Crimen del ferroviario: una de las imputadas estuvo en Olavarría el día del homicidio


A través de pericias telefónicas se estableció que entre las 9:00 y las 21:00 del 9 de febrero, el celular de Claudia Baldini hizo y recibió llamados desde Olavarría. Además, se determinó que utilizaba un alias, se hacía pasar por abogada y había cometido una estafa.

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Este lunes se desarrolló la séptima jornada del juicio por el homicidio de Alberto Castro ocurrido el 9 de febrero de 2010 en su vivienda de Pringles casi Bolívar. Los cuatro testimonios de la jornada correspondieron a policías de la División de Delitos Complejos quienes expusieron en detalle los pasos dados para establecer las conexiones entre las imputadas y se abocaron especialmente a Claudia Baldini. El dato sobresaliente de la jornada fue que mediante los peritajes telefónicos, se determinó que Baldini estuvo en Olavarría el 9 de febrero: entre las 9:00 y las 21:00 de ese día la mujer hizo y recibió llamados telefónicos y la antena marcó que se encontraba en nuestra Ciudad.

Los policías viajaron especialmente a Azul para declarar en el Tribunal 2 que presiden los doctores María Alejandra Raverta, Roberto Gustavo Abudarham y Carlos Paulino Pagliere, expusieron la investigación que se desarrolló desde pocos días después de la muerte de Castro, cuando se cayó la hipótesis del robo para la fiscal Viviana Beytía que encabeza la acusación.

Se avanzó a través de los contactos telefónicos y explicaron cómo llegaron al domicilio de Claudia Baldini, en Florencio Varela, conurbano bonaerense. Baldini usaba el alias de Blanca Dufau y se hacía pasar por abogada. También esclarecieron una estafa por 6.000 pesos que cometió Baldini contra una mujer de apellido Sarmiento. Con esos datos iniciales avanzaron en el estudio de los contactos telefónicos del celular de la imputada, que tiene como característica el 011 y termina en 888.

El primer llamado que encontraron fue uno realizado a una persona que luego se identificó como José Soto, pai umbanda, religión que profesaba Baldini. Cuando se hizo ese llamado, la antena del teléfono se encontraba en Olavarría, informaron los investigadores con lo que situaron a la imputada en nuestra Ciudad el día del homicidio del ferroviario. Cuando los policías hablaron con Soto, lograron establecer que Claudia Baldini y Blanca Dufau eran la misma persona, y que se presentaba como abogada.

Expusieron los fluidos mensajes que habían mantenido Baldini y Mirta Gómez, la viuda de Castro y también imputada por el hecho. Finalmente, pasadas las 21:00 del 9 de febrero de 2010 hubo otro llamado y el celular de Baldini continuaba en Olavarría. En ese momento se cortan las comunicaciones hasta pasada la medianoche, cuando desde el celular de Baldini se hace un llamado a un número de Buenos Aires.

Otro dato que se destacó en la jornada fue el de un llamado realizado desde el teléfono de Mirta Gómez a las 1:17 del día 10 de febrero, cuando Castro ya había sido atacado y, según el relato inicial de la viuda, ella estaba inconsciente y maniatada, situación en la que permaneció supuestamente hasta pasadas las 2:00 de la madrugada. Los expertos indicaron que desde el teléfono de Gómez, se llamó al celular de Baldini, pero no hubo respuesta. Se estimó que para ese horario, Baldini ya estaba en viaje hacia su domicilio.

Los datos desde el celular que finaliza en 888 continúan a las 10:00 de la mañana del día 10 de febrero. Para ese momento, la antena indica que se encontraba nuevamente en Florencio Varela donde se contactó a un número que pertenece a un hombre propietario de un lavadero de ropa. Los investigadores estimaron que Baldini hizo lavar toda la ropa que había utilizado el día anterior en Olavarría. El llamado y el servicio prestado fue corroborado por el comerciante a los policías.

Los investigadores también ubicaron a la señora Sarmiento, y a través de ella, a una de sus hijas de apellido Chaparro, quien compartía pensión con Claudia Baldini y su hijo Kevin, también acusado en el marco del homicidio de Alberto Castro. Chaparro también reconoce que Claudia Baldini y Blanca Dufau son la misma persona, que en la pensión se hacía pasar por abogada y que solía portar un arma.

Chaparro aportó además otro dato crucial para la investigación: dijo que conocía a Kevin Baldini, y que este le había vendido el 25 de febrero un teléfono. Se trata del celular que había pertenecido a Alberto Castro. La mujer entregó el teléfono a la policía cuando, al día siguiente, los uniformados la contactaron. El teléfono actualmente está en poder de los hermanos de Alberto Castro.

Por otro lado, se indicó que más elementos que refuerzan el contacto entre las acusadas se obtuvieron en los allanamientos efectuados el 27 de diciembre de 2010, día en que fueron detenidas Baldini y Gómez. En la propiedad de Florencio Varela se secuestró una pistola calibre 40 con proyectiles, documentos falsos con los alias de Baldini y sellos de profesionales; y, en el departamento de Mirta Gómez, se halló una póliza de seguro de la víctima, de Ferrosur que tenía como beneficiaria a Gómez. Allí se encontró un papel con el número de teléfono de Baldini, el 011 que termina en 888.

Para este martes se esperan las declaraciones testigos del conurbano bonaerense, que ratificarán las exposiciones de los policías.

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