Caso Ortega: Pidieron perpetua para el agente policial Juan Coria
llevó a cabo en Azul la última jornada de audiencias antes de la lectura
de la sentencia que se conocerá el próximo miércoles. En los primeros
alegatos el fiscal Martín Pizzolo solicitó la máxima pena para el
acusado. También lo hizo el abogado de la familia, Mariano López
mientras que el defensor del acusado, Samuel Bendersky pidió la
absolución. Hubo más testigos y Coria dio su última palabra.
Jorge Scotton/ Enviado Especial
El fiscal encargado de llevar a cabo la acusación Martín Pizzolo y el abogado de la familia Ortega, Mariano López solicitaron este jueves la pena de prisión perpetua para el policía de la Comisaría Primera, Juan Coria –
acusado de asesinar de un disparo a Jorge «Tito» Ortega cuando este
intentaba suicidarse- durante los alegatos realizados en la sala de
audiencias del TOC 1 de Azul.
En tanto, el defensor del acusado, Samuel Bendersky, pidió la absolución del policía Juan Coria por considerar que actuó bajo el principio de «legítima defensa».
El alegato del fiscal Pizzolo
El fiscal de juicio solicitó la máxima pena para el acusado y la inhabilitación de por vida para desempeñarse como funcionario público.
Sostuvo que quedó acreditado que el sargento Juan Coria disparó «con clara intencionalidad de ocasionarle la muerte a Ortega» y dijo que «no hay antecedentes de un hecho de similares características».
Alegó
que «quedó acreditado que es policía y no hay dudas que disparó» y
expresó que ambas armas (la que portaba Coria y la que tenía Ortega)
eran «aptas para disparar»
Recordó que Yésica Medina, la esposa de la víctima, estuvo «llamando al 101 para que la policía la ayude» y cargó contra el efectivo Cristian Barbesín por obrar «en forma negligente»
ya que «se puso al descubierto frente a una persona armada» y por sus
dichos, en especial cuando declaró que Ortega «había dado dos pasos
hacia delante».
Pizzolo
comentó que le «llamó la atención la fragilidad de memoria de los
policías» y el hecho que «todos estaban mirando el arma de Ortega y
nadie vio alrededor» dijo.
Expresó que Ortega «nunca supo quien
era Coria porque nunca lo había visto» y alegó que la actuación de Coria
«va a en contra de la gradualidad y la racionalidad que debe efectuar
un policía en estos casos».
«La única vida que no se respetó fue
la de Ortega» planteó y remarcó que Juan Coria «no se identificó como
policía» ni dijo «que iba a usar un arma de fuego».
Descartó que existiera «legítima defensa»
porque «no se cumplió el principio de agresión ilegítima» sostuvo y
recordó que «Ortega se quería quitar la vida» y por eso «había gatillado
sobre el mismo y no sobre los policías».
Para el fiscal «era intrascendente si Ortega estaba parado o sentado» y denunció que en las declaraciones de los policías durante el juicio hubo «corporativismo policial».
Consideró
que Ortega no «tenia rasgos de personas inimputable porque estaba
depresivo» y sólo marcó como atenuante «el buen concepto y la falta de
antecedentes» del agente Coria.
Finalizó con el pedido de
«Prisión perpetua» más «inhabilitación de por vida» para desempeñarse
como funcionario público con el agravante de la «extensión del daño
causado a la familia».
El alegato del abogado de la familia, Mariano López
Para el abogado que actúa como particular damnificado el efectivo Juan Coria «pudo obrar de otra manera»
y recordó un caso ocurrido años atrás en la Cámara Empresaria cuando un
hombre ingresó con un arma con la intención de suicidarse y pudo ser
convencido para cambiar su actitud por parte del ex fiscal Matías
Castro.
Pidió que se mantenga la imputación por «homicidio doblemente agravado por el uso de arma de fuego y por ser funcionario público» y a diferencia del fiscal de juicio, consideró que «no hubo atenuantes». Pidió la pena de prisión perpetua.
El alegato de la Defensa de Juan Coria
Finalmente alegó el defensor del acusado, Samuel Bendersky, quien pidió la absolución del agente Coria al considerar que no hubo «dolo o voluntad de Coria» de matar a Jorge «Tito» Ortega y pidió el cambio de calificación de la causa.
Manifestó que el accionar de su defendido actuó bajo el principio de «legítima defensa». En ese momento, el
padre de la víctima, Jorge ortega, interrumpió la presentación y a los
gritos señaló a Juan Coria y le manifestó: «lo mataste porque sos un
cagón». El Tribunal hizo desalojar la Sala de Audiencias.
Luego
Bendersky continúo con su presentación y recalcó que al personal
policial «no se lo instruye para una situación como esta» y cuestionó
los dichos del fiscal y el abogado querellante «por la imputación».
Expresó
que no se trató de un «homicidio doloso» y leyó parte de la declaración
realizada por el agente Juan Coria durante la instrucción de la causa y
consideró que «no hay dudas que la familia no vio lo que sucedió» en
referencia a sus declaraciones.
Valoró la coincidencia de los testimonios y ponderó las «pruebas planimétricas».
Dijo que está acreditado que «Tito» Ortega se puso de pie y argumentó que tampoco «hay dudas que el disparo ingresó por delante» y mencionó una pericia al arma de la víctima donde se estableció «que estaba apta para disparar».
Expresó
que en lugar de Juan Coria «hoy podría estar sentado Ortega» y señaló
que «hubo legítima defensa» de Coria ya que «hubo agresión ilegitima».
Reiteró
que su defendido procedió «bajo el amparo de la ley de actuación
policial» y pidió la absolución al igual que el cambio de calificación
legal de la causa.
La última palabra de Coria
Tras
los alegatos brindó su última palabra el imputado. Sostuvo que «es
fácil tratar de asesino a una persona desde atrás de un escritorio»,
recordó que tiene esposa e hijos y
señaló que «no tiene sentido salir a matar gente» dijo.
Previamente y para el cierre de la ronda de testimonios estaban citados el actual Jefe Distrital de Policía, Comisario Luis Albertario, quien
al quien al momento de los hechos que se juzgan era el responsable de
la Comisaría Primera y el ex titular de la Policía Distrital Néstor
Ordoqui.
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