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“Atribuimos los infortunios de este mundo a los grandes malvados porque subestimamos la estupidez” dice Bioy Casares.
Es una idea que resume muy bien una sensación que se despierta cada vez que leo los titulares de los diarios o simplemente miro hacia los costados.
Este año arranca una reforma educativa que ataca el secundario. Lo convierte en obligatorio, cambia el diseño curricular, flexibiliza el régimen de asistencias entre los cambios mas destacados. Cuando digo “ ataca” no lo hago de manera inocente. La reforma avanza sobre el secundario con transformaciones que pueden convertirlo en una gran mentira. Una mas y van…..De la pomposidad de los anuncios a la aplicación real hay un abismo. Es posible y no deseable que esto se resuma en nivelar para abajo los contenidos exigibles a la hora de promocionar. Todo alineado con el objetivo de ocultar la deserción y la pauperización progresiva de la educación publica. O a algún lector iluso se le ocurre que el sistema privado va a aceptar a rajatabla cada disposición disparatada que emane del Estado ?
Es posible, pensando en términos lógicos, que directivos e inspectores, caigan en la cuenta que no tienen aulas, a 5 días del comienzo de clases? A menos que la reforma incluya un sistema ACME de generación espontánea de aulas, era un problema bastante obvio de anticipar.
Paralelamente, nuestros sesudos gobernantes, ofrecen un sistema de inclusión de vanguardia y novedosisimo que consiste básicamente en hacerse el tonto. Si un alumnos tiene problemas para permanecer dentro del aula atento al trabajo, debemos pensar en las condiciones que lo llevaron hasta ahí. Y permitir que haga lo que le parezca porque es una manera de dejarlo ser. Avestruz!! .
Si no aprendió lo mismo que los demás, pensemos que sabe mas que cuando ingreso al sistema. Olvidemos que eso podría haberlo logrado sin la ayuda del sistema. Ni pensar que egresado sin honores, esta en la misma posición de vulnerabilidad que si no hubiera estudiado.
Si todos lo recursos anteriores fallan, siempre queda uno que es infalible: el profesor no supo encontrar las herramientas adecuadas para torcer el destino que doscientos años de historia política le impusieron a ese joven.
Cuando tengo pesadillas, sueño que no es este un plan perfecto para mantenernos de rodillas sino una consecuencia lógica de una multitud de idiotas con poder publico.
Y tristemente avalado por una multitud de ovejas que, sumisamente, ponemos en practica el disparate oficial.
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