Galli fuerte en lo local y con fallas en la sección; el nuevo rol de la UCR y la derrota del Frente de Todos
Escribe Sergio Di Pino.
Ezequiel Galli ratificó su liderazgo local aunque mostró falencias en su rol de armador seccional del Pro.
En Olavarría, la «lista de Ezequiel» fue la nómina más votada en general y derrotó, con buen margen, a la propuesta de la UCR en el plano interno. Una vez más, se consolidó como la oferta electoral más elegida por la ciudadanía de Olavarría, pese al desgaste que significa transitar por el sexto año consecutivo de ejercicio en el gobierno.
A nivel global, le alcanzó para ser la fuerza que cosechó mayor cantidad de votos (32,4%) y quedó por encima del Frente de Todos, que sumó el 30,34% de los sufragios en la figura de Maximiliano Wesner. En la interna, ganó por el 64,7 % contra el 35,2% que obtuvo el radicalismo, aunque deberá cederles el tercer y sexto lugar de la lista de concejales, dado que los boinas blancas superaron el piso del 25% necesario para la integración. De esta forma, la UCR se aseguró, de mínima, el ingreso de Sebastián Matrella al Concejo Deliberante y, eventualmente, un segundo escaño, si es que en noviembre Juntos consigue seis bancas (obtendría un lugar Belén Vergel).
La foto global de Juntos, marca un contundente triunfo por veinte puntos sobre el Frente de Todos (49,96% a 30,24%). Aunque es imprudente hacer un traslado lineal, se descuenta que gran parte de esos guarismos serán ratificados en noviembre. En ese sentido, los propios referentes del PRO y la UCR se encargaron de fortalecer el mensaje con una foto de unidad en el búnker de Ezequiel Galli. “El Frente Juntos le ganó por más de 20 puntos al Frente de Todos” arengó el Intendente y se mostró confiado en la antesala a los comicios de noviembre.
De cara a la sociedad, el encuentro dejó atrás las tensiones de la campaña y se acopló con la señal que intentaron transmitir Diego Santilli y Facundo Manes a nivel provincial, algo que también se observó en la mayoría de los municipios donde se impuso Juntos. Una lectura más hacia dentro del espacio, invita a pensar en que el radicalismo consiguió un sustento para asumir otro protagonismo en las discusiones y anticipa que el gobierno municipal deberá trabajar en la búsqueda de nuevos consensos internos.
Las distintas miradas sobre la realidad local, llevaron tiempo atrás a una escisión de bloque de Cambiemos y la UCR adoptó un posicionamiento muy crítico con el rol que ocupó Martín Lastape en el Concejo Deliberante. Más allá del encuentro “para la foto” de este domingo, las diferencias son notorias y se requerirá de mucha voluntad política para desarticularlas.
El análisis de los resultados obtenidos por el Frente de Todos no puede despegarse del desempeño nacional y provincial, aunque existe algún margen para la interpretación local. La derrota en 100 de los 135 municipios y en cada uno de los distritos de la séptima sección (incluidos los cuatro oficialistas), ofrecen un manto de contención al rendimiento de la nómina liderada por Maximiliano Wesner, que, dado el contexto, redondeó una buena elección.
Sin embargo, por lo bajo se escucharon algunas quejas sobre los modos de construcción dentro del espacio peronista y resonó un pedido de “pluralidad en serio” de cara al armado para el 2023.
Desde el Frente de Todos, el titular local del ANSES buscó transmitir optimismo y dijo que “gran parte de la ciudad de Olavarría votó contra la gestión municipal”, dado que intentó vincular al voto radical como opositor al de la gestión de Ezequiel Galli. “Vamos a caminar barrio por barrio, casa por casa, para buscar los votos” sostuvo de cara al futuro. El desafío de su espacio político, será buscar a sectores de la población desencantados que no fueron a votar en las Primarias, o intentar revertir la opinión de algunos sectores medios, en sintonía con los nuevos mensajes que bajarán tanto a nivel nacional como provincial.
Por último, hay que hacer mención a la gran elección realizada por la nómina que encabeza Celeste Arouxet. Con el 7,31% de los votos, “Avanza Liberdad”, se consolidó como tercera fuerza y quedó con buenas posibilidades de pelear por alguna banca en los comicios de noviembre. El Frente de Izquierda y de Los Trabajadores y Vamos Con Vos superaron con holgura el piso del 1,5% para competir en las generales aunque muy lejos de aspirar por algún lugar en el HCD. Unión Por Todos, Partido Republicano Federal, Movimiento al Socialismo y Todos Por Buenos Aires, no llegaron al mínimo exigido para participar de la próxima contienda.
