Kolbe; ayer y hoy 


Raimundo Kolbe, nació el 8 de enero de 1894 en la ciudad de Zdunska Wola, reino de Polonia (en ese momento parte del Imperio Ruso). Descubrió el llamado a la vida religiosa e ingresó a la Orden de los Franciscanos Conventuales. En el noviciado (1910) cambió su nombre por el de «Maximiliano» en honor a San Maximiliano de Celeia mártir. En 1911 profesó sus primeros votos y en 1914 los votos perpetuos. Es entonces cuando adopta el nombre adicional de «María», en honor a la Madre de Jesús.

En 1917 funda un movimiento llamado «La Milicia de la Inmaculada» cuyos miembros se consagrarían a la Virgen María y tendrían el objetivo de la construcción del Reino de Dios en todo el mundo. En palabras del propio San Maximiliano, el movimiento tendría: «una visión global de la vida católica bajo una nueva forma, que consiste en la unión con la Inmaculada.»

Con una tirada de 500 ejemplares en 1922 inicia la publicación de la revista mensual «Caballero de la Inmaculada», orientada a promover el conocimiento, el amor y el servicio a la Virgen María en la tarea de convertir almas para Cristo, en 1939 alcanzaría cerca del millón de ejemplares. En 1929 funda la primera «Ciudad de la Inmaculada» en el convento franciscano de Niepokalanów a 40 kilómetros de Varsovia, que con el paso del tiempo se convertiría en una ciudad consagrada a la Virgen dedicada a «conquistar todo el mundo, todas las almas, para Cristo, para la Inmaculada, usando todos los medios lícitos, todos los descubrimientos tecnológicos, especialmente en el ámbito de las comunicaciones.»

En 1941 lo llevan prisionero a Pawiak, para ser después transferido al campo de concentración de Auschwitz, en donde a pesar de las terribles condiciones de vida prosiguió su ministerio. En ese lugar, el régimen nazi buscaba despojar a los prisioneros de toda huella de personalidad tratándolos de manera inhumana e impersonal, durante su estancia en el campo nunca le abandonaron su generosidad y su preocupación por los demás, así como su deseo de mantener la dignidad de sus compañeros. Siguió, del modo que pudo, celebrando misas y orando sin cesar, el pabellón que estaba él casi no se escuchaban quejidos, sino oraciones. El 3 de agosto de 1941, un prisionero se escapa y al no ser encontrado dentro de las 24 hs. a modo de represalia, – ley del campo – encerraban a 10 presos en un calabozo, sin agua, ni alimentos, entre esos 10 estaba Franciszek Gajowniczek, que tenía esposa e hijos, Maximiliano, al saberlo, se ofreció a morir por él: “yo ocupo su lugar”, era el 14 de agosto, vísperas de la Asunción de María a los cielos. Fue canonizado como “mártir de la caridad” el 10 de octubre de 1982.

Actualmente siguen vivas obras inspiradas por él, tales como: los institutos religiosos de los frailes franciscanos de la Inmaculada, las hermanas franciscanas de la Inmaculada, así como otros movimientos consagrados a la Inmaculada Concepción.

Legó a toda la humanidad un maravilloso ejemplo de amor por Dios y por los demás. “Seamos apóstoles mediante el ejemplo de nuestra vida, apóstoles por medio de nuestras acciones”. En la actividad podemos servirnos de cualquier medio que sea bueno, licito”. (Escrito Kolbe 1220) “Cada uno considere el propio ambiente, la familia, los conocidos, los compañeros de trabajo… como el terreno de su propia misión, con el fin de conquistar estas personas a la Virgen…” (Escrito Kolbe 1127)

(°) Abel Galzerano, consagrado a la Virgen, Banfield.

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