Una temporada en el infierno

En medio de la segunda guerra mundial el capitán polaco Witold Pilecki se ofrece para realizar una misión de la cual tenía casi cero posibilidades de salir con vida.

Por: Arq. Jorge Hugo Figueroa.

Tiempo de lectura estimado: 10:00 minutos


 ¿Qué pasa por el corazón o por la mente de un espía, de alguien que estará absolutamente librado a su suerte una vez que llegue al territorio enemigo? Para mí es un completo misterio.

Witold y su hijo Andrezej.

En el año 1901, en el poblado de Olonets, un pequeña población en el noroeste de Rusia, nació Wilton. Ya a los 13 años ingresa en el Scouting (una organización proscripta por el estado ruso). Cuatro años después ingresa furtivamente a Polonia (un país que acababa de lograr su independencia. Tan sólo un año después, en 1918, comienza la guerra polaco – soviética y es así que defiende a su país con sus 18 años.

Luego de terminada la guerra, en 1921, es condecorado dos veces con la Cruz Polaca al Valor. Se casa con María y tiene un hijo (Andrezej) y una hija (Zosia).

Wltold, su esposa, María, su pequeña hija Zosia y su hijo Andrezej.

Witold había reconstruido una propiedad y la había comenzado a pintar sin saber que algunos años después una oscura sombra se apoderaría de Polonia de su país

Witold y María.

Un 1° de septiembre de 1939 los nazis comenzaron su carrera expansionista invadiendo Polonia. El ejército polaco luchó valientemente pero fue derrotado por las nuevas estrategias y tecnologías nazis.

Un poco antes que se desatara la invasión, Witold se había incorporado al 19° división de infantería del ejército como comandante del pelotón de caballería.

El 17 de septiembre la Unión Soviética invade el este de Polonia, la división fue disuelta y Witold vuelve a Varsovia junto al comandante Jan Wlodarkiewicz.

Witold y su amigo Jan.

  Un mes después fundan el ejército secreto polaco, una de las primeras organizaciones clandestinas de Polonia.

  Durante el año 1940, la Gestapo detiene a varios compañeros de Witold y los envían a Auschwitz. En aquellos primeros años no se sabía casi nada de lo que pasaba en los campos de concentración y mucho menos que existieran campos de exterminio. Esas capturas hicieron que concentraran sus esfuerzos en dichos campos, pero en particular en donde estaban alojados los compañeros.

  Fue así que surge del soldado Witold Pileckie ofrecerse como espía e ir directo a una misión suicida.

  La misión, sintéticamente consistía en:

  • Hacerse pasar por un civil para que lo capturen y lo lleven al campo de concentración Auschwitz.
  • Una vez dentro, si lograba sobrevivir a los interrogatorios, debía organizar equipos para infiltrarlos en diferentes lugares del campo.
  • Reunir alimentos y ropa para distribuirla entre los detenidos.
  • Encontrar el modo de transmitir al exterior todo lo que ocurriera en el campo (en un poblado cercano iba a haber otros compañeros de equipo para recibir las comunicaciones).
  • Después de un determinado tiempo debía organizar y concretar una fuga de él y todos los compañeros que se encontraban detenidos.

  A primer vista, para los que somos tan ajenos al mundo del espionaje nos parece casi una película de la saga Misión imposible, pero es que, aún para personas relacionadas con fuerzas militares la misión era absolutamente suicida.

  El 19 de septiembre de 1940, Pilecki se deja capturar junto a unos dos mil civiles y es llevado directamente al campo de concentración.



  Entrada Auschwitz. “El trabajo te libera”, una forma de engañar a las personas quizás fueran a ser ejecutadas en unas horas.
Pasillos internos del campo de concentración iluminados y separados por cercos electrificados.

