Condenaron a dos hombres: utilizaban cheques truchos para comprar vacunos
En un proceso judicial tramitado en uno de los tribunales con sede en Azul, a uno de los encausados un juez le dictó una pena de cuatro años y cuatro meses de prisión. El otro hombre también considerado coautor de estas maniobras ilícitas fue condenado a tres años y once meses de cárcel.
Dos hombres fueron condenados por cometer varias estafas con la compra de hacienda, operaciones que pagaban con cheques truchos.
Las condenas para ambos se conocieron tras la realización de un juicio abreviado llevado a cabo en un Tribunal de esta ciudad, informaron ayer fuentes judiciales.
Uno de los encausados, identificado como Jorge Omar Herrera Saavedra -un comerciante que tiene 62 años de edad y figura con domicilio en la Capital Federal- fue condenado a cuatro años y cuatro meses de prisión, al ser hallado autor de los delitos de defraudación en grado de tentativa con puesta en circulación de cheques falsos y estafa en concurso real con puesta en circulación de cheques falsos.
El otro implicado en esta causa penal que también fue condenado es un hombre llamado José Alberto Di Batista, un empleado rural oriundo de Saladillo que tiene 67 años de edad. De acuerdo con lo informado, un juez le dictó una condena consistente en una pena de tres años y once meses de prisión, al ser declarado autor de los delitos de defraudación en concurso ideal con puesta en circulación de cheques falsos y defraudación en grado de tentativa con puesta en circulación de cheques falsos; estafa en concurso real con puesta en circulación de cheques falsos y tenencia ilegal de arma de guerra.
Gustavo Abudarham, uno de los jueces que integran el Tribunal Oral en lo Criminal número 2 con sede en el Palacio de Justicia local, intervino en este juicio abreviado.
Varios hechos
Uno de los hechos que se dieron por demostrados en este proceso judicial había ocurrido el 8 de julio de 2015.
Aquel día Di Batista y otro sujeto “adquirieron a la firma ‘La Eulalia Dolores S.A.’ cuarenta vaquillonas preñadas por intermedio de su representante Claudio David Rocha, abonando dicha operación por un valor de 408.850 pesos con cheques materialmente falsos”, se indicó en el fallo.
Esos cartulares, posteriormente, fueron puestos “en circulación en el ámbito comercial correspondiente a los consignatarios de hacienda”.
Di Batista había sido quien también, según quedó demostrado, pactó con un comisionista la compra del ganado, mismo sujeto que recibió esos cheques considerados “materialmente falsos”.
Ese comisionista, además, al ser engañado habilitó la carga de los animales, que se hizo en un campo llamado “La Paulina”, que está ubicado en el Cuartel V del Partido de General Alvear.
Los vacunos, “mediante esta maniobra engañosa desplegada” -señaló el juez en el fallo-, no pudieron ser recuperados posteriormente y la pérdida de los mismos se convirtió en un perjuicio patrimonial para la empresa que fue estafada.
Ese mismo día 8 de julio de 2015, tanto Di Batista como esa otra persona con la que había adquirido los animales -identificada en el fallo como Carlos David Barragán- “intentaron defraudar a Estela Santopaolo, al adquirir de ésta 70 vaquillonas Aberdeen Angus coloradas y negras, y pagar dicha operación por un valor de 757.015 pesos con cheques falsos”, los cuales también fueron puestos en circulación “en el ámbito comercial, entregándolos a los consignatarios de hacienda”.
Esas compra y venta de ganado habían sido pactadas entre Di Batista y dos comisionistas, “quienes recibieran y habilitaran la carga de los animales en el campo ‘San Joaquín’, ubicado en el Partido de Azul, para su traslado hacia el establecimiento que administra Barragán, en la localidad de Brandsen”.
Pero esa operación comercial finalmente no lograron concretarla, ya que uno de los comisionistas intervinientes advirtió que parte de los cheques “tenían igual numeración a los que había recibido Raúl Ruiz en General Alvear, como así también el CUIT incorrecto del emisor de los cheques”.
