Soja: el área perdida asciende a un millón de hectáreas
A la espera de que las labores de cosecha retomen fuerza, y se despejen las dudas, se mantienen las proyecciones de rindes para la región pampeana del mes pasado
Las lluvias sobre la franja oeste del país volvieron a engrosar -esta vez en 96 mil ha- las filas de los lotes perdidos por excesos de agua. Mejores rindes estimados para Chaco y Santiago del Estero compensarían buena parte de esta baja de superficie por cosechar, por lo que se mantiene la estimación de producción en 56 Mt.
De todas formas, la cosecha está muy retrasada: 8% del área recolectada, versus 13% la temporada pasada y 30% sólo dos ciclos atrás. Si bien en algunas zonas bonaerenses, los primeros rindes indicaban mejoras sobre los guarismos proyectados, ahora hay incertidumbre. El temporal ocurrido entre el viernes 7 y lunes 10 de abril azotó la franja este de la región pampeana y encendió la señal de alerta. A la espera de que las labores de cosecha retomen fuerza, y se despejen las dudas, se mantienen las proyecciones de rindes para la región pampeana del mes pasado. De esta manera, la producción de soja se estima en 56 Mt. Se efectuaron ajustes en la superficie perdida, elevándola a 1,06 M ha, y en el rinde nacional, con una pequeña mejora a 30,9 qq/ha. No se varía la estimación de superficie sembrada con soja 2016/2017, en 19,2 M ha.
Marzo terminó con fuertes temporales sobre la franja oeste del país. El frente de destacó en la provincia de La Pampa, donde permaneció anclado durante los últimos días del mes. En el epicentro de la tormenta, en la localidad de Santa Rosa se superaron los 300 mm. Desde allí se extendió sobre el sur de Córdoba y Santa Fe, y sobre la margen oeste bonaerense. Otro foco de acción atacó al NOA con lluvias por encima de los 200 mm en Tucumán y Catamarca, afectando también a zonas aledañas de Jujuy y Salta.
Con los primeros días de abril el núcleo siguió actuando, comenzando a desplazarse al este. Este último fin de semana, del 7 al 10 de abril, la región pampeana tuvo devuelta lluvias, esta vez con un marcado gradiente hacia el este. Volvieron a haber fuertes montos acumulados. Los epicentros de acción esta vez fueron el SE de Corrientes, NE de Buenos Aires y SE de Santa Fe, y SE bonaerense. Esta vez las lluvias se destacaron sobre la región núcleo con lluvias superiores a los 100 mm que paralizaron las tareas de recolección. Allí, el noreste de Buenos Aires tuvo precipitaciones de 150 a 300 mm. En la localidad de Junín fue donde se dio este nuevo máximo pluvial.
Antes de estas lluvias, la potencia de cosecha se desplegaba aprovechando las condiciones de buen tiempo, presionada por los pronósticos de lluvias. Durante el transcurso de esta semana se fueron retomando las labores de cosecha desde las zonas menos afectadas. Al día de hoy, miércoles 12 de abril, en la zona núcleo se alcanzó a cosechar el 35% de la oleaginosa, siendo el área que más avanzó hasta el momento. El rinde promedio está en torno de los 40 qq/ha. Tomando los avances provinciales se nota un gran retraso con las labores de cosecha. El progreso es menor que el año pasado, siendo ese año emblemático por los problemas que hubo en la recolección.
Comparando los progresos para la misma fecha del 2016, en Entre Ríos se llegó ahora a cubrir el 4%, o sea dos puntos menos que en el ciclo pasado. En Córdoba el retraso es de 3 puntos, con un avance actual de 6%. Con un avance de cosecha del 5% Buenos Aires está 3 puntos por debajo. Sólo en Santa Fe se nota una ventaja sobre la campaña 2015/16; el avance presente es de un 24%, o sea 3 puntos por encima del 2016.
Hay que destacar lo siguiente en la problemática de lluvias de este año. Si bien hubo un mayor volumen de agua en juego, y una mayor extensión geográfica de las lluvias, esta vez las lluvias fueron más equitativas. Las lluvias estuvieron actuando primero sobre la franja occidental del país y luego sobre el oriente. En cambio en abril del 2016 las lluvias se ensañaron con el centro de Santa Fe. Las lluvias tuvieron un eje de acción sobre la provincia santafesina, prácticamente inalterable. Las provincias vecinas de Entre Ríos, Córdoba y Buenos Aires recibieron la influencia de estas lluvias. Esto se observa en los gráficos que muestran las lluvias de este año y las del 2016.
Los resultados parciales de cosecha que se estaban obteniendo en áreas de Buenos Aires, indicarían que podría haber un margen de mejora en la producción total. Pero también hay preocupación por la fuerte carga hídrica que han recibido. Mientras más tiempo pase en retomar las labores de cosecha, más aumenta la incertidumbre. Las posibilidades de desgrane, más las áreas anegadas, las enfermedades y el brotado pueden traducirse en pérdidas de rendimiento, y, por lo tanto, de producción.
Es importante señalar que los pronósticos están indicando una semana de buen tiempo. Esto sería muy importante para que se minimicen los problemas y el efecto adverso sobre la productividad unitaria. De todas maneras, la cosecha ha quedado envuelta en un complejo escenario de vulnerabilidad ante nuevas lluvias importantes.
Otro ajuste que se ha hecho es sobre la superficie perdida. En la región de La Pampa se estiman en 80 mil las hectáreas perdidas por los excesos que provocó el frente de tormenta. Hay otras 16 mil hectáreas afectadas por anegamientos entre el NOA y el este bonaerense que actualizan el nivel total de área perdida a nivel país a 1,06 M de ha.
Este nivel de pérdidas de producción quedaría compensado con los mejores resultados que se perfilan en las provincias de Chaco y Santiago del Estero. Son muy pocos los primeros lotes cosechados pero todo indicaría que se está ante una gran campaña. Los rindes se estiman en 27 quintales en Chaco y en 29 qq/ha en Santiago del Estero. Otro cambio que se ha hecho es sobre el rinde promedio de soja en la provincia de Entre Ríos. Se estima ahora con un quintal menos, según las estimaciones del SIBER (Bolsa de Cereales de Entre Ríos).
El avance de la cosecha de soja llega al 7,6% del área. La estimación de producción de soja se mantiene en 56 millones de toneladas, cómo el guarismo expresado en marzo. Se parte de una superficie sembrada de 19,2 millones de hectáreas, una superficie no cosechable de 1,06 M de hectáreas -5,5% del total implantado- y un rinde nacional promedio de 30,9 qq/ha.
En el cuadro que sigue se muestran los datos estimados detallados por provincia, mientras que para Entre Ríos se utilizan los datos de SIBER (Bolsa de Cereales de Entre Ríos).
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