«No han sido estos años del todo felices, ni necesariamente tan tristes, han sido más complejos que antes»
Ignacio Montoya Carlotto a seis años de la restitución de su identidad.

«Me parece mágico lo que está pasando», decía hace seis años quien hoy se llama Ignacio Montoya Carlotto. Este miércoles se cumple un nuevo aniversario de un hecho que no sólo cambió la vida de Ignacio Hurban – como lo conocíamos en Olavarría – sino que además marcó la historia de Olavarría para siempre.
«Agradezco a Dios y a la vida por este regalo», dijo Estela de Carlotto en la conferencia de prensa que se llevó adelante en la sede de Abuelas de Plaza de Mayo dos días después de conocida la noticia.
Hoy, a seis años, Ignacio Montoya Carlotto reflexionó sobre la fecha en sus redes sociales.
«Hace seis años a esta hora, poco antes del mediodía, recibiría un llamado que transformaría ese momento en un hito en mi vida. Mojón que marcaría un antes y después en muchas cosas», comienza escribiendo.
El Nieto 114 sigue escribiendo este miércoles «no han sido estos años del todo felices, ni necesariamente tan tristes, han sido más complejos que antes. Puedo asegurar sin embargo que fueron infinitamente más intensos, en ambos lados de la balanza».
Luego de inmediato su vinculo con la música: «cada vez que una canción aparece, con la vida propia que impulsa a las obras, me da la señal que algo ha quedado o va quedando en el pasado, que va cicatrizando. Es esta mi manera de dar las vueltas a las páginas de las cosas».
Y al escribir y compartir una canción en su cuenta de Facebook dice: «compuse esta canción pensando en esos momentos de 2014, en los abrazos tan pospuestos, los desencuentros y encuentros, en las múltiples maneras que tiene de amanecer 36 años tarde la tragedia, y la escribí, siempre pensando en aquellos que encarnados en la figura de la más grande de la familia protagonizaron la búsqueda, mí búsqueda, la que da como resultado lo que hay, y nunca lo que se imagina».
Remata diciendo: «celebro el encuentro y celebro también la posibilidad de aprender algo que no sabía siquiera que existía, entre todas las cosas que no sabía que existían, pero que sin embargo llevaba a cuestas».
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