Nuestra Señora del Rosario

Colaboración de las Misioneras de la Inmaculada, Padre Kolbe


“La fiesta de Nuestra Señora del Rosario nos recuerda la importancia de la oración contemplativa. Mientras meditamos en los misterios de la salvación, se nos revela cada vez más el rostro del propio amor de Dios que estamos llamados a contemplar en la eternidad. Que Nuestra Señora sea nuestra guía segura en el camino hacia el Señor”. (Papa   Francisco). En  la  catedral  de   Azul,  se  puede  apreciar ,  sobre el  altar  mayor ,la imagen de Nuestra Señora del Rosario, patrona de la ciudad, traída de Italia en 1863  por Fray Hipólito Castañón.

             La  celebración   de  esta  fiesta, 7 de octubre,  se   remonta  al  año  1571 cuando se llevó a cabo la batalla naval de Lepanto, en la cual los cristianos vencieron a los turcos. Confiaron en la ayuda de Dios a través de la intercesión de la Santísima Virgen. El papa San Pío V pidió a los cristianos rezar el rosario por la flota. Esta devoción adquirió un notable impulso en tiempos del  papa León XIII quien consagró el mes de octubre al rosario y añadió a las letanías lauretanas la invocación «Reina del Santísimo Rosario».

 Santo Domingo de Guzmán,  el  fundador  de la  Orden  de los  Predicadores (Dominicos), fue el hombre que en su época contribuyó a la formación del rosario y a su propagación. Él  rezaba el Ave María constantemente y por cada oración colocaba una cuenta en una cajita, siguiendo la tradición de los Incas.  Utilizó los “Quipus” (palabra quechua) que era un conjunto de cuerdas con nudos para  contar,  así  organizó el santo rosario. La Virgen,  en el  año 1208 se le apareció en la capilla. En su mano sostenía un rosario y le enseñó a Domingo a recitarlo. Dijo que lo predicara por todo el mundo, prometiéndole que muchos pecadores se convertirían y obtendrían abundantes gracias. Dice  el  papa  Francisco: “ El rezo del rosario es la más bella oración que podemos ofrecer a la Virgen María; es una contemplación de las etapas de la vida de Jesús Salvador con su Madre María, y es un arma que nos protege del mal y de la tentación”.(…) Redescubramos , especialmente en este mes de octubre, la belleza del rezo del rosario, que ha alimentado la fe del pueblo cristiano a lo largo de los siglos,  tomemos   el rosario en nuestras manos todos los días y levantemos  nuestros  ojos hacia  la Virgen,  ella  se  nos  mostrará  como  signo de consuelo y de esperanza segura”.

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