Poetas del centro geográfico de la provincia de Buenos Aires
Primera entrega de una serie de obras literarias zonales.
Por: Arq. Jorge Hugo Figueroa.
Tiempo de lectura estimado: 5:00 minutos
Una tarde supe que mi a mi madre le encantaba escribir poemas y no sólo eso, sino que fue aún más lejos integrando talleres literarios con unos escritores excelentes, algunos naturales de Olavarría y otros por elección. Aunque me gustaba inventar historias de niño y desde que recuerdo fui lector, pude acceder al otro lado de la narración.
Con ésta serie de entregas quiero ir presentando autores locales que han ido enriqueciendo nuestra cultura. Para ello me voy a basar en algunos libros que han impreso de forma particular y otros de manera colectiva (a través de talleres literarios, por ejemplo).
Raquel Calegih / Nació en Gral. La Madrid – Pcia de Bs. As. El o de febrero de 1934.
La escritora y coordinadora del taller literario “Alfonsina”, Carmen Vignoni, la describe como “Humana y nostalgiosa, le canta a su ciudad, su pueblo o sus hermanos. También está latente en su poesía una pena profunda que transmite, finalmente concluye con esperanza y optimismo como corolario en su inteligente modo de expresión.
Canto al solar
Te rescataré de la ternura
Nostálgica del polvo
Del ejercicio del olvido
Del primer nombre registrado
En la lápida del tiempo
De lo que nunca fue
Desde la ronda del blanco caserío
Vuelan palomas agotadas
De soñar lo mismo
Perdido en el paisaje
Junto al trigal que duerme.
En la cama mansa de tus calles
Y tu plaza florecida de suspiros
Con el corazón del campanario
Llamando a misa los domingos
Y el arroyo que rompe en espejuelos
Con cada piedra que encuentra en su trayecto
Allí estás, pueblo mío,
Un poco más allá, junto a las vías muertas
El viejo cementerio
Lleno de blancas y prolijas tumbas
Permaneciendo en la memoria
Y la vigilia de la promesa de resurrección
Muchas noches me escapo cuando duermo
En las nocturnas brisas del descanso
Y en mágico corcel voy a la casa de la vuela
Junto al jazmín antiguo,
Y el perfume dulzón de las retamas
Que aplauden mi locura de llegar tan lejos
Sólo para espiar el viejo piano
Solitario en un rincón oscuro
Esperando las manos de mi padre
Que ya no está, y es un recuerdo tibio
Que llega desde un tiempo de llantos agotados
No en vano fuiste mi camino
Y con lo bello de tus seres me forjaste
Si hoy vuelvo es para ofrecerte mi elegía.
Graciela de la Vega
“La pureza en toda su magnitud se desprende de la poesía de Graciela de la Vega. Todo lo que quisiera ser y lo que es está dicho de manera espontánea y cálida. Es un ejemplo de la joven literatura argentina”, dice Carmen Vignoni.
Eras
Eras un despertar
De caricias y ternuras
Eras ojitos descubriendo
El universo.
Eras la alegría larga
Y la tristeza corta.
Eras un corazón que
No sabía de maldades ni enemigos.
Eras la muñeca para acunar
Eras manos y caritas
Sucias de chocolate.
Eras canción de ronda.
Eras un imaginar de flores en el cielo.
Eras la que jugaba sola
En un rincón del patio.
Eras la Navidad mágica
Eras un dibujo sin terminar,
Eras el eterno sueño de ser grande
Sin imaginar lo que eso significa.
Así eras, niñez,
Niñez que en un tiempo
Fuiste mía
Niñez que nunca volverá.
Estela Loos. Nació en Laprida, un pueblo de la Pcia. De Buenos Aires, Argentina.
A musicalizado poemas propios y de otros autores.
“La llamamos “la voz de la poesía” porque suele cantarnos los poemas. Estela Loos es la poeta del amor y la nostalgia, a menudo desea evadirse y nos lo cuenta con emotividad y ternura”, comenta la escritora Vignoni, desde las páginas de la recopilación hecha en el año 1987 de trabajos hechos por los integrantes del taller literario “Alfonsina” (Estela, es la autora de la tapa de dicho libro y además del isologotipo que identificaba al taller). Lamentablemente no tengo en mi poder ninguna de ambas imágenes dado que el ejemplar que poseo ha sufrido un deterioro muy importante.
Más allá del océano
No cruzaré el océano
Sin antes haber descubierto
El hechizo de tu piel
Tus secretos anhelos
Y la calidez de tu alma
Caminaré intacta
Hacia un horizonte sin fronteras
No puedo detenerlos
Ellos recogen la estridencia
De un corazón herido
Así como las olas
Golpean las murallas
Del otro lado del océano
Cada golpe es un fracaso
Cada fracaso es un adiós
En tanto descansan los escombros del pasado
Sobre la vieja bahía
¿Cuál es el destino de los que amamos en secreto?
¿Cuál?
María del Carmen Manetti. Nació en la ciudad de Olavarría. Integrante del libro “El revés del silencio” (1985). Mención del “Ateneo Cultural Buenos Aires” (1986)
Dice, la escritora Vignone: “El amor y la muerte, los temas eternos, María del Carmen Manetti se vuelca en la inmensidad de éstos. Sabe decir lo suyo con emoción y jerarquía. Es una poeta de características distintas y transmite lo que siente, esto ya significa demasiado.
Permanecer
Dejaré mi sombra en los caminos
Y en cada giro de la luna.
Dejaré mis células en cada estrella
Y en cascadas bulliciosas.
Dejaré mi corazón en suelos de verdura
y en cada estallido de simiente.
Dejaré mi piel en la corteza de los árboles
Y en cada hachazo limpio.
Dejaré mi voz en pájaros azules
Y en tibias notas onduladas.
Dejaré mis ojos en los amaneceres
Y en cada avalancha de Sol.
Dejaré mi sonrisa en el viento
Y en cada brisa o tempestad.
Dejaré mi todo en todo lo que vive
Late, transpira o camina
Y en cada indicio frío del letargo
Sonreír, callar.
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