Reclamo laboral y graves denuncias al gremio

Un hombre a través de su abogado patrocinante, Sergio Roldán, hicieron público un reclamo laboral a los propietarios del inmueble del Ex Banco de La Edificadora y a la UOCRA tras años de trabajo.

El hombre es José Ernesto Valderrey quien señaló que, “yo trabajaba para los propietarios de edificio del ex Banco Edificadora y Banco Columbia, en pleno centro de la ciudad.”

Valderrey indicó que, “en el año 2016 comencé trabajar hasta este año que, luego de realizarme estudios médicos por problemas de audición, deciden dejarme en la calle y no atenderme más el teléfono, por eso hago publica mi situación.”

En ese sentido dijo que además tuvo, “una hernia de la cual me tuve que hacer cargo yo por no estar registrado correctamente por ART.”

Sobre las tareas que desempeño señaló que, “en la obra del ex Banco Edificadora ubicada en calle Rivadavia y Dorrego, realicé tareas de albañilería en general, la demolición completa del interior inclusive la demolición de la bóveda del banco, he realizado trabajo de pintura e inclusive de electricidad para las oficinas que se encuentran en la parte superior del edificio, y en los locales que se encuentran alquilados hoy en día.”

Valderrey dijo que, “fui quien sacó el reloj que estaba ubicado la cúpula superior del edificio y ante los reclamos de los vecinos lo volví a colocar, aunque el propietario me indico que lo atara con alambre como se encuentra hoy en día.”

Sin embardo el hombre también apuntó contra el gremio de la construcción, dijo que, “La UOCRA nunca superviso la obra, un escándalo para una obra ubicada en pleno centro, el dueño arreglaba con los miembros de la UOCRA local, en la actualidad con una persona llamada Diego, haciendo la vista gorda para evitar que registre los empleados.”

En ese sentido reveló que, “los miembros de la UOCRA le avisaban al propietario y este a nosotros los empleados para que no vayamos a la obra por las visitas del Ministerio de Trabajo, inclusive en momentos que nos avisaban estando trabajando dentro de la obra nos hacía esconder dentro de la misma propiedad porque andaban los inspectores del Ministerio de Trabajo.”

El hombre detalló otros trabajos que realizó para la firma y concluyó que, “la verdad que es una injusticia que esta gente se maneje así, dejándome tirado, y hoy a mis 41 años tengo que usar una faja y audífonos de por vida.”

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