Reseña sobre la Virgen Nuestra Señora del Perpetuo Socorro

Por: Horacio Robirosa, Voluntario de la Inmaculada Padre Kolbe, Olavarría.

Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, es una advocación mariana venerada por millones de personas alrededor del mundo. Su imagen y devoción están profundamente arraigadas en la fe católica, representando consuelo, esperanza y un llamado a la intercesión divina en momentos de dificultad.

La historia de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro se remonta al siglo XV, cuando la imagen original fue pintada siguiendo el estilo bizantino. La advocación tiene sus raíces en la tradición oriental de representar a la Virgen como una madre protectora y misericordiosa. En el icono, la Virgen María sostiene al Niño Jesús, quien parece inquieto por las visiones de su futuro sufrimiento. Los ángeles que se encuentran a ambos lados del cuadro llevan los instrumentos de la Pasión: la cruz, los clavos y la lanza. El rostro de la Virgen está lleno de ternura, pero también de melancolía, mientras consuela a su hijo y, por extensión, a toda la humanidad.

El título «Perpetuo Socorro» hace referencia a la constante ayuda y cuidado que la Virgen ofrece a quienes recurren a ella en busca de apoyo espiritual. Es un recordatorio de su papel como intercesora y guía en el camino de la vida.

La imagen original de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro fue llevada a Roma por un comerciante, quien la entregó a una iglesia. En 1866, el Papa Pío IX encomendó a los padres redentoristas la misión de difundir su devoción por todo el mundo. Desde entonces, los redentoristas han promovido el culto a esta advocación en muchos países, especialmente en América Latina, Filipinas e India, donde es muy querida.

La imagen actual se encuentra en la iglesia de San Alfonso en Roma, un lugar de peregrinaje para devotos de todas partes. Allí, los fieles acuden para pedir por milagros, protección y consuelo ante las adversidades.

La Virgen del Perpetuo Socorro es considerada milagrosa por muchos de sus devotos. Hay innumerables historias de personas que afirman haber recibido ayuda en momentos de desesperación tras haberle rezado con fervor. Desde curaciones físicas hasta soluciones a problemas familiares y laborales, los testimonios reflejan su papel como madre protectora.

Nuestra Señora del Perpetuo Socorro no solo es un símbolo de consuelo personal, sino también un llamado a vivir en solidaridad y esperanza. Su imagen nos recuerda la importancia de confiar en la misericordia divina y de acercarnos a los demás con amor y empatía, especialmente en tiempos de crisis.

A través de su intercesión, los creyentes encuentran fortaleza para enfrentar los desafíos de la vida y renovar su fe en un futuro lleno de posibilidades. Como madre espiritual, la Virgen sigue siendo un faro de luz para quienes buscan orientación, protección y una conexión más profunda con lo sagrado.

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