Entronizaron una imagen de la Virgen de Luján en los Jardines Vaticanos

Fue una iniciativa del fallecido Papa Francisco.


Un mosaico de Nuestra Señora de Luján, Patrona de Argentina, fue entronizado en los Jardines Vaticanos, concretando así un deseo del Papa Francisco. La obra fue realizada por la artista argentina Florencia Delucchi.

La ceremonia de entronización contó con la presencia de autoridades religiosas y diplomáticas, entre ellas el embajador argentino ante la Santa Sede, Luis Pablo María Beltramino; y el Secretario de Estado del Vaticano, Cardenal Pietro Parolin.

También estuvieron presentes el Cardenal argentino Leonardo Sandri,  vicedecano del Colegio Cardenalicio; y el Cardenal Fernando Vérgez, quien durante muchos años fue secretario personal del Beato argentino Eduardo Pironio.

El embajador argentino ante la Santa Sede, Luis Pablo María Beltramino, centró su discurso en la figura de la Virgen de Luján, “corazón espiritual de nuestra Nación”. En camino a los 400 años del milagro que la convirtió en Madre y protectora de Argentina, destacó su papel como símbolo de unidad y esperanza desde 1630.

Asimismo, pidió la intercesión de María de Luján, que proteja al pueblo argentino y acompañe al pontificado de León XIV, “inspirando caminos de paz, fraternidad, diálogo y justicia”.

Recordando al Papa Francisco, el embajador señaló que fue él quien impulsó la concreción de este proyecto desde que la imagen llegó al Vaticano. La intención era que tuviera un lugar junto al resto de las patronas de América Latina en el sector conocido como Bastione del Maestro.

En ese sentido, consideró el acto un gesto de acción de gracias y comunión: “Gratitud por la protección maternal de María a lo largo de nuestra historia, y comunión con una Iglesia que en cada cultura descubre un rostro de la Madre de Dios”.

El Cardenal Parolin, a su turno expresó: “Este gesto entrañable pone de manifiesto los lazos de concordia y amistad que unen a ese amado país sudamericano con la Santa Sede”. 

Al detenerse en la obra, el Secretario de Estado describió el cielo, que evoca la vida eterna, un marco de flores que simbolizan vida y belleza, y destacó el sentido espiritual de la obra, inspirada en una pequeña imagen encontrada al interior de una casa, como signo de la fe en la vida cotidiana.

Entre sus intenciones a María, Reina de la Paz, el Cardenal Parolin pidió por el fin de las guerras y la protección del pueblo argentino bajo el manto de la Virgen de Luján.

En su discurso de agradecimiento, el Cardenal Vérgez consideró que “entronizar a la Virgen de Luján no es solo un acto artístico o ceremonial, es ante todo una expresión viva de la devoción de una comunidad que no olvida sus raíces, su cultura ni su espiritualidad”.

Al recordar al Papa Francisco y su impulso para sumar esta advocación a las demás patronas de Latinoamérica, el purpurado evocó también la figura del Beato Pironio.

Eduardo Pironio fue un cardenal argentino que recibió su Bautismo, su Ordenación Sacerdotal y su Consagración Episcopal en la Basílica y Santuario de Nuestra Señora de Luján, en Argentina. Allí también descansan sus restos y se celebró, el 16 de diciembre de 2023, su beatificación. 

Fue secretario general del CELAM, prefecto de la Congregación para los Religiosos y los Institutos seculares, y como presidente del Pontificio Consejo para los Laicos, bajo el pontificado de Juan Pablo II, fue el impulsor de las Jornadas Mundiales de la Juventud.

Dirigiéndose a la artista, Florencia Delucchi, aseguró que su obra plasma “la belleza y la ternura de la Virgen”. 

El cardenal también agradeció a las autoridades civiles y religiosas, a la comunidad argentina en Roma y a los benefactores que hicieron posible la obra.

Finalmente, citando una oración del Cardenal Pironio, animó a renovar la fe: “No se vuelvan de Luján sin decir que sí al Señor todos los días y sin hacer generosa y generosamente todo lo que Él nos pida. Seremos inmensamente felices si así lo hacemos”.

Florencia Delucchi contó que el mosaico está inspirado en una imagen de la Virgen que uno de los donantes, Mario Montoto, tenía en su casa: “En base a esa imagen que me mandaron me inspiré para realizar este mosaico. Son dos técnicas: una parte es mosaico y otra son piezas de cerámica modelada y pintadas a mano”, detalló.

El trabajo comenzó en febrero y terminó en abril, ya que estaba previsto que fuera entronizado el 8 de mayo, Día de la Virgen de Luján: “Trabajamos contra el tiempo, porque esta técnica puede fallar, romperse alguna pieza, pero siento que la Virgen guió los pasos para que todo saliera bien”, aseguró.

“Haber hecho una imagen de la Virgen me dejó una emoción enorme. Como decía Francisco, el arte te libera y ensancha el corazón. Para mí fue un regalo al alma y al espíritu que no puedo describir”, resumió.

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