Junio y el Sagrado Corazón


Por: Angélica Diez, Misionera de la Inmaculada Padre Kolbe, Olavarría.

Junio es conocido como el mes del Sagrado Corazón de Jesús en la Iglesia Católica. Este Corazón de Jesús, simboliza el amor incondicional de Cristo por la humanidad. Es una forma de manifestar nuestra fe y amor a Jesucristo, así como de recibir sus bendiciones y experimentar su amor en nuestra vida. 

En el lenguaje bíblico, el corazón tiene un significado mucho más amplio del que nosotros le atribuimos ordinariamente: indica toda la persona en la unidad de su conciencia, inteligencia, voluntad, libertad. El corazón indica la interioridad del hombre.  Con su costado abierto, Jesús nos dice: «Tú me interesas», «Tomo tu vida en mi corazón». Pero también nos dice: «Haz esto en memoria mía: cuida de los demás. Con todo el corazón. Es decir, experimenta los mismos sentimientos de mi corazón y toma las mismas decisiones que yo he tomado».

Esta devoción al Sagrado Corazón de Jesús subraya la importancia del perdón. La historia se remonta al siglo XVII, cuando Santa Margarita María de Alacoque, una religiosa francesa, recibió revelaciones de Jesús en Paray-le-Monial. En estas revelaciones, Jesús le mostró su corazón, símbolo de su amor y compasión por la humanidad, y le pidió que lo difundiera. El mensaje central es el llamado a la reparación y la conversión, la reparación de los pecados y las ofensas cometidas. Practicando esta devoción es un medio para obtener la gracia de Dios y experimentar sus bendiciones en la vida. Nos llama a vivir una vida de amor, compasión y servicio a los demás, implica la práctica de buenas obras, el perdón, la caridad y la justicia siguiendo el ejemplo de Jesucristo. 

Contemplar el Sagrado Corazón es encontrase con la expresión del amor de Dios por la humanidad, que se manifiesta en la vida, pasión y muerte de Jesucristo. Es en cada misa; donde se celebra la presencia real de Jesucristo en la hostia consagrada, este es el acto central de la devoción al Sagrado Corazón.

Celebrando el mes de junio nos reencontramos unos a otros en las jaculatorias expresadas con plena confianza y gratitud: “Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío” y, “Corazón de Jesús haz mi corazón semejante al tuyo”.

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