Ferro finalista del Torneo Interligas

Enfrentará a Boca de Azul.

Ph: Fotografías Verito

Crónica de Carlos Antonio Zangara / Emblema Deportivo

Ferro,  esta vez, no dejó dudas. Un gran tiempo del elenco carbonero, una predisposición diametralmente opuesta a lo ocurrido en Bolívar.

Y a la gran labor primordialmente de su medio juego, no debe obviarse  una tarea defensiva que no dio ventajas y que leyó de la mejor manera que no debía repetirse lo ocurrido en cancha de Alem.

Favorecido por una prematura conquista ( le dio una gran tranquilidad muy valorable en lo anímico) el local controló el partido.

Joaquín Ayesa en una de sus mejores tareas con su nuevo equipo ( al menos en el primer tiempo). Jonathan Campos en su retorno como titular y Rodrigo Garro,  fueron fundamentales.

Si a eso le agregamos a un  encendido Ramón Sánchez, mas lo  puntualizado en defensa, el dos a cero de la etapa inicial fue justo y hasta se quedó corta la diferencia.

Ferro tuvo ocasiones de aumentar y contrariamente  Balonpié, salvo un par de centros, no arrojó casi peligrosidad, y en las que inquietó a la zaga local encontró a un arquero como Franco Vedelini, quién fue también una de las figuras de Ferro durante toda la tarde, pero mas que nada en el complemento.

Es que el segundo tiempo fue otro partido. Apareció el buen equipo que es Balonpié. Crecieron Sardón, Jaremko, comenzaron a preocupar Iriarte y Abentín, aun sin repetir este último su destacada labor del cotejo de ida.

El tercer gol albiceleste pareció en principio que lo que seguía podría estar de mas. No fue así. El descuento de Sardón diez minutos mas tarde, y aun con mucho por jugar,  le dio un cariz interesante  al encuentro, no exento de dramatismo.

La primer conquista carbonera fue de lo mejor. Una jugada iniciada por Campos arrancando de derecha al medio, la aparición de Sánchez por el  » callejón del diez», y  una fantástica definición.

Contrariamente el segundo grito de gol fue obra de la «Diosa Fortuna». El propio goleador lo reconoció hablando en vestuarios.

Desbordando por la derecha, la empalmó como venía y el balón,  describiendo una rara parábola,  se coló en el segundo palo.

El postrero gol de la tarde para Ferro se originó en una rápida transición por la derecha, centro a rastrón, y Sánchez que venía acompañando por el medio la metió abajo, junto al palo derecho del arquero, inatajable.

La conversión de la visita fue también una certera definición de un gran jugador como es Nicolás Sardón. Nada que hacer para un Vedelini que hoy parecía invencible.

Ferro es merecido finalista del Torneo de la Unión Deportiva Regional. Ahora tendrá que verse las caras con Boca de Azul que dejó en el camino nada mas y nada menos que al histórico Alumni Azuleño.

Muy buen arbitraje del lapridense Juan Armendano.

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