Autovía Ruta 3: Se demora el crédito del BID

Información dada a conocer por un portal capitalino. El Itaú desistió de participar en los proyectos y lo seguirían el JP Morgan, Citibank y Morgan Stanley


El desembolso del Banco Interamericano de Desarrollo ( BID) por u$s900 millones para el fideicomiso destinado a financiar la construcción y mejora de seis corredores viales sigue sin aparecer y el Gobierno salió a tantear con las empresas ganadoras de los proyectos la posibilidad de postergar un año el avance de los trabajos principales.

Fuentes del sector comentaron a BAE Negocios que la semana pasada se bajó el Banco Itaú del préstamo que iba a formar parte del giro del BID, al tiempo que el JP Morgan, el Morgan Stanley y el Citibank analizaban seguir sus pasos en los próximos días.

El contexto financiero, económico y político de la Argentina no da lugar para jugadas riesgosas como las que implicaría apostar por los contratos de Participación Público Privada ( PPP). La actividad todavía no encontró piso en medio del ajuste fiscal y monetario, y el riesgo país en 900 puntos vuelve inviable cualquier colocación de deuda en el mercado externo, tanto pública como privada.

De acuerdo a las conversaciones que mantuvieron en los últimos días funcionarios del Gobierno con representantes de las constructoras a cargo de los PPP, el Ejecutivo planteó que el alcance que tenían que ejecutar a julio de 2019 se pasaría a julio del año que viene. «Esto implica que los trabajos denominados obras principales empezarán con suerte en diciembre con el nuevo gobierno. No hay préstamo de ningún tipo ni entidad dispuesta a darlo», confiaron a este diario desde el sector empresario.

Semanas atrás el BID envió un virulento email a las empresas para aclararles que había demoras por parte de la administración de Mauricio Macri que impedirían destrabar el desembolso a fines de abril, como se previó originalmente. Esa fecha luego se corrió para el 30 de mayo pero ahora con suerte especulan que haya novedades luego del 22 de junio cuando se definan las candidaturas para las elecciones presidenciales.

El desembolso del Banco Interamericano de Desarrollo ( BID) por u$s900 millones para el fideicomiso destinado a financiar la construcción y mejora de seis corredores viales sigue sin aparecer y el Gobierno salió a tantear con las empresas ganadoras de los proyectos la posibilidad de postergar un año el avance de los trabajos principales.

Fuentes del sector comentaron a BAE Negocios que la semana pasada se bajó el Banco Itaú del préstamo que iba a formar parte del giro del BID, al tiempo que el JP Morgan, el Morgan Stanley y el Citibank analizaban seguir sus pasos en los próximos días.

El contexto financiero, económico y político de la Argentina no da lugar para jugadas riesgosas como las que implicaría apostar por los contratos de Participación Público Privada ( PPP). La actividad todavía no encontró piso en medio del ajuste fiscal y monetario, y el riesgo país en 900 puntos vuelve inviable cualquier colocación de deuda en el mercado externo, tanto pública como privada.

De acuerdo a las conversaciones que mantuvieron en los últimos días funcionarios del Gobierno con representantes de las constructoras a cargo de los PPP, el Ejecutivo planteó que el alcance que tenían que ejecutar a julio de 2019 se pasaría a julio del año que viene. «Esto implica que los trabajos denominados obras principales empezarán con suerte en diciembre con el nuevo gobierno. No hay préstamo de ningún tipo ni entidad dispuesta a darlo», confiaron a este diario desde el sector empresario.

El Gobierno tanteó a las constructoras para postergar un año el avance de los proyectos

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Como publicó este medio, semanas atrás el BID envió un virulento email a las empresas para aclararles que había demoras por parte de la administración de Mauricio Macri que impedirían destrabar el desembolso a fines de abril, como se previó originalmente. Esa fecha luego se corrió para el 30 de mayo pero ahora con suerte especulan que haya novedades luego del 22 de junio cuando se definan las candidaturas para las elecciones presidenciales.

Esa inacción también estuvo motivada por el rechazo del Fondo Monetario Internacional a que la Argentina vuelva a incrementar su nivel de deuda, el cual según los inversores ya se encuentra en un punto crítico para una economía emergente.

En un primer momento, las constructoras ganadoras de los PPP iban a salir por su cuenta al mercado externo a buscar el financiamiento. Con la corrida iniciada el año pasado, el panorama cambió y el Ejecutivo ideó un fideicomiso a cargo del Banco de Inversión y Comercio Exterior (BICE) que buscaría los fondos para luego repartirle a las empresas, con dinero proveniente también del Banco Nación. Finalmente, apareció el BID que se comprometió a prestar u$s900 millones (unos u$s150 millones por corredor), parte de los cuales aportarían entidades privadas, que alcanzarían para las tareas preliminares. Pero hasta ahora siguen sin aparecer.

