Continúan los trabajos de desratización en el arroyo Tapalqué
Las tareas de control de roedores
se iniciaron en el mes de mayo, y se desarrollan en dos tramos del
arroyo: desde Del Valle a Colón, y desde Del Valle hacia Avellaneda.
Se extienden por un plazo de seis meses hasta la eliminación del
roedor.
se iniciaron en el mes de mayo, y se desarrollan en dos tramos del
arroyo: desde Del Valle a Colón, y desde Del Valle hacia Avellaneda.
Se extienden por un plazo de seis meses hasta la eliminación del
roedor.
El Gobierno Municipal, a través de la
Dirección de Inspección Sanitaria y Bromatología, dependiente
de la Secretaría de Prevención y Atención Sanitaria, recuerda que
continúan los trabajos de control de roedores en el arroyo Tapalqué.
Dirección de Inspección Sanitaria y Bromatología, dependiente
de la Secretaría de Prevención y Atención Sanitaria, recuerda que
continúan los trabajos de control de roedores en el arroyo Tapalqué.
El área a tratar es a nivel de
barrancas, en ambos márgenes, y se divide en dos tramos, desde el
puente de Av. Del Valle al puente Av. Colón, y desde el puente de
Av. Del Valle al puente de Av. Avellaneda.
barrancas, en ambos márgenes, y se divide en dos tramos, desde el
puente de Av. Del Valle al puente Av. Colón, y desde el puente de
Av. Del Valle al puente de Av. Avellaneda.
Según explica el Director de
Inspección Sanitaria y Bromatología, Federico Larroudé, la
metodología utilizada es a través de cebaderos comerciales o de
construcción casera. “Están
realizados de caño estructural de 4 pulgadas de 150
mm ancho x 60mm alto x 50 cm de largo o caño PVC
reforzado de 2.5 a 4 pulgadas (máximo). Tienen un
soporte interno para contener el cebo y
colocado el mismo equidistante de los extremos para que no pueda
acceder otro animal que no sea el roedor. Asimismo están fijados al
terreno mediante jabalina o tirafondo, para evitar el posible
traslado de los cebos hacia
otros sitios por parte de personas o animales”, indicó.
Inspección Sanitaria y Bromatología, Federico Larroudé, la
metodología utilizada es a través de cebaderos comerciales o de
construcción casera. “Están
realizados de caño estructural de 4 pulgadas de 150
mm ancho x 60mm alto x 50 cm de largo o caño PVC
reforzado de 2.5 a 4 pulgadas (máximo). Tienen un
soporte interno para contener el cebo y
colocado el mismo equidistante de los extremos para que no pueda
acceder otro animal que no sea el roedor. Asimismo están fijados al
terreno mediante jabalina o tirafondo, para evitar el posible
traslado de los cebos hacia
otros sitios por parte de personas o animales”, indicó.
Los cebaderos son de color oscuro para
disminuir su visibilidad y están identificados con etiquetas
resistentes a la intemperie, que contiene los siguientes datos:
peligro, veneno o toxico, en letras rojas, producto utilizado, y
empresa responsable, con nombre del titular.
disminuir su visibilidad y están identificados con etiquetas
resistentes a la intemperie, que contiene los siguientes datos:
peligro, veneno o toxico, en letras rojas, producto utilizado, y
empresa responsable, con nombre del titular.
En cuanto a los productos
utilizados, “se
trata de preparados comerciales en base a anticoagulantes orales de
Tercera Generación, con toxicidad diferencial (alta en roedores y
baja en otros mamíferos y hombre), aprobados por la Secretaría de
Salud Pública de la Nación”, señaló
el titular del Área.
utilizados, “se
trata de preparados comerciales en base a anticoagulantes orales de
Tercera Generación, con toxicidad diferencial (alta en roedores y
baja en otros mamíferos y hombre), aprobados por la Secretaría de
Salud Pública de la Nación”, señaló
el titular del Área.
Los cebaderos están distribuidos en
las barrancas del arroyo, a una distancia no mayor a 10
metros entre sí, en ambos márgenes. Varía la cantidad de
acuerdo a la actividad de los roedores. La frecuencia del monitoreo
es semanal. El trabajo se extiende por un período de 6 meses.
las barrancas del arroyo, a una distancia no mayor a 10
metros entre sí, en ambos márgenes. Varía la cantidad de
acuerdo a la actividad de los roedores. La frecuencia del monitoreo
es semanal. El trabajo se extiende por un período de 6 meses.
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