Velan en Azul los restos de Monseñor Miguel Esteban Hesayne

El Obispo Emérito falleció en la tarde del domingo en la ciudad de Azul donde había nacido en 1922. Sus últimos años transcurrieron en la vecina localidad.

Con información de Página 12 / Radio Azul.

En la jornada del domingo murió el Obispo Miguel Esteban Hesayne. El Obispo Emérito de la Viedma falleció en la ciudad de Azul donde había nacido el 26 de diciembre de 1922. A la fecha Monseñor Hesayne erael obispo argentino con más años de ordenación sacerdotal.

Su deceso se produjo alrededor de las 14 en el Sanatorio Azul donde había ingresado el viernes pasado.

Desde la tarde de este domingo los restos del Obispo son velados en el Instituto Cristífero de la ciudad de Azul, fundado por él junto a religiosas que allí habitan, ubicado en Bolívar 495.

En la mañana de este lunes la capilla ardiente se instalará en la Iglesia Catedral desde las 10,30 y a las 16 se celebrará misa de cuerpo presente.

Sus restos descansarán en el Mausoleo de los Obispos de la Iglesia Catedral, según se indicó desde la casa de servicios fúnebres Di Blasio SRL.

Obispo Miguel Esteban Hesayne

Nacido en Azul el 26 de diciembre de 1922, tuvo una larga trayectoria eclesiástica, fue Obispo de Viedma en la Provincia de Río Negro, desde donde alzó su voz contra los crímenes de la dictadura militar.

Las últimas décadas de su vida transcurrieron en la ciudad de Azul.

El 5 de abril de 1975 el papa san Pablo VI lo eligió obispo de Viedma. Fue ordenado obispo el 4 de junio de 1975 en la catedral de Azul por monseñor Manuel Marengo, obispo de Azul, y los obispos co-consagrantes: monseñor Eduardo Francisco Pironio, obispo de Mar del Plata, y monseñor Miguel Ángel Alemán SDB, obispo de Río Gallegos.

Tomó posesión e inició su ministerio pastoral como tercer obispo de Viedma el 8 de julio de 1975.

Renunció al cumplir 75 años de edad el 28 de junio de 1995. Su lema episcopal es: “Para servir y dar la vida”.

“La tortura es inmoral, la emplee quien la emplee”

El 21 de abril de 1977 Hesayne intentó presentar al ministro del Interior de la dictadura, Albano Harguindeguy, de visita en Río Negro, los casos de violaciones a los derechos humanos que se denunciaban en el Obispado. “Regresé de dicha entrevista angustiado, apenado y embargado de un gran temor por el futuro inmediato de nuestro país”, escribió tres días en una carta dirigida a Harguindeguy.

Hesayne dijo entonces haber comprobado que no se trataba de “errores cometidos por algunos” sino que “desde la alta oficialidad se reniega prácticamente del Evangelio al ordenar o admitir la tortura como medio indispensable”. También señaló públicamente: “La tortura es inmoral, la emplee quien la emplee. Es violencia y la violencia es antihumana y anticristiana”.

Su declaración en el juicio por la muerte de Angelelli

En 1985, Hesayne declaró en el Juicio a las Juntas. En 2006 fue también uno de los testigos en el juicio por la muerte del obispo Enrique Angelelli, a la que calificó como un “martirio”. Recordó que Angelelli le dijo que estaba siendo perseguido y le manifestó su intención de renunciar porque veía cómo le estaban matando a su ovejas, ya que no podían –o no habían logrado– matarlo a él.

A los pocos días de la muerte del obispo riojano, Hesayne recibió un anónimo en carta expresa con matasellos de Córdoba en la que le decían más o menos estas palabras: “No siga hablando, ya hemos callado a Angelelli”.

Frente a la pobreza

En democracia, Hesayne mantuvo en alto su voz contra las políticas de ajuste. En los ’90 se opuso abiertamente a la política económica del menemismo. Defendía la necesidad de que los hombres de la iglesia participaran en política, y recurrió a la publicación de cartas como modo de hacer escuchar sus cuestionamientos.

En 1999 le escribió a Carlos Menem, en medio de una polémica que el entonces presidente mantuvo con el titular de Cáritas de Argentina, el obispo Rafael Rey. Menem aseguró que en su gestión la pobreza había bajado, Rey lo desmintió, con la aclaración de que había aumentado en relación a los cinco años previos. Menem acusó a Rey de “mentiroso”· Hesayne decidió entonces escribir su carta. “Ud. puede hasta engañar al Papa con sus falacias políticas, pero no a Jesucristo, para quien todos sabemos que verdaderamente hoy la pobreza es demasiada”.

En 2001, con otra carta, criticó las políticas neoliberales de Fernando de la Rúa. “Su gobierno viene tomando medidas que son un genocidio de guante blanco”, sostuvo. Y se preguntó si era lícito que el presidente siguiera comulgando.

Durante la presidencia de Eduardo Duhalde salió al cruce de los pedidos de que necesitaba tiempo para salir de la crisis. ” Con la ‘caridad limosnera’ o ‘ayuda social’ no se cumple con la justicia social. El primer derecho de un hombre o de una mujer es el trabajo dignamente remunerado. Van a ser 26 años que vengo escuchando la promesa de que, una vez arregladas las grandes finanzas y pagadas las deudas del Estado se va a encarar la solución del problema social en forma digna. Se lo oí al ministro Martínez de Hoz en noviembre de 1976, en al aula episcopal pidiendo paciencia a los obispos. Y ahora se escucha de ud. y colaboradores que se tenga paciencia”.

El obispo se destacó durante toda su trayectoria por su compromiso social y por su tarea en defensa de los derechos humanos, aun cuando esto lo llevó a enfrentarse con muchos de los miembros de la jerarquía católica argentina. En 1995, cuando tenía 72 años de edad y todavía le faltaban tres para llegar al límite establecido por la Iglesia para abandonar el gobierno pastoral de una diócesis, renunció a su cargo. Desde su retiro se dedicaba a la formación del laicado, en la ciudad de Azul.

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