Venezuela: Masacre tras un motín


Un motín registrado el miércoles en unos calabozos policiales de la ciudad venezolana de Valencia (norte) dejó al menos 68 muertos, según cifras del fiscal Tarek William Saab, que lleva la causa. Entre las víctimas hay policías, presos y familiares.

En redes sociales puede leerse: «El Ministerio Público informa a la opinión pública que ante los terribles hechos acaecidos en la Comandancia de la Policía del Edo Carabobo, donde por un presunto incendio fallecieron 68 personas, hemos designado 4 fiscales para esclarecer estos dramáticos hechos».

El principal desencadenante de la masacre fue un enfrentamiento entre los propios reclusos, que viven hacinados en las instalaciones, según explicaron fuentes policiales. Pero la ONG Una Ventana a la Libertad, la principal del país en defensa de los derechos de los reclusos, adelantó la posibilidad de que un motín haya provocado la tragedia. La gran mayoría de las víctimas perdieron la vida por asfixia.

«Estamos determinando con exactitud la cantidad de víctimas», reconoció Jesús Santander, mano derecha de Rafael Lacava, gobernador de Carabobo.

Los distintos relatos de lo sucedido coinciden en que a uno de los guardias le arrebataron su arma y que después se generó el incendio. Las llamas se extendieron a toda velocidad. Un grupo de agentes abrió un agujero en uno de los muros para intentar extraer a los detenidos. En las primeras imágenes también se observan cuerpos quemados.

En las inmediaciones de la comisaría se vive entre el drama y la tensión, incluso los familiares se han enfrentado a las fuerzas policiales. «Queremos responsabilizar de manera directa a la ministra Iris Varela y al Ministerio del Servicio Penitenciario por este hecho. Esta es una situación que hemos venido denunciando desde hace varios años», dijo Carlos Nieto, presidente de la ONG, quien añadió que todas las policías del país se encuentran en «estado de caos» por el hacinamiento existente en las celdas, ya que el gobierno prohíbe el ingreso de nuevos reclusos en las cárceles si no son autorizados por el Ministerio.

Los cálculos de Una Ventana a la Libertad es que el hacinamiento supera el 300% en las comisarías venezolanas. También se trataba de la principal queja de los reclusos en PoliCarabobo. La estampa habitual son los calabozos saturados, construidos para 40 personas y con más de 100 en su interior «en condiciones de insalubridad».

«Muy grave lo que está ocurriendo con los privados de libertad en la Comandancia de la Policía de Carabobo. El gobierno de Venezuela desmontó el Estado para controlar y manipular la información oficial de violaciones de derechos humanos. Los familiares de las víctimas merecen la verdad», protestó Luisa Ortega, fiscal general en el exilio.

La tragedia de Carabobo supera a las otras ocurridas durante el gobierno de Nicolás Maduro, como las de la cárcel de Uribana (con 61 y 33 víctimas mortales) y la de Amazonas el año pasado, que se cobró la vida de 38 personas.

Decenas de familiares protagonizaron una situación violenta mientras esperaban información

«Él está detenido por robo, pero no por eso pueden quitarle la vida como si él fuera un perro», añadió la trabajadora del hogar de 35 años sobre los hechos, un supuesto motín que comenzó pasadas las 04.00 horas locales según lugareños.

Después del incidente varias decenas de familiares aguardaron durante la tarde frente a la comandancia policial en espera de información, una situación que se tornó violenta y derivó en lanzamiento de gases lacrimógenos por parte de la veintena de efectivos policiales que resguardaban la comisaría.

Más tarde la Gobernación de Carabobo expresó en una nota de prensa su solidaridad a los familiares de las víctimas fatales y aseguró que dará apoyo «con los servicios funerarios y posterior sepultura de los reclusos fallecidos».

(La Nación / El Mundo)

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