Secuestran 360 animales tras una estafa por 260 millones de pesos

La Fiscal Paula Serrano investiga una estafa en la venta de vacunos, que fueron entregados en otra provincia, pero no se pagaron. Por ahora, es la primera denuncia, aunque no descartan que haya más en las próximas horas, lo explicó en LU32.
La titular de la UFI N° 4, brindó detalles del caso en el que se investiga una maniobra de parte de un cliente olavarriense con una consignataria de hacienda. Tras la operación de venta, los animales fueron trasladados a otra provincia, aunque no fueron pagados.
La fiscal señaló que “al menos en la Fiscalía 4” es la primera denuncia. “No estoy al tanto de que haya otra. Sí nos han hecho comentarios como que se iba a hacer otra denuncia, pero no se han presentado hasta el momento, por lo menos no en nuestra Fiscalía”.
Tras la denuncia, la Justicia ordenó un procedimiento en el cual se secuestraron 360 animales en la provincia Santa Fe.
“Esos animales se habían adquirido en Olavarría directamente a la consignataria y también en un remate de feria de la Sociedad Rural a la misma consignataria, por lo que tenían varias marcas, eran como entre 12 y 14 marcas de distintos propietarios”, describió y comentó que “en el operativo que se llevó a cabo a través de la Patrulla Rural de Olavarría, que se trasladó hasta un campo de la provincia de Santa Fe. Hubo que velar y constatar las caravanas de todos los animales. En el campo había muchísimos más, es un feed lot grande que tiene alrededor de 4.000 cabezas. Así que hubo que efectuar la revisión, pero enseguida con la colaboración de los empleados del lugar se pudieron encontrar todos los que fuimos a buscar”.
La Dra. Serrano señaló que se trata de “era un cliente habitual y en la confianza del lazo comercial que tenían, se le entregaron los animales con facturación para que pudiera él disponer, bajo la promesa de que obviamente a las 48 horas tenía que efectuar el pago. Ese pago no se hizo, se produjo la intimación, tampoco se hizo. Y la particularidad que tiene este caso es que la persona que adquirió los animales, a los 10 días de haber hecho la operación comercial, se presentó en concurso preventivo de acreedores para intentar demostrar su insolvencia”.