La Pastoral Social de Azul presentó un durísimo comunicado contra la represión en el Congreso de la Nación


La Oficina de Prensa del Obispado de Azul difundió este martes un durísimo comunicado elaborado por la Pastoral Social de la Diocesis en referencia a la brutal represión que tuvo lugar la semana pasada en inmediaciones del Congreso Nacional.

El comunicado de la Pastoral Social va en línea con las afirmaciones formuladas días atrás por el obispo Hugo Manuel Salaberry sj en declaraciones al periodista olavarriense Martín Miguel Rodríguez (Lu32).

Comunicado de la Pastoral Social

En 200 años de historia nacional, hubo convulsiones, enfrentamientos, idas y venidas, marchas y contramarchas. Enfrentamientos de exterminio, gobiernos legítimos, de facto y los arreglados centralmente como pseudo democracia, con patria para pocos y olvido del interior. Solemnidad institucional, sí, pero poco seria y para pocos, relegando una gran porción de argentinos, mirando para otro lado con vista nublada y haciendo oídos sordos a sus necesidades y reclamos.

Con dolor -con mucho dolor- recuperamos la democracia hace unos jóvenes cuarenta años y estamos empeñados, día a día unidos al pueblo argentino, en preservar la República y sus instituciones. La fragilidad de los vínculos familiares y de familia argentina, requiere de anhelo y abrazos de paz, no de violencia.

La violencia nunca va a permitir la solución de los problemas. El respeto a las personas y a las instituciones, la escucha, el diálogo, el trabajo conjunto, la búsqueda de consensos deben ser el marco para que a la vez se pueda crecer en construcción de ciudadanía y en la consolidación de la democracia.

Todas cuestiones ausentes en los acontecimientos del miércoles pasado. Fuera del recinto, por la violencia que todos vimos y adentro, por la farsa de un simulacro de pelea entre partidarios, pactada para lograr la suspensión de la sesión. Dos violencias, la física y la farsa, que es la que más daño causa.

Suena paradójico, pero en octubre de 2014 fue seriamente criticado el Protocolo Antipiquetes que se desplegó contra las movilizaciones de jubilados que rechazaban el veto presidencial a la ley de modificación de la fórmula de movilidad jubilatoria: ‘En vez de pagar la justicia social, pagaron el gas pimienta, ténganlo en cuenta. El silencio frente a la injusticia abre paso a la división social, la división social a la violencia verbal, la violencia verbal a la violencia física y la violencia física a la guerra de todos contra todos. Ahí está la cola del Diablo’.

Expresamos nuestro rechazo a la violencia y a la desmedida represión que se vivió en nuestro país. Antes de ayer (miércoles 12 de marzo) se escribió otra página vergonzosa, una especie de reedición de la historia negra que detestamos y de ningún modo nos hace bien como país.

Apelamos al buen juicio, a la reserva moral del pueblo argentino, a la protección de Dios, fuente de toda razón y justicia, para encontrar el camino de la unidad que nos conduzca a la consolidación y fortalecimiento de la Patria.

Pastoral social de la Diócesis de Azul – Obispado de Azul

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