Panorama político: Del cierre de listas con un ojo en la interna a la nueva guerra que ya llega

Por Andrés Lavaselli
-Magario no-dijo Cristina Kirchner
-No me traen una opción mejor-respondió Axel Kicillof
-Por qué Katopodis, que obsesión con poner un dirigente “albertista”
-…
Ese diálogo, que, palabra más o menos, mantuvieron entre las 12 y las 13 del sábado del cierre de listas la expresidenta y el gobernador, tal vez sea un momento clave en el devenir del peronismo bonaerense. La resistencia del gobernador, que desoyó los dos pedidos de quien había sido hasta ahí su conductora incuestionable, desmonopolizó la lapicera electoral y, en el mismo movimiento, lo confirmó como un jefe emergente. Pero es un triunfo paradójicamente peligroso: al quedarse con los candidatos más visibles, Kicillof se expone a ser la cara de la derrota si las cosas no salen bien para Fuerza Patria.
“No son listas de unidad, son listas unificadas”: resignados, en FP suelen apelar a ese giro para explicar que el precario acuerdo que se firmó en La Plata apenas pausó, sin resolver, la disputa de fondo en el peronismo. Una dificultad adicional para el objetivo inmediato tras el cual ya se puso en marcha el gobernador: ser la figura que unifique las campañas separadas de las ocho secciones, con su gestión como contracara del modelo de Javier Milei en un contrapunto con agenda nacionalizada. Es una hoja de ruta con pocas referencias al encarcelamiento Cristina, y la proa puesta hacia 2027.
Esa centralidad redoblada es, de algún modo, una forma de plebiscitarse. Y asomó en las primeras actividades, con el gobernador encabezando actos y recorriendo distritos. Fue un arranque con primacia para los propios -estuvo con Verónica Magario y Mariano Cascallares más de una vez. Pero también se fotografió con Mayra Mendoza y Federico Otermín. Del otro lado, pareció haber cierta distancia: Máximo Kirchner subió al escenario a Guillermo Moreno, archi enemigo del gobernador y Cristina, que mandó a decir que está “a disposición”, envió mensaje a actos de dos intendentas propias.
El rol de Magario y Katopodis es esencial para esa estrategia del gobernador. Pero para ubicarlos en sus lugares, Kicillof pagó un costo alto: como contrapeso La Cámpora encabeza en cinco de las seis secciones del interior + La Plata, además de ubicar más dirigentes propios en lugares “a salir” que el Movimiento Derecho al Futuro (MDF). Así reforzará el control que ya tiene sobre los bloques legislativos, una llave de la gobernabilidad del último tramo del mandato del gobernador. Algunos relativizan esa cuestión con una observación sibilina: ¿habrá bloques unificados del peronismo después de octubre?
El diseño de FP, que invierte las primacías territoriales que se habían dado hasta ahora (el kicillofismo tuvo siempre más despliegue en el interior y el cristinismo había fortificado el Conurbano), se cruza con la principal incógnita de plantea la lectura de los resultados de la inédita elección del 7 de septiembre: ¿Ganará la fuerza que sume más votos en el total de la provincia, la que engrose más su tropa legislativa o la quie pinte de un color propio una porción más amplia del territorio? Una cosa no implica necesariamente a la otra, pero quien impone el relato sobre ese punto, se lleva el trofeo.
En la numerología de los estrategas del peronismo, para que la suma de los votos de FP dé más que el total de La Libertad Avanza el peronismo tiene que ganar por al menos 9 puntos de diferencia en la tercera sección, además de hacer una elección pareja y no subir una catástrofe en el interior. Hay una mirada que todos ponen en la segunda y cuarta secciones: HECHOS, el armado de los hermanos Passaglia y Somos con la incorporación del intendente PRO de Junín, podrían hacer buenas elecciones y equilibrar el mapa de distribución del poder en el interior, que de otro modo amenaza con pintarse toda de violeta intenso, color que podría teñir también el norte del conurbano.
La pelea nacional que llega
El cierre de las listas para elegir diputados nacionales complejizará el último tramo de la campaña. Como la fecha límite es el 17 de agosto, podría haber una guerra interna a solo dos semanas de los comicios bonaerenses: los negociadores del armado provincial tendrán que volver a pulsear con los enojos de hacer una semana todavía calientes. Juan Grabois, por ahora, es el único que amenaza en firme con romper en el peronismo. Dicen que en realidad su objetivo en encabezar por e FP y que sus amagues son gestos de una negociación tensa para que Massa le levante el veto. Pero si ocurre el quiebre podría ser una bomba de relojería: una ruptura a semanas de una elección no es la mejor receta para seducir electores.
Hay argumentos disímiles sobre la mesa. Cerca de Grabois dicen que dos listas pueden sumar más legisladores que una sola, aunque dejen a LLA como la alianza con mayor cantidad de votos. En el kicillofismo no objetan al dirigente de Argentina Humana -el cristinismo tampoco, aunque Raverta dice que la toma de El Marquesado la hizo perder en 2024-, pero quieren que la lista nacional contenga a intendentes y sindicalistas aliados que hasta ahora no “mojaron”. Y hay que tener en cuenta que si hay una ruptura de Grabois, para el MDF podría ser la excusa de salida perfecta.
En LLA también ocurre
La lista nacional de LLA también podría funcionar como compensación del armado bonaerense. José Luis Espert tiene todos los números para encabezarla, pero hasta ahora fue un perdedor neto aunque poco visible: pidió dos legisladores -uno la por segunda, donde se ubica su Pergamino natal y otro por la sexta- para la provincial. Karina Milei no le dio ninguno. Es otra expresión de la mano de hierro de la hermanísima y una señal para él: su valedor ha sido el propio Javier Milei, pero cuando Karina habla es su criterio el que se impone. Y hay varios que sostienen que ella no ve con buenos ojos los exabruptos del diputado.
Daniel Parisini – aka El Gordo Dan-, le llevó una lista de candidatos de la Fuerzas del Cielo al presidente, un mes y medio atrás. Y, casualidad o no, ese “salteo” de Karina terminó con todos ellos fuera del armado provincial. Por supuesto, la pelea entre Santiago Caputo y la hermana del presidente es el otro gran motivo de la exclusión. Pero acaso no sean razones excluyentes. Por ahora, solo Espert, Diego Santilli y Sebastián Pareja figuran en el borrador de la papeleta nacional de LLA, pero circula la versión de que alguna contención para Caputo habrá en esa lista. Lo que implica que nadie da por ido al poderoso consultor.
El criterio que podría imponerse es el siguiente: las listas nacionales compensan un armado bonaerense que se definió por las necesidades territoriales más que por la expertisse en redes. Una derivación es la influencia redoblada de Pareja en los bloques legislativos de la provincia. ¿El cruzado Agustín Romo seguirá teniendo un lugar en ese contexto, o será uno de los contenidos a nivel nacional, en la lista o en el gobierno? (DIB) AL