Guillermo Patricio Diorio recordó una de las visitas de Cacho Fontana a Olavarría
Cacho Fontana murió este martes. «Un día inolvidable», dijo Diorio.

Texto: Guillermo Patricio Diorio
Tan sólo un momento con Cacho Fontana, cuyas imágenes guardo por gentileza de considerados amigos de LU 32, de aquella tarde de Festival de Doma y Folclore en Olavarría.
Él había venido a prestigiar la puesta de la radio que transmitía la previa de la fiesta, y deambulaba por el stand saludando amable y humildemente a quien quisiera darse ese gran gusto o tomarse una fotografía.
Invitado que fui a pasar por allí cuando ingresaba al predio de Racing, Cacho me honró con atención de colega cuando me presentaron a él como el animador del show de esa noche.

Pudieron haber sido un par de palabras de ocasión y compromiso para hacer feliz a un locutor del interior que se sentaba ante el célebre de la radio y la televisión. Sin embargo, Fontana me dedicó una confesión que sintetizó una manera de vivir la profesión, la popularidad, el vínculo con el público y finalmente, la dignidad del trabajo que nos toca. Un Fontana descarnado tuve ante mí y lo recuerdo con la misma emoción y sorpresa.
“La gente pasa, me saluda con admiración y respeto y yo les agradezco tanto que lo sientan así. Pero acá soy una figura decorativa. A mí lo que me hace feliz es trabajar y eso quisiera hacer hasta el final. Trabajando soy yo, verdaderamente”, me dijo.
Un día inolvidable.
Los comentarios están cerrados.