Tarifas, Justicia Social y otras yerbas

Escribe: Carlos Paladino


¡Qué confusión, Dios mío! El gobierno vive desconcertado y con igual imprecisión nos lo traslada a los ciudadanos. Demos una ojeada. Segmentación Energética; Redistribución de Subsidios; Tarifazo 2022; por favor, no nos embrollemos en la discusión semántica; porque para el caso da lo mismo. Se llame como se llame lo vamos a pagar los gansos de siempre. Estúpidos que saben que estas medidas aisladas no sirven para nada si, primero, no existe un plan de achicamiento de gastos de Estado. Somos conscientes del destino final del dinero cobrado en concepto de incrementos tarifarios. Irán a socorrer a la entidad política, a la burocracia desmedida; al ñoquismo (un auténtico invento argentino) que, toma mayor cuerpo y, en el discurso político, ninguno se obliga a bajarlo. No, por ser una invención vernácula, hay que estimularla. Los subsidios son una llaga incurable en la vida de la familia argentina, un agujero fijo en el bolsillo del contribuyente que, desde que el presidente Néstor Kirchner los instaló y su esposa los consolidó no ha habido forma de objetarlos.  Asimismo, estamos al tanto de lo que puede pasar si la quita recaudada por subsidios va a parar a Obras Públicas (obras que se cobran y no se terminan) Entre los Kirchner y Alberto Fernández, hubo un interregno en que se intentó ir sacándolos del área del Estado, pero, un pudo concretarse; un poco por falencia propia y, otro, por tratarse de un programa “neoliberal”. El antagonismo peronista hasta se atrevió a decir que se aplicaba la teoría del “darwinismo social” o “supervivencia del más apto”. En cambio, hoy día, en manos del nuevo ministro Sergio Massa, la teoría darwiniana recobra valor populista y es el único plan posible de llevar a cabo. Que le vamos a hacer: ¡¡Huele peor el pedo ajeno que el propio!! Por otra parte: !!Cuánto tiempo perdido por satisfacer un capricho!! Ahora; no queda otra que empezar de cero. Total, las necedades van a ser absorbidas por la mentecatez nativa, siempre lista y acostumbrada a ser ultrajada.      

El gasto político no será primordial tocarlo En apariencia, es un gasto que no afecta al Déficit. Finalizado el primer cuatrimestre del año, Diputados y Senadores habían costado “$ 15.000 millones, a razón de $ 127 millones por día” (Armando Vázquez. 3 de mayo) Es una bicoca a la cual no vale la pena prestarle demasiada atención. El arreglo del país, requiere de la sensatez, sabiduría y cordura de un nuevo peronista al que se le pueda cargar el fardo de la problemática integral del país. Esa tremenda responsabilidad le cabe a un político del paño, que sea muy capaz en gestiones exitosas, con la acreditada solvencia de saber afrontar las dificultades venidas y por venir; pero esencialmente, ser un hombre identificado con la causa peronista de Perón y, haber dejado plena constancia de su “incondicional” sometimiento a los principios y convicciones que propaga.  Una persona que no cambie ideas por conveniencias particulares. El nombre del candidato estaba cantado. Con esas condiciones, no había mucho que pensar, el honor de un súper ministro recayó en el señor Sergio Massa – con el silencio cómplice de la señora Cristina – para colgarle el paquete de la nebulosa nacional. Massa se hace cargo del desbarajuste general; a pesar de que las mayores cajas recaudadoras seguirán custodiadas por la dirigencia camporista (cristinista). Complicado salir de ese brete. No deja de ser una tranza similar a la acordada oportunamente entre Alberto Fernández y la vicepresidenta. El tiempo nos dirá cómo termina esta componenda. Porque, si medimos las opiniones ofensivas del Massa del pasado a la presidenta Cristina y su familia (implícita La Cámpora), no hallaremos muchas discrepancias con las de Alberto. Por eso, creemos que hay mucho de paciente venganza en este movimiento político. Con el nuevo rol asignado a Sergio Massa, el presidente de la nación quedó estigmatizado al extremo de que Pablo Moyano (una vergüenza para los trabajadores y el sindicalismo) en un acto público le increpara “Alberro poné lo que tenés que poner”. Con expresiones como ésta, a veces nos gustaría saber de qué materia prima, están hecho Los Moyano.  

Entre las cosas que escuchamos, seleccionamos la opinión de la señora Malena Galmarini, ¡oh! casualidad; Presidenta de Agua y Saneamientos Argentinos, esposa del súper ministro; funcionaria que considera que el incremento tarifario es equitativo … nos preguntamos: ¿qué hace en ese cargo la señora?  La misma Malena que en distinta situación, angustiada indicó: “La plata no alcanza. Voy a tener que salir a yirar para pagar el tarifazo de Macri” ¡Pobre señora, tan pobre ella! Por el contrario, el ajuste señalado por su marido “No es un aumento de tarifas. Es una redistribución de subsidios con justicia social” Y, cómo una cosa trae la otra, la funcionaria nos hizo saber cómo distingue a la justicia social. Apareció – primero como chimento – un listado de personalidades de la sociedad argentina -, incluidas entre los que reciben beneficios en concepto de subsidios en sus cuentas de gas y electricidad. La capacidad económica de la nómina de ricos y famosos (hay de todo en la viña del Señor) nos lleva a pensar que esta gente no necesita de un canon subsidiado por razones de justicia social. Ricardo Roa (Clarín. 20/08//2022) agrega: “Se trata de ricos&famosos no oficialistas, todos clientes de Edenor; bajo control del grupo empresario de Daniel Vila y José Luis Manzano, amigos de Sergio Massa” ¿Para qué estos favores? Tal vez en épocas proselitista les den un golpe de teléfono a estos agraciados para recordarles la gauchada. Por qué no, hemos visto cosas peores.

El ministro de Desarrollo de la Comunidad de la Provincia de Buenos Aires, Andrés Larroque entre otros méritos, es uno de los fundadores de La Cámpora (Máximo Kirchner) y conserva una auténtica devoción por Cristina Kirchner y por el club San Lorenzo de Almagro – de allí proviene su apodo “Cuervo”-; se tiró de cabeza al ruedo político, con un enunciado categórico: “Sin Cristina no hay peronismo, sin peronismo no hay país” Son palabras hondas y sinceras; no obstante, distantes de la realidad. Son virtudes de un país que no conocemos En un país democrático, las autoridades se ordenan en tres poderes independientes; lo que impide; dado la vigilancia mutua preestablecida, el poder absoluto de uno sobre los demás.  Eso en Argentina es una utopía; escuchamos audios donde la señora Kirchner ordena; “hay que apretar a los jueces”, para frenar las causas que sobre ella y su familia pesan; el nepotismo y abuso político actúan en contra de los trabajadores y jubilados; la juventud comienza a estudiar previendo de antemano adonde se puede rajar cuando logre su graduación; las empresas no vienen a invertir, más bien, se van; Argentina, salvo la versión del presidente de que tenemos problemas por el crecimiento, no crece de manera sostenida; el país le cierra las puertas de entrada a las naciones que nos pueden ayudar desde todo punto de vista; el mercado emergente argentino descendió a la categoría “stand-alone”, esto es, poco interesante para los inversores. En nuestro caso afectan los excesivos controles que le imponemos a los mercados internacionales. Ejemplos similares para explicar nuestro desastre como país, sobran.

¿Este es el país que sueña el señor Andrés Larrque y otros muchos reverentes de Cristina Kirchner para los argentinos y sus hijos? Bueno, entonces estamos en serios problemas.

Los comentarios están cerrados.

error: Content is protected !!