Mientras tanto, las perspectivas en el sector son completamente desalentadoras y el empleo cae a razón de unos 1.000 puestos por día. Se trata de los trabajadores «jornalizados», que más están sintiendo el impacto de la crisis. Por el contrario, entre los mensualizados aún no se ven despidos masivos y es el segmento que, destacan, todavía aguanta los embates de la recesión.

El desembolso del Banco Interamericano de Desarrollo ( BID) por u$s900 millones para el fideicomiso destinado a financiar la construcción y mejora de seis corredores viales sigue sin aparecer y el Gobierno salió a tantear con las empresas ganadoras de los proyectos la posibilidad de postergar un año el avance de los trabajos principales.

Fuentes del sector comentaron a BAE Negocios que la semana pasada se bajó el Banco Itaú del préstamo que iba a formar parte del giro del BID, al tiempo que el JP Morgan, el Morgan Stanley y el Citibank analizaban seguir sus pasos en los próximos días.

El contexto financiero, económico y político de la Argentina no da lugar para jugadas riesgosas como las que implicaría apostar por los contratos de Participación Público Privada ( PPP). La actividad todavía no encontró piso en medio del ajuste fiscal y monetario, y el riesgo país en 900 puntos vuelve inviable cualquier colocación de deuda en el mercado externo, tanto pública como privada.

De acuerdo a las conversaciones que mantuvieron en los últimos días funcionarios del Gobierno con representantes de las constructoras a cargo de los PPP, el Ejecutivo planteó que el alcance que tenían que ejecutar a julio de 2019 se pasaría a julio del año que viene. «Esto implica que los trabajos denominados obras principales empezarán con suerte en diciembre con el nuevo gobierno. No hay préstamo de ningún tipo ni entidad dispuesta a darlo», confiaron a este diario desde el sector empresario.

El Gobierno tanteó a las constructoras para postergar un año el avance de los proyectos

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Como publicó este medio, semanas atrás el BID envió un virulento email a las empresas para aclararles que había demoras por parte de la administración de Mauricio Macri que impedirían destrabar el desembolso a fines de abril, como se previó originalmente. Esa fecha luego se corrió para el 30 de mayo pero ahora con suerte especulan que haya novedades luego del 22 de junio cuando se definan las candidaturas para las elecciones presidenciales.

Esa inacción también estuvo motivada por el rechazo del Fondo Monetario Internacional a que la Argentina vuelva a incrementar su nivel de deuda, el cual según los inversores ya se encuentra en un punto crítico para una economía emergente.

En un primer momento, las constructoras ganadoras de los PPP iban a salir por su cuenta al mercado externo a buscar el financiamiento. Con la corrida iniciada el año pasado, el panorama cambió y el Ejecutivo ideó un fideicomiso a cargo del Banco de Inversión y Comercio Exterior (BICE) que buscaría los fondos para luego repartirle a las empresas, con dinero proveniente también del Banco Nación. Finalmente, apareció el BID que se comprometió a prestar u$s900 millones (unos u$s150 millones por corredor), parte de los cuales aportarían entidades privadas, que alcanzarían para las tareas preliminares. Pero hasta ahora siguen sin aparecer.

El FMI tampoco está dispuesto a avalar un mayor nivel de endeudamiento

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Mientras tanto, las perspectivas en el sector son completamente desalentadoras y el empleo cae a razón de unos 1.000 puestos por día. Se trata de los trabajadores «jornalizados», que más están sintiendo el impacto de la crisis. Por el contrario, entre los mensualizados aún no se ven despidos masivos y es el segmento que, destacan, todavía aguanta los embates de la recesión.

Sin embargo, la demora en el arranque de los PPP deterioró aún más las expectativas, si se tiene en cuenta que cada proyecto iba a poder generar entre 1.000 y 1.500 puestos por corredor.

Ahora las miradas están puestas en el 22 de junio, cuando se definan las candidaturas. Y en el resultado que pueda obtener el oficialismo en las primarias de agosto. Los empresarios del sector saben que no se puede hacer campaña con una economía en crisis y que existe la posibilidad de que más adelante el BID gire los fondos para las obras. Eso sí: implicaría «que se dejen de joder con el déficit cero», graficó un representante del rubro.

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