10 Curiosidades sobre la Estatua de la Libertad

La majestuosa Estatua de la Libertad, un ícono que trasciende el tiempo, ha iluminado las costas de Nueva York durante más de un siglo. Desde sus inicios como faro hasta su transformación en símbolo de libertad y esperanza, esta imponente figura de cobre esconde una historia fascinante que pocos conocen. Sumérgete en el fascinante mundo de la Estatua de la Libertad y desentraña sus secretos con estas 10 curiosidades que te dejarán maravillado.

1. El Origen del Nombre Aunque actualmente la conocemos como la Estatua de la Libertad, su nombre original es aún más grandioso: “Liberty Enlightening the World” o “La libertad iluminando el mundo”. Este título captura la esencia misma de su propósito, irradiando esperanza y libertad a todos los que la observan.

2. Un Monumento Forjado en París El genio creativo detrás de esta imponente figura es el francés Auguste Bartholdi. Durante ocho años, Bartholdi y su equipo trabajaron en la construcción de la estatua en París. Luego de su creación, la estatua fue desmontada y enviada en 214 cajas a Nueva York en 1885 como regalo oficial de Francia a Estados Unidos.

3. Celebrando un Cumpleaños Especial Cada 28 de octubre, la Estatua de la Libertad celebra su cumpleaños. Aunque llegó a Nueva York en 1885, la inauguración oficial ocurrió el 28 de octubre de 1886, con la presencia del presidente Grover Cleveland y el escultor Auguste Bartholdi. Desde entonces, esta fecha se convierte en un homenaje a su esplendoroso legado.

4. Una Ubicación Estratégica Bartholdi consideró varias ubicaciones en Nueva York, incluyendo Central Park y Prospect Park, antes de elegir Liberty Island (anteriormente conocida como Bedloe’s Island). La proximidad al puerto aseguraba que la estatua fuese la primera visión que los inmigrantes tendrían al llegar al país, simbolizando un nuevo comienzo lleno de oportunidades.

5. El Toque de Gustave Eiffel El ingeniero detrás del icónico armazón interno de la estatua fue Gustave Eiffel, quien posteriormente diseñaría la famosa Torre Eiffel en París. Su ingeniería magistral aseguró la solidez y resistencia de la estructura de la estatua, manteniéndola firme y majestuosa durante generaciones.

6. Breve Etapa como Faro La estatua cumplió un breve papel como faro en 1886, encendiendo la esperanza de los navegantes. Sin embargo, debido a limitaciones tecnológicas y ubicación desfavorable, esta función no prosperó. En 1902, la estatua volvió a su estado original como una monumental escultura.

7. La Evolución del Color El característico color verde-azulado de la Estatua de la Libertad se debe a la oxidación de su revestimiento de cobre. Aunque en 1906 se propuso repintarla, el público se opuso fervientemente, lo que llevó a conservar su encanto envejecido. La antorcha actual, cubierta de oro, brilla como símbolo de esperanza.

8. El Misterio de la Antorcha Desde 1916, la antorcha de la estatua está cerrada al público debido a daños causados por la explosión Black Tom durante la Primera Guerra Mundial. Sin embargo, puedes disfrutar de vistas desde la antorcha a través de una webcam en tiempo real, permitiéndote admirar la ciudad desde la perspectiva de este monumento histórico.

9. La Libertad en los Detalles Los pies de Lady Liberty simbólicamente emergen bajo su túnica, con cadenas rotas que representan la libertad. Aunque no sean fácilmente visibles debido a su ubicación en el pedestal, estos detalles encierran un profundo significado en su diseño.

10. Un Regalo Financiado por la Comunidad La construcción de la Estatua de la Libertad enfrentó desafíos financieros. Para recaudar fondos, el editor Joseph Pulitzer publicó una llamada en su periódico, solicitando donaciones a cambio de imprimir los nombres de los contribuyentes. Esta estrategia ingeniosa reunió más de $100,000 en pocos meses, evidenciando el poder de la comunidad en la realización de este símbolo perdurable.

La Estatua de la Libertad trasciende su papel como monumento para encarnar la esperanza y la libertad que América ha ofrecido a generaciones de inmigrantes. 

Detrás de su imponente figura se esconden historias cautivadoras que añaden capas de significado a su legado duradero. Si por un casual tienes la oportunidad de ir a Nueva York no puedes perdérsela y desde luego te recomiendo que compres el New York Pass 

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