En esa misma fecha el otro hombre condenado en este juicio abreviado, Jorge Omar Herrera, quien se movilizaba -junto a otro sujeto aún no identificado- en un vehículo Honda Civic, “realizó un aporte determinante a los fines de concretar la maniobra engañosa con la cual se intentó damnificar a Estela Santopaolo, al acercarse a la estación de servicio YPF ubicada sobre la ruta 51, en el Partido de Tapalqué, y dejar los cheques apócrifos en el interior de un camión…, los que finalmente fueron puestos en circulación al ser entregados por quienes llevaban adelante la operación de mención”.
Más estafas
Otro de los hechos tratados en este juicio abreviado ocurrió el 3 de julio del ya señalado año 2015.
Aquel día, al menos Barragán y Herrera “defraudaron” a los representantes de la una firma también perteneciente al ámbito agropecuario, “al adquirir 189 animales vacunos y pagar dichas operaciones por los valores de 555.158,25 pesos y 189.237,32 pesos con distintos cheques apócrifos”.
Supuestamente, los cartulares habían sido librados por otra firma de una empresa agropecuaria y también, mediante esta maniobra ilegal, lograron ser puestos en circulación en el ámbito comercial.
La situación les permitió a los responsables de esta maniobra delictiva sacar a los vacunos del “patrimonio del propietario” y trasladarlos a Brandsen.
Los animales, después de que días antes fuera pactada la realización de la operación con un comisionista que recibió esos cheques truchos, fueron llevados desde un campo que está en el Partido de Las Flores.
Según se mencionó en el fallo, el 10 de julio de aquel año los recuperaron en un predio ubicado en el Partido de San Vicente, denominado “La Chiquizuela”.
A ese lugar habían sido trasladados “por disposición del citado Jorge Herrera, quien fuera el que arreglara con su actual inquilino y de esta manera ocultara, para asegurar el producido del ilícito, la llegada de los mismos al predio”, escribió el juez Abudarham en el fallo.
El 26 de junio de 2015 se produjo otro de los hechos analizados en este proceso abreviado.
Según se dio por demostrado, aquel día los dos hombres condenados en este proceso volvieron a comprar hacienda que pagaron con cheques truchos.
“José Alberto Di Batista y Jorge Omar Herrera adquirieron de Dardo José Latasa treinta y ocho vaquillonas, abonando dicha operación por el valor de 364.800 pesos con tres cheques apócrifos”.
Supuestamente habían sido librados por la firma Jáuregui Lorda SRL, aunque se descubrió que eran apócrifos porque en los cartulares “estaba erróneamente consignada la CUIT de tal empresa”.
“Dicha operación se comenzó a realizar por un llamado telefónico por parte de José Alberto Di Batista a Martín Pérez, quien le hizo referencia que un señor que se identificó como Carlos Barragán y posteriormente resultó ser Herrera Saavedra Jorge Omar quería comprar animales vacunos preñados”, se mencionó en el fallo.
Después de concretada la operación, aquellos vacunos fueron cargados en un campo que está en el Partido de Olavarría y trasladados, al igual que en los casos ya mencionados, a un establecimiento rural que está en Brandsen.
Pero esos animales jamás pudieron ser localizados.
En tanto, Di Batista también fue condenado en este juicio por el hallazgo de un arma de fuego en su propiedad, situación ocurrida cuando en el marco de la instrucción de esta causa penal la Policía allanó su casa en la ciudad de Saladillo.
En ese procedimiento había sido encontrado, en el cajón de una mesa de luz, un revolver calibre 38, arma de fuego de la que el encausado no tenía la documentación habilitante para su tenencia.
El dato
“Corresponde valorar como circunstancias agravantes respecto de ambos imputados la organización y disposición de medios para la consumación de los ilícitos y la magnitud de los perjuicios económicos generados a las víctimas”, escribió el juez Abudarham en el fallo de este juicio abreviado. (El Tiempo)
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