Carta de lectores/ Perros, dueños y Estado
Por: Agustina Massigoge

Escribo esta carta impulsada por una mezcla de tristeza, enojo e impotencia. Soy vecina de Villa Aurora, un barrio peri-urbano que está creciendo rápidamente. Lamentablemente, así como crece el barrio, crece el número de perros en las calles. Perros chicos y grandes…tranquilos y no tanto… Y no hablo de perros “callejeros”, sino de perros con dueño que prefieren tenerlos fuera de su casa, tal vez para no tener que andar limpiando después sus deposiciones. Esta situación nos causa numerosos problemas a los vecinos, el más grave del cual es que no podemos caminar o andar en bici o en moto de manera segura. Por esta razón muchos de nosotros evitamos estas formas de traslado o, si no queda otra, nos desviamos en nuestro recorrido para evitar las calles en donde sabemos encontraremos uno -o varios- perros agresivos. En reiteradas ocasiones los vecinos afectados hemos solicitado a los dueños, de manera personal o a través del grupo de WhatApp del barrio, que no dejen sus perros en la vía pública, pero la verdad, estos pedidos caen en saco roto. Pasan los años y en vez de mejorar estamos peor.
El viernes 25 de abril estaba sin auto y tuve que ir caminando al trabajo. Cuando caminaba por la Av. Fortabat, entre las calles Las Orquídeas y Los Narcisos, me atacaron por sorpresa y sin motivo alguno cuatro perros grandes desde atrás y uno me mordió fuertemente en mi pierna causando una herida profunda. Venían con una chica de unos 20 años que andaba en bicicleta, que estaba más preocupada por seguir su camino que por ofrecerme ayuda. Cuando le pregunté si los perros estaban vacunados me contestó que no eran de ella, que eran de un vecino y que la seguían porque les daba de comer. Lamentablemente, no quiso darme más información sobre el supuesto dueño de los perros y continuó pedaleando seguida por su comparsa canina. Como resultado, en vez de ir al trabajo terminé en la guardia, pensando mientras esperaba en que hubiese pasado si en mi lugar, atacaban a una niña o un niño que suelen caminar con sus madres a la escuela.
Tristemente, esto que cuento, no va a sorprender a nadie. Ni a mis vecinos de Villa Aurora ni a los vecinos de cualquier otro barrio de la ciudad (y seguro que de ninguna otra ciudad o pueblo de nuestro país). Todos saben de qué hablo porque perros sueltos, con dueño, hay en todos lados. Y cosas mucho más graves les han sucedido a otras vecinas y vecinos. Y con impotencia aceptamos que siga pasando como parte de la realidad que creemos no se puede cambiar. Y dejamos atrás el hábito saludable de caminar o andar en bici para evitar poner en riesgo nuestra salud entre los dientes de un perro o por una caída causada por un susto.
Y ahora viene el objeto de esta carta, llamarnos a la reflexión como sociedad para tratar que no siga pasando. Sé que muchos dirán rápida y livianamente “hay que matar a los perros”. Los perros no tienen la culpa. Los perros son animales que tienen que ser educados y cuidados por sus dueños dentro del ámbito doméstico. Cuando esto no pasa, empieza el problema. Entonces, los dueños que dejan a sus perros sueltos en la vía pública son uno de los principales responsables de este problema, pero no los únicos ni los principales. El principal responsable es el Estado, pero lamentablemente mira el problema de reojo, como si no le correspondiera del todo solucionarlo. Sé que desde Bromatología del Municipio se hacen campañas de prevención y concientización sobre tenencia responsable de mascotas y se hacen castraciones y vacunaciones por los barrios de manera gratuita. También sé que se cuida a animales
abandonados y se busca darlos en adopción a personas responsables. Pero esto claramente no alcanza, todos vemos que el problema sigue. Cuando hacemos el reclamo como vecinos nos piden que hagamos la denuncia. En mi caso, ¿a quién voy a denunciar si no sé de quien es el perro que me mordió? Y además me pregunto, ¿Por qué tenemos que ser nosotros la “policía canina” denunciando a nuestros vecinos?, algo que claramente puede dar lugar a conflictos.
Además, nos tendríamos que pasar el día haciendo denuncias por cada perro suelto que vemos en la calle. Y con esto me hago otra pregunta, ¿Los funcionaros municipales o agentes de control urbano, no ven perros sueltos en la vía pública? ¿Desconocen que hay una Ordenanza Municipal (Nº 3302/09) que regula la tenencia de perros y establece sanciones para quienes no la cumplen?
En particular, la Ordenanza Municipal dispone que los perros “Deberán circular con correa y/o pretal y medalla identificatoria (debiendo constar domicilio y teléfono del propietario, tenedor o guarda) y aquellos potencialmente peligrosos lo harán con collar de ahorque y bozal”. En cuanto al procedimiento que debe seguirse ante la presencia de perros sueltos en la vía pública menciona: “Todo perro (callejero) que fuere hallado en la vía pública, sin guarda alguna, será retirado por el organismo municipal competente y/o quien actúe por facultades delegadas, y alojado en el predio canino donde recibirá la atención y cuidado correspondiente por personal idóneo. Previo a ser retirado por su dueño, guardián o tenedor recibirá la vacuna antirrábica y la desparasitación correspondiente, teniendo como opción acceder a que previo al retiro la mascota sea esterilizada. Su propietario, guardián, tenedor deberá hacerse cargo de los gastos devengados y el pago de la multa si correspondiere”.
Por último, establece las sanciones correspondientes: “Las sanciones pueden ser por la circulación en la vía pública sin collar, pretal y/o bozal, por circular, pasear, entrenar, etc. en lugares prohibidos, por falta de vacunación antirrábica, por morder en la vía pública o en domicilio particular sin tomar los recaudos correspondientes, por comercializar cualquier tipo de animal sin el permiso o habilitación que correspondiere y por realizarlo en la vía pública, por maltrato, abandono, molestias a los vecinos y cualquier inobservancia a la presente Ordenanza y a la Ley 8056/73, Decreto Reglamentario 4669/73” (Información tomada de la página web del municipio: https://www.olavarria.gov.ar/el-municipio-promueve-la-tenencia-responsable-de-mascotas/).
Entiendo que es obligación de los funcionarios municipales conocer esta ordenanza y hacer que se cumpla. Pero, ¿por qué no lo hacen? Aclaro que mis preguntas no se dirigen solo a quienes están hoy al frente del municipio, sino también a quienes han participado de gestiones previas y también han mirado para otro lado. Hace unos años, vinieron al barrio funcionarios de la gestión municipal anterior a “escuchar” a los vecinos, y cuando les mencioné el problema de los perros sueltos ignoraron mi comentario y cambiaron rápidamente de tema. Entonces, parece una actitud generalizada de quienes nos gobiernan, independientemente de su color político. En mi opinión, no se hacen cargo porque sancionar o infraccionar “pianta votos” y lamentablemente nuestros políticos parecen estar más preocupados por ganar las próximas elecciones que por solucionar los problemas (grandes y pequeños) que afectan a los vecinos.
Tal vez me equivoque y haya otro motivo que no logro entender. Tal vez haya una explicación lógica para aceptar la presencia de perros sueltos en la calle. En todo caso, deberían cambiar la Ordenanza Municipal porque hoy no la están cumpliendo y con ello están faltando a sus deberes de funcionarios públicos. Espero que alguno de ellos lea mi carta y pueda explicarme a mí y muchos otros vecinos este misterioso motivo. Quedo esperando su respuesta.