El Municipio entregó kits de huertas a la Unidad Penal Nº 27 de Sierra Chica

En la mañana de este martes funcionarios de la Secretaría de Desarrollo Económico y Productivo encabezaron una entrega de kits de huerta en la Unidad Penitenciaria N.º 27 de Sierra Chica, actividad que se enmarcó en el convenio de colaboración firmado meses atrás entre el Municipio y el Polo Industrial que funciona en la distintas sedes dependientes del Servicio Penitenciario Bonaerense ubicadas en Sierra Chica.
La entrega fue realizada por el secretario de Desarrollo Económico y Productivo José Pablo Di Uono y la directora de Desarrollo Agropecuario María Inés González. Los elementos fueron recibidos por la directora de la Unidad Inspectora Mayor (EG) Natalia Medina y el Jefe del Departamento Técnico y Productivo del Polo Industrial Prefecto Mayor (EG) Maximiliano Gallastegui, además estuvieron presentes subdirectores y los responsables de Sección Talleres.
De acuerdo con lo que se detalló, la actividad se traduce no solo en la continuidad de un trabajo articulado y mancomunado, sino también el fortalecimiento de dicho vinculo a partir de gestiones que permiten incrementar la producción y optimizar las condiciones de labor de las personas privadas de la libertad, dado que además de la entrega de los kits se contempla la realización de jornadas de capacitación sobre el manejo de huertas, que serán encabezadas por personal técnico municipal.
Los kits están compuestos por guantes, regaderas, fumigadoras plásticas, tijeras de podar de una mano, bandejas de germinación, palas de punta, carteles de identificación y semillas primavera verano y otoño invierno.
Por último, desde la Secretaría de Desarrollo Económico se recordó que la articulación con el Polo Productivo del Complejo Penitenciario de Sierra Chica también avanza en la recuperación de mobiliario escolar, elaboración de bloques, reparación de vehículos, juegos y mobiliario en madera y cestos de residuos, entre otros servicios.
En ese sentido, se enfatizó que la diversidad que ofrecen los distintos servicios productivos y talleres, como el caso del de huerta, permiten que las personas privadas de libertad accedan a aprender distintos oficios, capacitarse en el uso de herramientas y asimilar valores como trabajo en equipo, responsabilidad y disciplina laboral.