En la escena podemos observar el momento en que bajaban a los judías, gitanos, cristianos y otras minorías étnicas de los trenes. En ese mismo momento se realizaba la separación entre quienes vivirían y quienes iban a morir en unos minutos asfixiados en cámaras de gas que simulaban ser duchas. Los testigos, tanto soldados alemanes como cautivos cuentan que solían poner música alegre, como valses vianeses (El Danubio Azul, por ejemplo) a los fines de tranquilizar a las personas que no imaginaban su destino. La mayoría de los niños que vemos en la imagen iban a morir, al igual que las personas mayores o que tuvieran algún tipo de discapacidad. Cuando encontraban mellizos, gemelos o personas con enanismo, eran separados de los grupos y llevados a lugares especiales donde el asesino Mengele (se me hace imposible llamarle “doctor”) iba a experimentar con ellos.

Witold logró superar las numerosas torturas a las fue sometido sin develar su verdadera identidad y su buena condición física hizo que lo ubicaran en la fila de los que iban a sobrevivir. Luego se los desnudaba, se los rasuraba, se les ponía el clásico traje a rayas, se les tatuaba el número que, de ese momento en adelante, se convertiría en su nuevo nombre.

Gracias a la organización que poseían los nazis se pudo recuperar ésta imagen que eran las típicas que les tomaban a los prisioneros del campo de concentración. Además de las imágenes a Wilton le tatuaron el número 4859 en su antebrazo.

Pese a todas las enfermedades de las que debía protegerse (como el tifus y otras infecciones comunes), el hambre, el frío extremo vestidos con sólo los finos mamelucos a rayas, Witold tuvo fuerzas como para comenzar a organizar equipos de a cinco personas. La estrategia era que esos cinco no conocían a los demás grupos de cinco, es más ni siquiera sabían que existían. Esto era así para que, en caso de ser capturados, aún bajo tortura no pudieran delatar al resto o los propios planes generales.

Esa organización pasaría a llamarse Z.O.W. (traducido al castellano: Unión de la organización militar).
Algunos de los miembros llegaron a trabajar en las oficinas de las S.S. y en los hornos crematorios donde se reducían a cenizas los cuerpos.

Con una cierta regularidad el ZOW comenzó a transmitir información hacia el exterior de todo lo que ocurría. A partir de octubre de 1940 los mensajes comenzaron a ser enviados a Varsovia y en 1941, también empezaron a ser enviados a Londres, directamente a las fuerzas aliadas.

Siete meses después lograron armar un transmisor de radio (tuvieron que recolectar las diferentes piezas dentro del campo y de algún modo ensamblarlo). De ésta manera las comunicaciones se hicieron más seguras y sencillas.
Entre las primeras informaciones y todas las que siguieron después se comienza a confeccionar el primer informe en la historia sobre los hechos que sucedieron dentro del campo de concentración donde murieron cientos de miles de personas. Esas comunicaciones conforman el famoso “Informe de Witold”.

Por aquellos tiempos era difícil de creer lo que estaba ocurriendo y por ello es que los aliados habrían considerado que lo que decía Witold era un poco exagerado. Supuestamente esa habría sido la razón por la cual las fuerzas aliadas no bombardearon las vía férreas que llevaban los vagones con los detenidos a los campos. O haber incrementado el espionaje aéreo sobre esas áreas.

En ésta situación, el ZOW seguía operando bajo el riesgo permanente de ser capturados por los 7.000 guardias de las SS (además todavía restaba organizar una fuga masiva del campo y de algún modo asegurar la vida de todos los que pudiera para que brindaran más detalles para una posible invasión a Auschwitz.

La Gestapo estaba avanzando en su vigilancia y logró capturar varios miembros del ZOW asesinándolos de inmediato, con lo cual, Witold comprendió que debía pasar en lo inmediato a los siguientes puntos de la misión; organizar la fuga imposible.

Al fin, en la noche del 26 de abril de 1943, el capitán Pilecki y dos de sus compañeros pudieron lograr que se les asignara un turno en un establecimiento fuera de la cerca electrificada. Cortaron los cables telefónicos y huyeron llevando todos los documentos nazis que pudieron cargar.

espués de varios días de fuga, con un cierto apoyo de colaboradores civiles, lograron llegar a la resistencia polaca.
En ese momento la resistencia polaca no tenía fuerzas suficientes para atacar el campo de concentración y liberarlo, tampoco lo que quedaba del ejército polaco. Recurrieron al ejército soviético, pero éstos no tenían interés en unirse al ejército polaco, a la resistencia polaca y al ZOW. Es decir, quedaron nuevamente solos frente a un problema que no podrían resolver en lo inmediato.

