Estaba escondido en Olavarría y cayó preso en Coronel Pringles
El detenido es el condenado por un trascendente crimen perpetrado en Coronel Pringles.
En la mañana de este viernes fue detenido un sujeto condenado por un brutal crimen ocurrido en el año 2002 en aquella localidad. El detenido es Pedro Martínez quien se encontraba, según la policía, prófugo y escondido en Olavarría.
El Comisario Mayor Oscar Aguirre, jefe departamental de Coronel Suárez fue el encargado de brindar precisiones de la detención a los medios de Coronel Pringles.
«Aproximadamente a las 6:30 se efectivizó su arresto. Acudimos al domicilio donde vive una familiar directa y logramos la detención. Cuando detectamos el camión, se recogió una línea investigativa muy firme que lo ubicaba en Olavarría», resaltó Aguirre, en LA BRÚJULA 24 FM 93.1.
Y agregó: «hasta esta madrugada estuvimos trabajando en tal sentido y, producto de esas diligencias, sabiendo que no tenía muchas chances de seguir prófugo, logramos convencerlo de que regrese y se entregue. Incluso sabíamos quién lo estaba aguantando».
Un camión en el que se movilizaba el hombre se encontraba en un lugar público y semioculto al costado de la Ruta 51
«El vehículo de gran porte en el que se movilizaba estaba en un lugar público y semioculto, en un costado de la Ruta 51. Aún no tenemos establecido cómo llegó hasta la ciudad donde se mantenía escondido. Allí tiene un familiar con algún antecedente policial», destacó durante su charla con el periodista Germán Sasso.
Respecto a las características de la detención y el estado de salud de Martínez, en comparación del otro asesino que pretendió fingir un ACV, destacó: «No es la misma situación de simulación que suponemos en el caso de Fabrizio, según dicen los médicos. Cuando lo condujimos al Hospital Municipal, se detectó presión alta y se determinó que sea revisado por los cardiólogos».
«Una vez estabilizado, quedará alojado en sede policial hasta que se determine su traslado a la cárcel. No hay nada más estresante que estar prófugo, incluso por encima de estar preso. Y más aún para gente que no está emparentada con el delito», describió en el cierre el jefe policial.
Los hechos
Federico tenía 13 años cuando lo mataron con saña. Aunque era robusto para su edad, padecía un leve retraso madurativo. En agosto de 2002 lo secuestraron mediante un engaño y después de estar varios días desaparecido, su cuerpo apareció al costado de la ruta provincial 85. Lo habían golpeado con un palo, lo violaron y lo sumergieron después en un tanque de agua. Murió por asfixia y cuando lo encontraron, todavía tenía guardado en el bolsillo su autito preferido.
Varias mujeres que estuvieron en la fiesta sexual en la que asesinaron al chico señalaron entonces a Fabrizio y Martínez como los autores del hecho pero, al llegar a juicio en 2007, algunas de ellas se desdijeron. En medio de un escándalo, los dos terminaron absueltos y la conclusión del fiscal fue contundente: «Queda demostrado que hay una justicia para ricos y otra justicia para pobres«.
El nuevo fallo de los jueces, después de cuatro días de audiencias, dio un vuelco en la causa y consideró culpables a Fabrizio y Martínez por el homicidio y solo a Fabrizio por el abuso de Federico. Ambos tendrán que pagar en un plazo de 10 días un resarcimiento de $ 2,3 millones más intereses a la familia de la víctima y, por haber sido condenados a perpetua, se ordenó su detención inmediata. Entonces empezó otro capítulo.
A Fabrizio lo encontraron varias horas después en una cochera de Pigüe, a punto de subirse a un auto con 7.000 dólares y 40 mil pesos. A pesar de los esfuerzos por atraparlo, el hombre de 70 años no pasó mucho tiempo encerrado. Se descompensó en el calabozo y pasó la noche internado en el Hospital Municipal de Suárez, indicó La Brújula 24. «Se habla de un principio de ACV», confirmaron al mismo medio fuentes policiales.
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