Sobre los caprichos del planeta al girar alrededor del sol


Libros / Carlos Verucchi / En Línea Noticias (Twitter: @carlos_verucchi)

Con la intrepidez que nos caracteriza, tocaremos hoy un tema del que sabemos poco y nada. Sin embargo, dado que pretende ser ésta una columna que estimula la lectura, podemos afirmar sin ponernos colorados que, leyendo e investigando, podemos incluso adentrarnos en temas que de antemano nos resultaban esotéricos.

Por eso hoy tocaremos un tema que seguramente preocupa a todos nuestros lectores y les quita el sueño noche a noche, ¿cómo se determinan los años bisiestos?

El problema radica en que el año real, es decir el tiempo que le lleva a la Tierra dar una vuelta completa al Sol no es de 365 días, como todos suponen, sino de 365.2422 días. Todo el problema nació con ese pequeño exceso de 0.2422 días, equivalente a 5 horas 48 minutos 46 segundos.

Si se contasen los años únicamente como de 365 días, se acumularía un error de casi un día por cada cuatro años (4 x 0.2422 = 0.9688 día).  Al crearse el año bisiesto (es decir el año con un día más), se tiene que la duración promedio del año es: (365 + 365 + 365 + 366) / 4 = 365.25… bastante más cercano al año real de 365.2422 días.

Pero, aún así, hay un error: 0.25 y 0.2422 están cerca, pero no son iguales, hay una diferencia de 0.25 – 0.2422 = 0.078 días, equivalente a 11.23 minutos. Esta pequeña diferencia equivale a 1 día cada 128 años (pequeña diferencia que hizo que alrededor del año 1582 se hubiesen acumulado casi 11 días de error o corrimiento y se tuviera que pasar del calendario juliano (instaurado por Julio César en el 45 A.C.) al gregoriano (promulgado por el Papa Gregorio XIII).

La Historia debe leerse más entre líneas que literalmente, estos datos dicen mucho sin decir. Por ejemplo, nos dicen que las reglas universales (o casi) eran proclamadas en la antigüedad por el emperador romano y en el medioevo por el Papa. Ese dato, en apariencia sin importancia, representa el devenir de la historia occidental mejor que un manual de Historia de 600 páginas.

El hecho es que a la noche del jueves 4 de octubre del año 1582 le sucedió la mañana del 15 de octubre. Hay que reconocer que los papas, en aquellos tiempos, tenían un sesgo pragmático que hoy parecen haber perdido.

Retomando el cálculo del día real y la necesidad de poner o sacar años bisiestos, recordemos que aún nos quedan 11.23 minutos que corregir. Minutos que, como ya dijimos, acumulan un día cada 128 años.

Se hizo entonces un nuevo ajuste, Se eliminaron 3 años bisiestos en un periodo de 400 años.  La regla es: “los años seculares serán bisiestos sólo si son divisibles por 400”. ¿Cómo arregló esta variación la discrepancia? Fácil, si antes en 400 años había 400/4=100 años bisiestos, ahora sólo habrá 97, y el año promedio tendrá una duración de 365+97/400 = 356.2425.

Ya casi estamos. Apenas nos queda un error: 0.2425 – 0.2422 = 0.0003, estos es un error de 26 segundos cada 400 años o de un día cada 3323 años.

Pero está todo previsto, estimado lector, en este mucho moderno. Alguien muy previsor o con ínfulas de inmortalidad decretó que los años divisibles por 4000 no sean bisiestos. Así el nuevo año promedio será 365+969/4000 = 365.24225.  Y los años 4000, 8000, 12000, etc. no serán bisiestos. De este modo tendremos calendario para rato y podemos olvidarnos del asunto.

Sugiero a los lectores, agenden estas fechas importantes, no vaya a ser que un error en la planificación del mes de febrero nos impida pagar a término la factura de gas. Nos vemos el domingo que viene si Dios y los astros lo permiten.

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