Batacazo de la UCR en la Séptima, problemas para el PRO y el FdT se mantiene expectante
El radicalismo redondeó una gran performance en la séptima sección electoral y se impuso sobre el PRO en la interna de Juntos. La fórmula liderada por el senador radical y ex intendente de General Alvear, Alejandro Cellillo consiguió el 51,9% por sobre el 48,1% de los votos que alcanzó el olavarriense Diego Robbiani.
A priori, todas las miradas sobre la derrota amarilla se posan en el desempeño de Azul, donde el radicalismo sorprendió y derrotó a la lista de Hernán Bertellys, que llevaba como candidato al secretario de gobierno municipal, Alejandro Vieyra.
Más allá de lo determinante que pudo ser ese resultado- por su caudal electoral-, Ezequiel Galli también aparece como uno de los responsables de la derrota, al posicionarse y asumirse discursivamente como el Jefe Seccional del PRO.
Si bien en Olavarría, el PRO cumplió con la tarea y obtuvo una buena diferencia frente al radicalismo, Ezequiel Galli fue uno de los artífices de la sociedad con el intendente Hernán Bertellys. Desde el comienzo de las discusiones, el Intendente impulsó al “tándem Olavarría- Azul” y fogoneó la candidatura de Lucrecia Egger, pese a que el radicalismo había buscado, en primera instancia, algún tipo de unidad en el armado seccional.
Las otras graves dificultades se produjeron en General Alvear, donde el candidato fogoneado desde Olavarría no sólo perdió la interna, sino que quedó cuarto, aún por debajo del postulante de Guillermo Moreno. Otras derrotas sensibles, se registraron en Bolívar y Saladillo, donde el PRO cayó en la interna con contundencia. En distritos como Tapalqué, directamente los amarillos no tuvieron lista y en 25 de Mayo, ocuparon un lugar marginal, dada la prevalencia de la UCR y la Coalición Cívica en el armado. El mayor éxito se produjo en Roque Pérez, donde el histórico dirigente de la Coalición Cívica, Jorge Jesús Cravero, se quedó con una clara victoria sobre el oficialismo.
Con los resultados de la interna, los dos primeros lugares de la lista corresponden a “Dar el Paso” (Alejandro Cellillo de la UCR y la azuleña Lorena Mandagarán del GEN) y en tercer lugar se ubica, por ahora, Diego Robbiani, dado que superó el piso del 25% requerido. Si bien, hasta el momento, le alcanza para quedarse con una de las bancas, el Frente de Todos sumó el 30% de los votos y quedó a apenas 3 puntos de conseguir el número porcentual que le permita ingresar a un legislador.
En cuanto a la elección seccional del Frente de Todos, una primera lectura indica que pese a perder en todos los distritos, aún se mantiene expectante de conseguir una banca, algo que, ante el contexto nacional y provincial, puede leerse como una buena señal.
Sorpresivamente, el peronismo cayó en los cuatro distritos que gobierna: Roque Pérez, Tapalqué, 25 de Mayo y Bolívar (en estos dos últimos, si se tiene en cuenta la sumatoria entre las dos fuerzas de Juntos). Curiosamente, los mejores desempeños se dieron en General Alvear y Saladillo, dos ciudades gobernadas por la UCR y los resultados en Olavarría y Azul se ubicaron en la media del 30%.
Nuevamente, el análisis se centrará en el armado regional elegido por el Frente de Todos. La gran apuesta del espacio, fue “repatriar” al ex intendente de Bolívar, Eduardo “Bali” Bucca, quien regresó luego de su paso por el Frente Cumplir. Se buscó mostrar una “mayor amplitud” de cara a los sectores medios junto con la candidatura de la olavarriense, Liliana Schwindt, algo que en principio no tuvo los resultados deseados.
El sector de La Cámpora prevaleció por sobre los intendentes, a partir de la candidatura de Federico Aguilera en tercer lugar. El malestar inicial de algunos de los alcaldes, había derivado en un intento de construir, a contrarreloj, una lista propia que quedó en la nada. Esa decisión, excluyó del armado a otro referente de peso; el diputado provincial Walter Abarca. En lo que resta hasta las Generales, el conjunto de los dirigentes del FdT deberá trabajar en sumar los tres puntos que faltan para conseguir una banca. Luego será el tiempo de los reclamos.
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