Nuestra Señora del Buen Viaje


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            Cada  5  de  octubre  se  celebra a Nuestra Señora del Buen Viaje. Remontándonos al año 1.637, -la zona que hoy es la ciudad de Morón  (Bs.As.)-,  conocida  como Cañada de Juan Ruiz  había sido levantada una  ermita  en uno de los fortines, edificada por Don J. Francisco de Merlo. Esta advocación mariana nace de una imagen de la Inmaculada Concepción colocada a las orillas del Camino Real  que  conducía  a  Chile  y  Perú ¸ Los viajeros entraban a la ermita para encomendarse a la Virgen y pedirle un buen viaje, ante la amenaza de los peligros del indio que acechaba la inmensa llanura.  Esa era una parada obligatoria y  de  allí  surge “la  Virgen del  Buen  Viaje”.

            La antigua ermita se trataba de una construcción endeble con paredes de adobe y techo de espadaña cortada. Este primitivo oratorio fue durante varios años la única iglesia del pago y hasta allí llegaban los sacerdotes misioneros jesuitas y franciscanos para impartir los sacramentos. Hubo un  segundo templo fue levantado por el párroco Francisco Romero en 1.854 y en 1.868, el  mismo  sacerdote colocó en solemne ceremonia, la piedra fundamental del tercer y actual templo, ante autoridades locales y provinciales y en  1.871 fue  de  culto público. En 1.885 se finalizaron las dos torres. En 1.947 obtuvo la coronación diocesana de la Virgen  y en 1.961 la coronación Pontificia. En 1.963 el Papa Juan XXIII la declara Basílica Menor. En 1.982 el entonces papa Juan Pablo II oró ante la santa imagen.  (Datos tomados de Ezequiel Pavese).

            A la Virgen  del  Buen  Viaje  nos  encomendamos  todos: “Señora del Buen Viaje protege a tus hijos en el viaje de esta vida a la Patria eterna. Ayúdanos a ser fieles. Tú, que fuiste la siempre fiel. Intercede por nosotros para que no retrocedamos nunca ante los inconvenientes del camino. Enséñanos a ser discípulos de Tu hijo en la humanidad, en la pobreza, y en el abandono a la Voluntad del Padre.  Nuestra Señora del Buen Viaje patrona de la Diócesis de Morón,  ayúdanos a que como pueblo de Dios sintiéndonos Iglesia, podamos caminar confiados al encuentro del Padre. Amén”. 

                                (*)M. Elena Gandulfo,  Consagrada a la  Virgen, Grupo M.I. Tandil.

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