Entrevista:»Hicimos un shock de gestión, a mí no me van a distraer con operaciones»
(Por Andrés Lavaselli, de la redacción de DIB).-
Axel Kicillof lleva dos meses viviendo en la gobernación, pero todavía no se acostumbra a ese «castillo de Disney en ruinas» donde «abrís el agua caliente y tarda quince minutos en salir». Mucho más rápida parece haber sido su adaptación al cargo: está convencido de haber hecho un «shock» de gestión en solo 60 días, que algunos medios ocultan. En diálogo con DIB, van más allá: adelanta una reforma del Estado, explica que la renegociación de la deuda provincial correrá por cuenta de Martín Guzmán y desliza que deberá al menos reducir a un tercio los pagos previstos para su mandato. Con su eterno mate en mano –tiene un modelo tallado con la frase aquella de «desengrietar las ideas», jura que hay un marco de «total consonancia» con Alberto Fernández pero advierte que «pueden surgir posiciones encontradas» porque ya no rige el modelo de Macri y Vidal.
Se cumplieron dos meses de gestión ¿Ahora con más información, mantiene o modifica aquel diagnóstico de la provincia como «tierra arrasada»?
Es tierra arrasada al cuadrado. Hubo un desprecio muy grande por el Estado, por sus funciones y sus trabajadores. Se ve hasta en la espantosa situación edilicia que dejaron, que es un síntoma porque tampoco trabajaban acá, alquilaban oficinas fastuosas y gobernaban a control remoto. Llegar fue como raspar el decorado de un teatro: parecía lindo, raspamos y atrás no había nada.
¿Con esta estructura se puede llevar adelante las políticas de mayor presencia estatal que ustedes quieren implementar?
Había una gran tendencia a despreciar las capacidades propias. A contratar consultoras y hacer las cosas afuera. A manosear el organigrama del Estado, con áreas que se duplicaron por peleas política con el gobierno nacional. Marcos Peña ponía gente propia a lado de los que había puesto Vidal. Había un problema de ritmo, modos y los objetivos, que ahora nos plantea la necesidad de una reforma del Estado para abarcar nuevas funciones y otras olvidadas.
¿Cuál es el balance de estos dos meses?
Hubo un shock de gestión. En todo ya tenemos resultados, aunque a veces los medios, por una cuestión política, no lo muestran. Pero a mí no me van a distraer con operaciones políticas, presuntas roscas o internas. Tampoco quiero que lo distraigan a los bonaerenses.
¿Por qué cree que los medios distraen?
Uno tiene una posición política en el escenario nacional y hay diarios de muchísima circulación que también tienen una posición política y que en los últimos 10 años no han publicado una línea positiva respecto de lo que yo hago. No me preocupa, sí me preocupa que se conozca lo que hace la gestión. No voy a discutir la política de tapa de diarios, pero me parece que sacar una tasa para PyMES como la del Banco Provincia es para tapa. El problema es que se funda una empresa porque no se enteró, eso me desespera.
Invitaciones y ridiculeces
¿Cómo califica la actitud de la oposición hasta ahora?
Todos me decían que lo que ocurre en la Legislatura queda en esas cuatro paredes, que era como una campana de madera, que no sonaba. Pero en poco tiempo se transmitía en directo lo que pasaba allí. Le hemos dado un nivel de visibilidad al sistema político que lo pone en tensión y permite nuevos protagonismos. Yo quiero tener una oposición. Lo que me ponen en alerta son los dobles discursos. Deberían tener en cuenta el cuadro que presenta la provincia y que no es un diagnóstico que digo yo, sino que lo han dicho las urnas.
Parece que entiende como obstruccionista la posición opositora
Intentaron, no pudieron. Lo que había charlado en ese mismo sillón –del despacho en La Plata- con la gobernadora anterior sobre avanzar con las primeras leyes … al final no fue así. Su fuerza política mostró diferentes facetas y todavía tiene que acomodarse. Pero me da pena que la forma de hacerlo sea haciendo desplantes. La gente de Vidal quejándose de aumentos, cuando nada de lo que planteamos representaba ni el 20% de la suba de luz que dejó firmada y que yo revertí. Allá ellos, la sociedad irá juzgando y nos encontraremos en instancias de decisión.
¿Quedó rota la relación?
Hay un espacio para trabajar y sectores de la oposición, particularmente los intendentes y en especial los intendentes del radicalismo, con los que desde el primer día venimos trabajando muy bien.
¿Con los de PRO no?
