Legislatura: qué arriesga cada fuerza en la elección provincial
Diputados renueva 46 bancas y el Senado 23. Del resultado quedará conformada la Legislatura desde diciembre para los últimos dos años de Axel Kicillof.
Las elecciones provinciales del domingo reconfigurarán la Legislatura desde el 10 de diciembre, una batalla fundamental para Axel Kicillof en los últimos dos años que le quedan al frente de la Gobernación. Se renovarán 69 bancas, 46 en Diputados y 23 en el Senado, y la elección también marcará un termómetro rumbo a 2027.
Si bien la provincia de Buenos Aires está dividida en ocho secciones electorales, se eligen diputados provinciales en cuatro de ellas, mientras que en las restantes se votan senadores, en forma rotativa en cada comicio. Para eso se usará la tradicional boleta papel partidaria y no la Boleta Única de Papel que debutará recién el 26 de octubre.
En la poderosa Tercera sección hay en juego 18 bancas de diputados; en la Segunda, 11; en la Sexta, 11; y en la Octava (La Plata) 6 diputados provinciales. En tanto, en la Primera, que incluye 24 municipios del conurbano norte y oeste, se eligen 8 senadores; en la Cuarta, 7; en la Quinta, 5; y en la Séptima, se renuevan 3 bancas.
Para saber cómo quedará la nueva Legislatura desde diciembre, habrá que analizar los resultados por sección. Hace cuatro años, Juntos (la unión del PRO y la UCR) ganó en todas, menos en la Tercera, que quedó en manos del peronismo. Es por eso que estas fuerzas son las que más arriesgan, y sobre todo los amarillos, que ahora quedaron relegados en la alianza con La Libertad Avanza (LLA).
El reparto de bancas se hace a través del «Cociente Hare», que se obtiene de la división de los votos positivos por el número de escaños a elegir. Para calcular el piso que deben romper los partidos políticos hay que dividir ese cociente por el total de votos (incluidos nulos y blancos). Al resultado se lo multiplica por 100 y ahí está el porcentaje que tienen que perforar, que además cambia según la sección.
Por ejemplo, en la Sexta, se eligen 11 diputados provinciales, por lo que el piso necesario es 9,09%. Quien no llegue a ese número no sumará ningún legislador. Si tomamos los resultados en 2021 para analizar, Juntos sacó 52,19% (217.395 votos), el peronismo 28,87% (120.279) y los libertarios 9,43% (39.301). El resto de las fuerzas no superó el piso. El coeficiente fue de 37.868 votos.
El paso siguiente es dividir los votos de cada partido por esa cifra, y arrojó lo siguiente: Juntos 5,74; el peronismo 3,17; y los libertarios 1,03. La primera de las fuerzas se quedó con 5 escaños, la segunda con tres y la tercera con 1. Es decir, quedan aún dos bancas por repartir.
Allí entra en juego la segunda parte del sistema, llamada “distribución por resto mayor”. Las bancas que quedan sin asignar se reparten entre los partidos que tuvieron los mayores restos, es decir, los votos que les sobraron luego de aplicar el cociente. En este ejemplo, la primera va para juntos (0,74%) y la otra para el peronismo (0,17%).
El escenario en Diputados
La Cámara baja está fragmentada, con nueve fuerzas que representan a diferentes sectores. Si bien muchos legisladores ingresaron hace cuatro años por un partido, las ideas y vueltas, sobre todo en la oposición a Kicillof, hizo que ahora haya hasta cuatro monobloques. Ahora renovará 46 bancas, es decir, la mitad del cuerpo.
El peronismo, en sus diversas variantes, hoy tiene una mayoría de 37, pero ese número no le alcanza para aprobar los proyectos en soledad y requiere de negociaciones con los diversos sectores de la oposición. Una clava será lo que pueda pasar en la Segunda sección, donde se renuevan 11 bancas y es esta región irrumpió Hechos, la fuerza de los hermanos Passaglia de San Nicolás.
El peronismo pone en juego en total 19 diputados de los 37 que tiene actualmente, mientras que el PRO arriesga 8 de sus 13 escaños, aunque este año va en tándem con La Libertad Avanza (LLA). En la bancada de este espacioterminan su mandato 5 diputados de 12 integrantes actuales, incluyendo a los que responden a Patricia Bullrich y rompieron el bloque para formar el PRO Libertad.
El bloque Unión Renovación y Fe -un desprendimiento del bloque de LLA que lidera Carlos Kikuchi– no renueva ninguno de sus tres integrantes, ya que la elección fuerte para ellos fue hace dos años y no la de 2021, que definió los representantes cuyo mandato vence el 10 de diciembre. Mientras que Unión y Libertad, buscará revalidad una de sus seis espacios en Diputados.
El bloque UCR + Cambio Federal, alineado con el radical Maximiliano Abad, pone en juego 5 escaños en Diputados de los 9 que tiene hoy. En los cuartos oscuros de este año, parte de este espacio estará bajo el paraguas de Somos Buenos Aires, que responde a otro sector del radicalismo alineado con Facundo Manes, al GEN y a dirigentes peronistas. Arriesgan 5 de sus 6 bancas.
En tanto, la Coalición Cívica pone en juego una de sus 3 bancas en la Cámara baja bonaerense; y el Frente de Izquierda arriesga sus dos lugares (una del MST y otra del PTS). El monobloque Derecha Popular tiene mandato hasta 2027.
La lupa en el Senado
La Cámara alta, en tanto, renovará también la mitad, es decir 23 de las 46 bancas. Allí el ahora llamado Fuerza Patria sabe que es clave hacer una buena elección poder sostener y mejorar los números actuales, dado que cuenta con 21 legisladores, lo que obliga a negociar por no tener quórum propio. En septiembre pone en juego 10 bancas.
El PRO arriesga 4 de los 9 escaños, pero ahora el panorama cambió ya que va en dupla con LLA, quien pone en juego una senadora que termina su mandato. Los denominados “libertarios dialoguistas” de Unión y Libertad, que son tres, tienen dos años más en sus bancas.
El bloque UCR-Cambio Federal es el que más arriesga: 5 de las 6 bancas. Solo Nerina Neumann tiene mandato hasta 2027. Mientras el nuevo Somos Buenos Aires buscará revalidar sus dos escaños en las urnas. Mientras que Derecha Popular, de Joaquín de la Torre, perderá su lugar. (DIB) FD