En marzo se realizará una “croteada” por los Museos Municipales de los Pueblos

Muchos linyeras o crotos (llamados así porque se beneficiaron de una ordenanza dictada en 1920 por el gobernador José Camilo Crotto, que permitió a los braceros viajar libremente en los trenes de carga cuando fueran a trabajar a las cosechas) recorrían el país con textos de Bakunin, Kropotkine y Malatesta.

El croto, individualista, con toques románticos, preindustrial, era un campo fértil para que prendieran las ideas libertarias. La mayoría de los crotos, sin embargo, eran hombres marginados por la sociedad, muchos de ellos inmigrantes, sin familia, solitarios, que recorrían en los trenes los desérticos paisajes de la Argentina.

Trabajaban en la cosecha de maíz, que se recogía a mano, y se hospedaban en los galpones donde se guardaba el cereal. “Pero en los tiempos de las crisis económicas, se agregaban miles de crotos nuevos. Pequeños comerciantes arruinados y hombres sin trabajo incrementaban el número. La policía los llevaba como ganado por las calles del pueblo para interrogarlos, identificarlos, amenzarlos, maltratarlos y dispersarlos. La sociedad los rechazaba: la mayoría no se volvía a integrar”, expresa Hugo Nario en El mundo los crotos, del Centro Editor de América Latina.

Según una estadística oficial del Ferrocarril Sud, en 1936 había 350 mil crotos. A fines de la década del 40, con la industrialización, el croto pasó a ser un recuerdo. Una imagen, un pedazo de historia, una triste memoria.

La Agrupación de Crotos libres hoy apuesta por otra realidad. La propuesta es trabajar, gastar y consumir menos. No obstante estar insertos en la sociedad, aspiran a ser libres y disfrutar de una vida simple, sin frivolidades.

Aseguran que no es misterio que en general, buscamos ganar más para consumir más, y lo mucho se vuelve poco con solo desear un poco más. Se dice que un hombre tiene éxito, cuando tiene dinero, “pero nosotros estamos convencidos que no es precisamente ese el camino del éxito o la felicidad. Por otro lado, revalorizamos el pensamiento de los grandes filósofos del siglo pasado quienes buscaban estar más cerca de la naturaleza lejos del ruido y de toda aglomeración”.

“En el intento somos muchas individualidades que nos resistimos a estar inmersos en la rueda de una sociedad de consumo que todo fagocita”, expresa Ana María Ordoñez, integrante de la Agrupación.

La propuesta se desarrollará el viernes 2 y sábado 3 de marzo, con la llegada a nuestra ciudad de un grupo de la Agrupación de Crotos libres de Mar del Plata, que se reúnen para salir en la intersección de las calles Libertad e Independencia.

Actividades a desarrollarse:

– Historias de crotos, recuerdos de Bepo Ghezzi, protagonista del libro Bepo el último Linyera de Hugo Nario y de la película “Que vivan los crotos” de Ana Polak

– Presentación del libro de Pedro Ribeiro, “Croteadas” y “Delfor, un Da Vinci Croto

– “Libros Libres”, entregarán libros a distintas instituciones

– “Ronda literaria” con lectura de cuentos y poesías.

– “Los libros y los Crotos”

VIERNES 2:

– Caminatas por las vías, uniendo los pueblos, saliendo del Parque Municipal La Máxima en bicicleta hasta Colonia San Miguel, con actividades en el parque de las maquinarias. A las 18 horas partirá la caminata, desde la estación de Sierras Bayas, subiendo al cerro San Cayetano, volviendo por Villa Mónica para llegar al Museo Municipal de Hinojo.

– En el Museo Municipal de Sierras Bayas se convocará a los artistas para charlar sobre el arte y los crotos, con proyección de películas y se compartirá la historia de “Delfor, un Da Vinci Croto”.

– Ranchada en el Museo Municipal de Hinojo, invitándose a participar a músicos, artistas plásticos, luthiers. La ranchada es el lugar donde distintos grupos de crotos se juntaban alrededor del fogón junto a las vías.

SÁBADO 3:

– Partirán colectivos para llegar al Museo Municipal de Espigas, (distante a 70 km de Olavarría), caminata por la feria y las taperas, para llegar a los galpones del ferrocarril donde se compartirán unos tártagos (forma en que los crotos denominaban al mate), con historias compartidas de crotos que llegaban al pueblo. En el Museo se preparará un Fruchi (forma en que los crotos denominaban al guiso), y los amigos del Museo prepararán distintos platos.

Inscripción.

Los interesados en participar de las actividades podrán anotarse en la Casa de la Cultura, ubicada en Coronel Suárez 2924 o comunicándose telefónicamente al 427180/ 426043. También podrán hacerlo en los Museos Municipales de los Pueblos.