El futuro es cada vez más Inteligencia Artificial
La nueva tecnología, que ya forma parte de la vida cotidiana, ha dividido la opinión pública. Algunos la consideran una bala perdida, mientras que otros la ven como el verdadero punto de inflexión para un futuro impulsado por la tecnología.
Lo cierto es que, a pesar de cierto escepticismo – ahora reducido a unos pocos ejemplos -, resulta indudable que la Inteligencia Artificial representa una gran oportunidad para el presente, pero sobre todo, quizás, un reto para el futuro. Porque no hay duda de su aportación en la vida cotidiana, como tampoco la hay del impacto que podría tener en los próximos diez años, cuando los experimentos y pruebas pasen a la fase operativa.
Esto puede verse en ejemplos concretos. La Inteligencia Artificial se utiliza hoy en todos los campos. Por ejemplo, el reconocimiento facial, que hoy caracteriza a todos los dispositivos móviles, no sólo a los smartphones. El reconocimiento facial es un producto de la Inteligencia Artificial.
Y la cosa no acaba ahí: Alexa y sus derivados también son creaciones de la Inteligencia Artificial. Que hoy sustenta muchos procesos, una especie de petróleo tecnológico necesario para poner en marcha cualquier proyecto o creación. La ciberseguridad, la logística, la comunicación y todo lo demás están influenciados por la Inteligencia Artificial.
En un futuro próximo, cada vez más sectores se verán afectados por la innovación de la IA. Uno en particular ya está cosechando los resultados de la experimentación con la nueva y revolucionaria tecnología. Se trata del sector del juego, que ha acogido con satisfacción los primeros grandes resultados que puede producir la IA.
La IA es crucial para procesar, por ejemplo, grandes cantidades de datos. Lo que en el mundo del juego significa número de jugadores, edad, tipo, gustos y tendencias, preferencias, errores. Y así permite, la IA, tener un perfil adaptado a cada necesidad, lo que permite también individualizar y personalizar las ofertas y los servicios. Pero en sectores del mundo del juego, como las apuestas, la IA puede servir para elaborar estadísticas cada vez más exactas y precisas, a años luz de las “propuestas habituales”.
Una vez más: la IA también es útil para comprender los efectos negativos del abuso del juego. Y así puede ayudar a los jugadores que corren peligro de caer en el abismo de la adicción. Proporcionando ayuda, pero también soluciones a una velocidad sorprendente para el intelecto humano.
Que tal vez siga siendo, hasta la fecha, el único elemento que la IA es incapaz de igualar y mejorar. En el futuro, con el tiempo, quién sabe.
