Solicitaron la elevación a juicio de la causa que investiga el asesinato de un martillero en Azul
Fuente: Diario El Tiempo – Azul
El Fiscal a cargo de la investigación por el asesinato del martillero Eduardo Antonio Bustos, un hecho que se produjo en Azul durante el pasado mes de enero, dio por concluida la instrucción del sumario penal que llevó adelante por lo ocurrido y pidió que el acusado de haber cometido ese homicidio sea juzgado.
Ramón Omar Vélez -un mendocino oriundo de Villa Atuel y actualmente de 54 años de edad, quien había sido detenido en CABA a principios de febrero pasado y continúa encarcelado- se llama el imputado que tiene esa Investigación Penal Preparatoria ya concluida.
Adrián Peiretti, el titular de la UFI 13, formuló días pasados la solicitud para que el sumario penal iniciado por el crimen del agente inmobiliario, ejecutado de un balazo en la cabeza en su casa durante las primeras horas del 18 de enero de este año, se convierta en materia de un futuro juicio.
La requisitoria de elevación a juicio de esa causa la formuló ante el Juzgado de Garantías 1 actualmente a cargo de Federico Barberena, el magistrado que en los próximos días deberá resolver si da lugar a lo planteado por el representante de la Acusación.D
Desde el referido Juzgado, tras la solicitud del titular de la UFI 13 se corrió traslado de lo pretendido a Guillermo Mareco, el abogado que como defensor Particular patrocina al imputado, para saber si manifiesta oposición a que el sumario penal se convierta en materia de un juicio.
Algo que, de suceder, implicaría que también presente un pedido de sobreseimiento para su asistido, a quien -teniendo en cuenta planteos que ya ha realizado ante diferentes instancias judiciales y que no han prosperado- considera completamente ajeno a lo sucedido.
El representante de la Acusación había formulado la requisitoria ante Garantías 1 el 3 de junio pasado. Y de acuerdo con lo también explicado, todavía no venció el plazo de quince días «corridos» que tiene el Juez garante para resolver sobre ese pedido para que este expediente transite hacia la próxima etapa del juicio.
Teniendo en cuenta que durante la tramitación de ese sumario penal había sido ampliada la imputación para el investigado, de ser juzgado Ramón Omar Vélez llegará a ese futuro proceso acusado de los delitos de homicidio agravado por el uso de arma y robo en concurso real de acciones.
Un balazo en la cabeza
En ese pedido formulado para que esta causa se convierta en materia de un juicio, desde la imputación volvió a señalarse que Vélez, ese ya referido 18 de enero, mató de un disparo en la cabeza -mediante el empleo de un revólver calibre 22 que nunca pudo ser hallado- al martillero Bustos.
El crimen había tenido como escenario la casa en Azul, situada sobre la calle Rauch, donde la víctima -que tenía 55 años- se domiciliaba. Misma propiedad donde también poseía su inmobiliaria.
A través de lo investigado pudo determinarse que el viernes 17 de enero el imputado llegó en su auto particular a Azul, ciudad a la que ya había venido en varias oportunidades; que a ese rodado lo dejó estacionado en el Barrio «18 de Abril» y que desde ese lugar cercano a las vías se dirigió caminando hasta la vivienda del martillero, a quien al parecer ya conocía.
Estando juntos en ese inmueble, donde también cenaron, se produjo el asesinato, que recién aquel sábado 18 de enero sería descubierto varias horas más tarde, cuando Bustos fue hallado tendido en el piso y ya sin vida -sobre un pasillo que comunica un baño con la cocina- como consecuencia de ese disparo que recibió en su cabeza.
Además a Vélez se le atribuye, inmediatamente después de sucedido el asesinato, haber «limpiado» la escena del crimen llevándose diferentes elementos propiedad del martillero. Entre ellos, el registro de grabaciones de cámaras de seguridad que el agente inmobiliario tenía instaladas en su propiedad y el CPU de una computadora.
