Respuesta a una llamada
Angélica Diez, Misionera de la Inmaculada Padre Kolbe, Olavarría comparte con los olavarrienses un mensaje del Papa Francisco.
Este domingo 3 de mayo, se celebra la 57° Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones que lleva por lema “Las palabras de la vocación”. El Papa Francisco en su mensaje pone de relieve cuatro palabras: gratitud, ánimo, fatiga y alabanza.
Dice el Santo Padre en su mensaje: “Toda vocación nace de la mirada amorosa con la que el Señor vino a nuestro encuentro, quizá justo cuando nuestra barca estaba siendo sacudida en medio de la tempestad. «La vocación, más que una elección nuestra, es respuesta a un llamado gratuito del Señor» (Carta a los sacerdotes, 4 agosto 2019); por eso, llegaremos a descubrirla y a abrazarla cuando nuestro corazón se abra a la gratitud y sepa acoger el paso de Dios en nuestra vida”.
“La primera palabra de la vocación es gratitud. Navegar en la dirección correcta no es una tarea confiada solo a nuestros propios esfuerzos, ni depende solamente de las rutas que nosotros escojamos. ” . La respuesta requiere ánimo, valentía para subirnos a la barca. (…) Es Él quien, cuando nos llama se convierte también en nuestro timonel para acompañarnos, mostrarnos la dirección, impedir que nos quedemos varados en los escollos de la indecisión y hacernos capaces de caminar incluso sobre las aguas agitadas.
El Señor sabe que una opción fundamental de vida —como la de casarse o consagrarse de manera especial a su servicio— requiere valentía. Él conoce las preguntas, las dudas y las dificultades que agitan la barca de nuestro corazón, y por eso nos asegura: “No tengas miedo, ¡yo estoy contigo!”.
“Toda vocación implica un compromiso, una fatiga de tomar las riendas de nuestra vida para ponerla al servicio del Evangelio, en los modos concretos y cotidianos que Él nos muestra, y especialmente en las distintas formas de vocación laical, presbiteral y de vida consagrada. (…) Y entonces, aun en medio del oleaje, nuestra vida se abre a la alabanza. Esta palabra quiere ser también una invitación a cultivar la actitud interior de la Bienaventurada Virgen María. Ella, agradecida por la mirada que Dios le dirigió, abandonó con fe sus miedos y su turbación, abrazó con valentía la llamada e hizo de su vida un eterno canto de alabanza al Señor”.
Esta Jomada del Buen Pastor es un llamado a todos los fieles a rezar desde sus hogares por nuevas vocaciones al sacerdocio, a la vida consagrada y a todas las vocaciones cristianas. El Papa cuenta con esas oraciones: “… deseo que la Iglesia recorra este camino al servicio de las vocaciones abriendo brechas en el corazón de los fieles, para que cada uno pueda descubrir con gratitud la llamada de Dios en su vida, encontrar la valentía de decirle “sí”, vencer la fatiga con la fe en Cristo y, finalmente, ofrecer la propia vida como un cántico de alabanza a Dios, a los hermanos y al mundo entero. Que la Virgen María nos acompañe e interceda por nosotros”.
En este día y, en particular en estos tiempos nos unimos para dar gracias por las vocaciones en todo el mundo porque, habiendo recibido el llamado brota del corazón la alabanza: “Quiero alabarte, Señor, con todo el corazón, y contar todas tus maravillas”. (Salmo 9:1) y, al mismo tiempo pedimos para que surjan más respuestas a su llamada.
(*) Angélica Diez, Misionera de la Inmaculada Padre Kolbe, Olavarría.
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