El informe de Witold detallaba que para marzo de 1943 ya habían sido asesinadas por medio de las cámaras de gas, aproximadamente, un millón y medio de personas.

Interior de una de las cámaras de gas del campo de concentración. Las marcas que se observan en los muros son rastros desesperados de las víctimas que intentaban escapar del gas. Si bien los nazis intentaron demoler todo antes de retirarse, no tuvieron el tiempo suficiente y por ello es que hoy se cuenta con un Austwich casi intacto.

Como mencionaba anteriormente, a las personas se les decía que se trataba de duchas para realizarles una desinfección.
Fila de mujeres, seguramente en la extensión de Austwich, llamada Birkenau.
Uno de los tantos datos erróneos es creer que el gas ya venía en ese estado de la materia dentro de las latas. Esto no era así, en las latas venían las piedritas que se observan.

Le voy a dedicar un par de párrafos a brindar información sobre el gas Zyklon – B puesto que por desconocimiento y/o malicia se ha dicho que no había modo de aplicarlo en las cámaras, o que no se puede envasar un gas dentro de ese tipo latas y que no había garrafas en donde se pudiera envasar correctamente dicho producto. Es así que tomando la información de un sitio confiable, holocausto.net, la transcribo.  

Tal como se describe en el sitio holocausto.net: “Un SS llamado Kurt Gersteinfue quien potenció los efectos del Zyklon-B; éste gas, compuesto por cianuro de hidrógeno cristalino, un estabilizador y un odorante de advertencia, se fabricaba impregnando pequeñas piedras bolas absorventes, discos de fibra o tierras de diatomeas con el producto y se almacenaba en envases totalmente sellados y herméticos. Al contacto con el aire, se producía cianuro de hidrógeno gaseoso (HCN). El Ziklon-B lo suministraban las compañías alemanas Degesh (mbH de Schadlingsbekampfung del Fur de Deutsche Gesellschaft) y Testa (und Stabenow de Tesch, fur Stabenow de Tesch, fur Schadlingsbekampfung m.b.H. de Internationale Gesellschaft), bajo licencia del dueño de la patente, la empresa IG Farben. Hoy en día todavía se produce en la República Checa bajo la marca registrada “Uragan D2” para exterminar insectos y roedores.”

También se comenta en el sitio holocausto.net, el terrible proceso de gaseado: “El gas Zyklon-B era colocado desde el techo dentro de las tuberías, una vez que las víctimas quedaban encerradas. El Zyklon-B reaccionaba con la humedad ambiente interna proporcionada por las personas, y éstas sufrían en primer lugar sofocación. Posteriormente perdían el control de los esfínteres por la pérdida de oxígeno en los tejidos(anoxia anóxica). Como resultado de ellos, las víctimas se orinaban y defecaban sin control, mientras que las mujeres en regla menstruaban desmesuradamente. Posteriormente venía la inconciencia, la muerte cerebral, el coma y la muerte, entre 20 o 25 minutos de introducidas las dosis del gas. La muerte no es instantánea, como se puede deducir, sino una sofocación creciente en las víctimas.”

  El 23 de febrero de 1944, el soldado Pilecki fue ascendido a capitán de caballería y se unió a la organización contra – comunista, NIE. Dicha organización fue creada dentro de la resistencia polaca para resistir una posible invasión soviética a Polonia.

  Durante el año 1945, se cumplió la predicción de Witold; los soviéticos invadieron Polonia. Mientras tanto él se unió a la lucha en varias batallas contra los nazis pero sin revelar su rango. En la última se produjo un fracaso rotundo en donde 200.000 soldados murieron. Sin embargo Witold logró sobrevivir (y tuvo la suerte que los nazis no lo reconocieran), por ello fue detenido hasta el fin de la contienda en los campos de prisioneros de Lambinowice y Marnau.

