Salaberry encabezó la misa exequial tras la muerte de Monseñor Hesayne

Fuente: El Central / Foto: El Central / Nacho Correa

No fue una Misa más la que se celebró en la tarde del lunes, minutos después de las 16 horas, en la Iglesia Catedral Nuestra Señora del Rosario.

La invocación religiosa estuvo dirigida íntegramente a rezar por el eterno descanso del Obispo Miguel Esteban Hesayne, fallecido ayer en Azul a los 96 años de edad.

Obispos llegados de distintos puntos del Conurbano bonaerense y de Viedma, la capital de Río Negro, además de familiares, amigos y un importante número de feligreses, acompañaron al cura hasta su última morada, en el Mausoleo de los Obispos de la misma Catedral donde se llevó a cabo la misa que presidió el Obispo de la Diócesis de Azul, Hugo Manuel Salaverri.

Sacerdotes de las distintas parroquias que forman parte de la Diócesis se dieron cita para participar del acto de fe, que se extendió por espacio de aproximadamente una hora y veinte minutos.

Lucas, nacido en Viedma pero actualmente radicado en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires estuvo en la Misa, que tuvo intensos pasajes de emotividad entre los asistentes e incluso los propios representantes del clero.

El hombre dijo que podía dar fe del cariño que Hesayne dejó en Río Negro, predicando la palabra de Dios y dando albergue a gente que llegaba, a seminaristas, a cristíferas, y «a personas perseguidas que venían buscando refugio de otras latitudes».

Indicó que, «cuando yo conocí más el mundo y la Iglesia, me di cuenta que lo extraordinario que era» la obra que el Obispo azuleño había realizado en su estadía en aquella zona del país.

«En Viedma es muy querido y venerado. El tema es que pasan las generaciones y muchos de los jóvenes no lo conocen ni saben de su trabajo», explicó el viedmense.

El Obispo de Viedma, Esteban Laxague, también llegó desde la capital rionegrina para despedir a un par y a un hombre que lo marcó en su formación sacerdotal. El religioso participó de la Misa y pronunció palabras que conmovieron a los presentes.

Fue nexo del mensaje que envió otro religioso por el fallecimiento de Hesayne.

Ausencias notorias y difíciles de justificar

Atento a la envergadura que por su trayectoria nacional tuvo Miguel Esteban Hesayne (la noticia de su muerte ocupó espacio en los portales de distintos medios de comunicación del país) llamó la atención que no participaran de la invocación religiosa ni del posterior sepelio, funcionarios municipales ni concejales, con excepción del electo edil Joaquín Propato. Tampoco hubo mensajes adhiriendo a la congoja generalizada entre los discursos que oportunamente leyó el Obispo Hugo Salaverry

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