Nos necesitamos mutuamente, entonces venir a plantear posiciones exageradas, impostadas, cercanas al ridículo. Si ves a Jorge Macri diciendo venimos a defender a la clase media después de un gobierno como el de Macri, que significó una explosión nuclear para la clase media… suena raro. Yo entiendo la política, pero más allá de algunos oportunismos, protagonismos e internismos espero poder trabajar con ellos. Hago una invitación hacia adelante a hacerlo.
En vistas de algunas noticias que trascendieron en los últimos días, ¿cree que algunos intendentes peronistas del Conurbano están enojados y hablan mucho con esos medios que critica y poco con Ud?
Leí una nota que decía que no me atienden el whats app. Si vieran mi teléfono, a lo mejor me sale decirlo de forma fea, pero a veces demasiado me atienden y responden. Estoy absolutamente conforme con la relación que tenemos, y hay un diálogo muy fluido y franco, donde no todos son flores porque eso es lógico.
La deuda en cuestión
En las dos negociaciones públicas más importantes hasta ahora, ley impositiva y la deuda, tuvo un protagonismo excluyente y posiciones de las que luego tuvo que retroceder. Eso el sistema político provincial lo ve con sorpresa ¿Teme desgastarse rápidamente?
No, no temo eso. Si uno relata una negociación como si cada instante fuera definitorio aparecen cosas que parecen contradictorias y no lo son. Es como relatar un partido de truco en directo: cantó envido, no tenía anda, le cantaron retruco… hay que esperar a ver cómo sale el partido. Hay que dar tiempo.
¿De la resolución de la cuestión de la deuda en general depende la posibilidad de hacer un gobierno exitoso o no, es tan central?
Sí. Hoy no hay sostenibilidad y sin eso no hay gobierno exitoso posible.
Ud. aceptó que del presupuesto, el 60% es para sueldos, el 20 transferencias y el 15% deuda. ¿En la renegociación global que viene, el objetivo es reducir a un tercio los pagos previstos para estos cuatro años?
La negociación de deuda provincial va a quedar muy atada a la nacional. Yo tengo una deuda de USD 11 mil millones, Nación de 320 mil millones, con vencimientos por 160 mil millones. Es lógico que lo negocie Nación. Dicho esto, tenemos que llegar al mejor resultado, lo que está relacionado con la sostenibilidad. Y eso está relacionado con lo que plantea la pregunta, necesitamos que se liberen recursos para otros usos.
¿Lo va a Negociar Guzmán, entonces?
A nosotros nos toca defender a la provincia y lo vamos a hacer, pero una provincia no tiene forma de litigar el tribunal extranjero, no tiene embajadas ni reservas internacionales. La experiencia muestra que son los países los que llevan adelante buena parte del diálogo con los bonistas.
Chispazos y mensajes
Hay un momento político en el oficialismo donde emergen en público diferencias de criterios sobre temas centrales. Pongo como ejemplo la cuestión de los presos políticos y los cruces de Sergio Berni a Sabina Frederick ¿Por qué ocurre?
Creo que hay mucha gana de meter la cuña y armar polémica. En el frente de Todos, y particularmente yo con el Presidente hay una total consonancia de criterios, ideas y posiciones. Como Vidal hizo macrismo en la provincia, la articulación era la ausencia del gobierno provincial de las definiciones. En cambio nosotros articulamos políticas y programas y no es fácil, entonces claro que pueden surgir posiciones encontradas porque cada uno tiene que mirarlo, como se dice, desde su baldosa.
¿Berni se excedió?
Obviamente yo creo que habría que hacer estas cosas con el menor ruido posible. Pero después, hay un intento claro de todo el tiempo tratar de mostrar las cosas como tormentosas, impulsivas o mal hechas.
Su ministra de Gobierno, Teresa García, dijo que el procurador Julio Conte Grand debería renunciar porque estaba políticamente identificado con el gobierno anterior ¿Usted cree lo mismo?
Si ha estado tan consustanciado con las políticas del gobierno anterior, las nuestras son diametralmente opuestas. Como Ejecutivo, reconociendo la independencia de poderes y roles, lo que necesito es que el Procurador se haga carne, del mejor modo posible, de algunas cosas que necesitamos hacer con el Ministerio Público. Esperamos poder trabajar juntos, nos gustaría que estuviera además de acuerdo. Sé que Vidal trabajó muy fuerte para que se fuera la Procuradora anterior porque no le gustaba su signo político. Nosotros necesitamos que trabaje bien y de ser posible en coordinación con el gobierno. (DIB)
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