Una vez iniciada la investigación penal por lo ocurrido pudo determinarse también que a Bustos le faltaron varios relojes -uno de los cuales sería hallado en poder del imputado cuando fue detenido en CABA el 4 de febrero pasado- y una pistola.
La reconstrucción del homicidio revela que, tras ejecutar de un balazo en su cabeza al martillero, Vélez huyó en la camioneta de la víctima, que sería hallada abandonada sobre la calle Olavarría de la vecina localidad dos días después de sucedido el crimen. Y que para irse de Azul, el hombre que sigue preso lo hizo en el Chevrolet Corsa con el que había viajado ese fin de semana en que se produjo el asesinato que le imputan. Un vehículo que también sería incautado cuando al encausado lo detuvieron en el barrio porteño de Villa Lugano a principios de febrero pasado.
«El homicidio se produjo durante las primeras horas del sábado 18 de enero de 2025, el imputado estuvo en Azul dos viernes anteriores: el 3 y el 11 de enero por escaso tiempo… con lo que se puede presumir que vino a hacer algún trabajo previo de inteligencia o realizar alguna diligencia vinculada a lo que ocurriría el sábado 18 a la madrugada», se menciona también con relación al accionar del encausado, quien luego del crimen -por motivos que en la investigación penal ya concluida no se determinaron con certeza- «no volvió más a Azul». Una situación por la que el fiscal Peiretti continúa sosteniendo que las visitas de Vélez a Azul tenían «claramente» como objetivo darle muerte a Bustos.
Tras lo que había sido en febrero pasado su detención en Ciudad Oculta, la villa que está en Capital Federal, una vez trasladado a Azul Ramón Omar Vélez fue llevado a sede judicial para ser indagado como el probable autor del asesinato del martillero.
En esa audiencia desarrollada en la UFI 13 el acusado, que tiempo atrás ya había estado preso en una cárcel del Servicio Penitenciario Federal cumpliendo condena por otro delito, no declaró.
«En dicha ocasión -se menciona en el escrito formulado para que la causa por el asesinato de Bustos se convierta en materia de un juicio- negó su participación en el hecho que se le imputa, afirmó no conocer a nadie en Azul y que sólo habría ingresado a Azul ‘de pasada'». Algo que, según su abogado dijera, Vélez solía hacer mientras trabajaba como «culatero», tal como se les llama a quienes hacen custodias no oficiales de vehículos que transportan diferentes elementos de valor en las rutas.
De aquella audiencia a tenor de lo que establece el artículo 308 del CPP se menciona que el acusado de matar al martillero «realizó una descripción absolutamente efímera, extraña a los hechos, con una clara intención de desvincular su responsabilidad y mejorar su situación procesal, evitando incluso responder cualquier tipo de preguntas por parte de la Fiscalía que podrían haber resultado aclaratorias o ampliatorias de sus dichos».
«Tampoco brindó ninguna prueba que intente desvirtuar la hipótesis de la Fiscalía y que pudiera efectivamente deslindar, o siquiera poner en duda, su responsabilidad por el hecho que se le imputa», puede leerse en lo sostenido por el titular de la UFI 13.
«Sus meras manifestaciones, carentes de sustento, de correlato con los hechos y las circunstancias objetivamente probadas por la Fiscalía denotan que la responsabilidad de Vélez en el hecho del que se lo acusa no puede siquiera ponerse en duda, puesto que como contrapartida de sus efímeras intenciones el Ministerio Público Fiscal ha logrado demostrar fehacientemente y con prueba suficiente en esta instancia su responsabilidad penal por la muerte de Bustos», se indica también.
El dato
De ser sometido a un juicio por la muerte del martillero y de resultar condenado en ese proceso, el «concurso real» de delitos que le imputan a Ramón Omar Vélez derivaría en que la pena que reciba vaya desde los diez años y ocho meses a los veinticinco años de prisión. Actualmente, luego de que su prisión preventiva por el asesinato de Bustos fuera confirmada desde la Cámara Penal departamental el pasado 4 de abril, sigue en la Unidad 35, la cárcel que está en la ciudad de Magdalena.
