas que funcionan sin comunicación institucional. En ese panorama, la gente es más reacia a comunicar lo que hace porque ni siquiera es requisito de sus puestos laborales. Los agentes universitarios, los científicos, no cobran por comunicar ciencia: cobran por construirla. Eso es lo más difícil, que te cuenten lo que hacen.

Tu actividad te permite intercambiar mucho con la gente, meterte en los rincones de la institución. ¿Recordás algún momento especialmente?

En una época, ni bien entré a trabajar en 2014, la gestión había organizado jornadas que tenían que ver con reforzar los vínculos entre docentes y nodocentes. La FIO siempre tuvo mucho de esto de las jornadas internas, contar lo que hace el otro. Eso me parece que es una dinámica que está muy piola y recuerdo que me llamó la atención, no lo había visto en otro lado. Se taraba de la sociabilización de las cuestiones que hay hacia el interior. Después nosotros como Área nos ocuparemos de ver cómo se clasifica eso, que queda circulando al interior y qué para afuera. Eso me pareció bueno porque es un grupo grande de gente, trabajamos con mucha gente y tenemos que hablar con todas.

En tu trayectoria se observa que en la FIO has podido desarrollar actividades paralelas a tu rol específico del puesto, que se vinculan con afinidades temáticas, defensa de causas colectivas, por ejemplo. ¿Esto lo propició la Facultad o venías haciéndolo desde antes?

Un poco y un poco. En principio tuve suerte porque cuando yo vine acá ya había un equipo de comunicación formado y además eran nodocentes de comunicación. Era rarísimo, hasta que terminás de entender cuál es la tarea nodocente. Desde ese lugar, de la interacción con compañeres, sí se me amplió un poco más el panorama de qué es lo que un agente nodocente significa dentro de la universidad. Hoy, si me preguntás ocho años después de haber entrado, me siento más nocente que trabajadora de comunicación. Y en ese rol nodocente sí aprovecho para trabajar en todos los temas que me convocan a nivel personal. Que son el género, la diversidad, los derechos humanos, participé un tiempito en el proyecto de “Universidad y Cannabis”…

Bueno, también representás al colectivo del sector nodocente…

Claro, después tuve la suerte de que ese trabajito se vio reflejado en lo colectivo, y mis compañeres me eligieron para que los represente como delegada, con Laura Álvarez que es nodocente de Mesa de informes. Sí me parece que es un terreno híper fértil para poder trabajar no solo dentro del claustro sino con estudiantes, docentes, graduades. La universidad tiene un montón de herramientas para explorar eso.

¿Te seguís sintiendo periodista?

Sí sí, soy periodista. No lo elijo para ejercerlo hoy, pero soy periodista.

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