Azul: Escrachan a trabajadores de la salud y los acusan «de llevar el virus al barrio»
Se registró, por lo menos, en dos barrios de la vecina localidad. Las prácticas, repudiables, se habían hecho frecuentes en Buenos Aires.

Fotos: Noticias de Azul.
Vecinos no identificados del barrio Ceramistas de la ciudad de Azul fueron parte de un escrache a una trabajadora de la salud del Hospital Angel Pintos de la ciudad de Azul.
En los postes de las calles de aquel barrio aparecieron una serie de carteles que acusan a una empleada del centro médico de propagar el virus en el barrio.
La acusada es una mucama que reside en el barrio y se topó con los carteles en la intersección de las calles Canada y Estados Unidos, en el Barrio Ceramista de aquella ciudad.

La práctica, repudiable, es la primera que toma visibilidad en la región aunque no es ajena en la Argentina donde se han registrado varios casos en las últimas semanas.
Poco después se conoció otro escrache en otro sector de la vecina localidad. Fue en el barrio Villa Fidelidad.
Según consigna el portal Noticias de Azul fueron los propios vecinos quienes salieron a defender a los trabajadores del Hospital Pintos «Ojalá la gente que se encuentra muy desocupada y tan interesada en la vida de la gente que trabaja en el hospital, tenga la misma garra para ayudar a los que mas lo necesitan en vez de ir a pegar papelitos en la casa de los empleados de el hospital Pintos.»
En el mismo mensaje sintetizan una realidad «es de muy mala persona hacer una cosa así.»
«Todos los empleados están para ayudar, desde los médicos hasta los administrativos, todos están expuestos por su trabajo. Pero los que pegan los papeles también lo están, por no estar haciendo lo que corresponde que es quedarse en su casa», agregan.

En ese barrio trabaja un empleado administrativo del Hospital Pintos de Azul.
En Buenos Aires
Días atrás el el psicólogo y enfermero Rodrigo Cuba llegó a su departamento del barrio porteño de Balvanera luego de una ardua jornada laboral en la Cruz Roja, se encontró con un cartel pegado en el espejo del ascensor que decía: “Estimado vecino Rodrigo del 7B, es hora de que empieces a cuidar a tus vecinos, sabemos de tu trabajo en la Cruz Roja pero hoy nos toca cuidarnos! Por favor, no vuelvas a casa, el Estado tiene refugios para el personal de la salud, no vuelvas nunca más!!!!!!!!!”.
Con el avance de la pandemia en la Argentina, estos escraches se volvieron más frecuentes. Pero todos tienen la misma particularidad: son mensajes anónimos y lo único que se hace visible es el nombre del médico en cuestión en el caso de Azul no es un médico sino una trabajadora del sistema sanitario.
El rol del INADI
El INADI lanzó la campaña “si el virus no discrimina, no discriminemos nosotrxs”. Su directora firmó una carta en donde advirtió la reedición de un comportamiento nuevo, pero no original. Enumeró casos de discriminación adaptados a tiempos de aislamiento y pandemia: “Dueños que buscaban especular con alquileres, personas de origen chino que denunciaron discriminación étnica, personas trans que necesitaban alimentos y antisemitismo en los medios”. Pero apareció otro con más vigor y virulencia -apuntó-. El señalamiento a médicos y enfermeras que asisten a personas contagiadas del virus Covid-19.
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