  Alemania se rinde el 8 de mayo de 1945 y así fue que todos los prisioneros fueron puestos en libertad. Por lo tanto Pilecki recuperó la libertad.

  En mismo año, Wilton escribe el informe final sobre Auschwitz, compuesto por 100 páginas en total.

Capitán Witold Pilecki.

  En Italia se reúne con Wladyslaw Anders, un comandante polaco que le ordena volver a Polonia y recolectar información sobre los soviéticos (los cuales continuaban con su ocupación sobre aquel país) y entregarla al gobierno polaco que se encontraba en el exilio.

  Ésta misión lo marcó como un enemigo de la Unión Soviética, una dictadura comunista que hacía muchos años cobraba más y más fuerza con Stalin como principal representante.

  En 1946, las posibilidades de tener una Polonia libre se esfumó por completo y tanto a Witold como el resto de los espías se les ordenó abandonar el país y huir a occidente, pero éste prefirió quedarse. Polonia se convirtió en la República Popular de Polonia (un país absolutamente alineado a la Unión Soviética.

  El 8 de mayo de 1947 fue arrestado y si bien fue torturado no lo pudieron doblegar y brindarles información.

Witold enfrentando el “juicio” al que lo sometieron luego de haber sido torturado.

Imágenes del registro luego de ser condenado por un tribunal de la nueva “República popular de Polonia”.

  Fue condenado a muerte y ejecutado en un lugar desconocido. Ni sus hijos ni su mujer sabían que había sido ejecutado. Tenía 47 años.

  El tiempo pasó y una vez que se supo que efectivamente lo habían asesinado se hizo ésta placa conmemorativa, que aún permanece en Varsovia (a fines de los años 80 se logra instaurar un multipartidismo en Polonia y gracias a ello, se consigue que el país se convierta en la actual y moderna República de Polonia)


Placa recordatoria en Varsovia.

  La historia de Pilecki fue desconocida (ocultada por el poder soviético y/o el régimen comunista) hasta que en 1990, pasa algo increíble, Witold Pilecki es absuelto de todos sus cargos de forma post-mortem.

  La primera publicación del primer informe sobre lo que pasaba en el campo de concentración Austwichz fue publicada en el año 2.000 (55 años después de la guerra).

  En el año 2012 se publicó un libro sobre su vida con el título “The Auschwitz Volunteer: Beyond Bravery” (“El voluntario de Austwichz: Más allá de la valentía”).


 Zosia y  Andrezej en 1936.
Zosia y su hermano,  Andrezej en el 2015.Vivieron más de cuarenta años sin saber que su padre fue un héroe. En una entrevista, Zosia contaba que su madre era maestra en una escuela cercana. Cuando ésta regresaba después de un día agotador, su padre los disfrazaba a ella y a  su hermano para sorprenderla. A veces los disfrazaba como si fueran personajes históricos y otras como personajes de alguna fábula.

Memorial en nombre de éste increíble héroe y padre.

Desde el año 2012 un equipo de arqueólogos trabaja en el cementerio Powaski en Varsovia, que es donde se arrojaron los cuerpos de decenas de combatientes que se opusieron al régimen comunista. Tanto Zosia como Adrezej y muchos familiares dieron muestras de adn para tratar de identificar los cuerpos que ya llevan encontrados (alrededor de 100).

Aparentemente, no se habría podido encontrar el cuerpo de Witold entre los cuerpos recuperados en aquel cementerio.
Ésta es la imagen más actual de María, su viuda. Fue tomada en el año 1997.

    Que curiosa es la vida de los héroes, que parecen seguir vivos aún a pesar de la muerte. En entrevistas publicadas en Zosia, su hija, contaba que de niña, su padre les inculcaba el respeto por la vida. Les enseñaba a cuidar de los animales fueran salvajes o domésticos.

  En vida fue un hombre que se opuso a todo tipo de autoritarismo, sea de izquierda o de derecha, totalmente indendientemente de los partidos, la libertad de las personas es fundamental.  

Arq. Jorge Hugo Figueroa.


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