Las culpas las tienen los opositores

Por Carlos Paladino

                                  

Es cosa sabida que el gobierno argentino, no deja pasar un día, sin que nos asedie con alguna cuestión que más que un problema, es una charada de aguda escapatoria. Son de variados orden e iguales objetivos. Todas tendientes a salir airosos en las elecciones que se avecinan. Ganar o ganar, al costo que sea; sobrevén que no pueden dilapidar la autoridad que poseen sobre un poder que manipulan a voluntad. ¿Qué van a hacer para salirse con la suya? El camino es largo y por eso los argentinos lo ignoramos. Lo que sí va quedando más y más claro, es que los propósitos son tan burdos, que denotan que sienten temor y por eso buscan zafar del alcance del concurso de la justicia. Un gobierno que obligue a la Magistratura de un Estado, a impartir una justicia incorruptible, es algo que aterra a muchos funcionarios importantes de la alta jerarquía política.  Nos preguntamos; ¿si por caso, pierden el poderío autocrático que ejercen y que es la salvaguarda de las cosas pésimamente hechas; lo aceptarán como lo exige el rigor democrático? Quizás ahondando en la conciencia quieran; pero, la eminente realidad, les indica que no pueden. En esta riña por sostener la impunidad, quedan postergados un sinnúmero de proyectos significativos que el Congreso debe tratar, por la falta de creación de las comisiones que deberían comprometerse con el estudio de esos asuntos. En apariencia Sergio Massa frena esa decisión. El presidente Alberto Fernández, casi un náufrago en una isla llamada Casa Rosada, aturdido por el reclamo incesante del kirchnerismo feroz que no para de reclamar un cambio de gabinete, donde el más apuntado es Martín Guzmán. Alberto mientras tenga respaldo en Santiago Cafiero, Cecilia Todesca y el ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, quién irrumpió en Tweet (5/5/22),  con un rotundo “Yo voy a estar al lado del presidente peleándome con los que sean”, podrá fortificarse para mantener vigente su conducta democrática: “El presidente escucha a todos, siempre lo hizo y lo va a seguir haciendo, pero al final las decisiones siempre serán de él” …Ellos van a seguir pegando y nosotros seguiremos sin responder” se escucha en su entorno. ¿Podrán ganar la pulseada al Cristinismo? La Cámpora afirma que el presidente, conserva al frente de la economía a un hombre que traiciona sus postulados y la señora vicepresidenta sería feliz si Alberto emitiera – no importa el costo de entrar en el caos – con tal de que no se trasladen los aumentos tarifarios a la gente. Andrés Larroque “El Cuervo”, sablista del clan Kirchner, único merito que se le conoce, expresó con un tono de falsa modestia: “Por ahí es ignorancia mía. Ahora, creo que nadie lo votó a Guzmán” ¿Sabe que sí? señor Larroque; es ignorancia y un triste pensamiento de un ministro argentino.   Adonde hemos llegado que Luis D’Elía se asocia con el presidente en este asunto de no llegar a ser una Venezuela. (Adrián Simioni 34/3/22). Lo repetimos, “Adonde henos llegado” que el saltimbanqui Sergio Massa, oficia en arrimar a las partes disidentes, algún titular lo llamó “La Moncloa de Massa”.

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El caballero, “cuervo Larrque, dirigente camporista, devolviendo el favor de ser un mantenido de kirchnerismo, sin la mínima discreción, se acomodó y dijo a Urbana Play: “Nosotros constituimos esta fuerza, lo convocamos a Alberto y ganamos las elecciones; tampoco es que Alberto se va a llevar el Gobierno a la mesita de luz, eso sería incorrecto. El gobierno es nuestro” El presidente, en su carácter de abogado y, además, más cerebral, le contestó en forma de asignatura de Instrucción Cívica: “Yo no soy el dueño del gobierno, nadie es dueño del Gobierno” Asimismo, soportamos la astucia política de Cristina, para aceptar impasibles como partía el bloque del Senado, y se quedaba con un lugar más en el Consejo de la Magistratura. Un inusitado, inteligente y audaz ardid especulativo. Un pasito adelante de Cristina que no ceja en su finalidad de controlar la Justicia.  Lo dijimos; a la señora le preocupa la Justicia. En medio de este lodazal de conjuras contra la presidencia, Alberto Fernández a fines de abril, en la CAME, les señaló que “El crecimiento es muy grande, la recuperación del empleo es real, el consumo crece” Tal vez se olvidó de aclarar que el empleo que crece irresponsable, es el empleo público. Y van a continuar canjeando votos por empleo.

Más no abandonemos los decires del señor Larroque, enlazados con la titularidad del gobierno. De a poco se van deschabando y sacando a relucir sus furtivos y disimulados ideales, copiados, por cierto, ya que son asumidos por conveniencia y por herencia. Entonces, sondeamos en la historia que conocimos y preguntamos: ¿Y, cuando el gobierno no fue de ellos?, cuando no dejaron su estampa en el orden moral constitucional, su impronta dominante. Cuando creen que empezaron a ser “dueños absolutos del gobierno”. Tienen fechas para elegir; fue en el ’55 con el primer mandato del General Perón; o mejor, en el ’60 y ’70, con la premisa revolucionaria de una muchachada creída que bastaba con la bizarría guerrillera para cambiar y apoderarse de Argentina. Esa “patriada” constó de muertos de uno y otro lado que aún el pueblo argentino llora y de cuyos funestos resultados el país todavía no se repuso. Tal vez, prefieran el período del año’83 y subsiguientes, con la apertura y la recuperación de la Etapa Democrática. Esa fecha es un punto neurálgico en el novel ciclo administrativo.  El magnicidio de los años anteriores, lo pagó en mayor medida el Estado represor; la fracción subversiva eludió grandes irresponsabilidades y se encaramaron en la política republicana.  Aún perviven en el gobierno, con sus cargos de relevancia, como si nada hubiese pasado. En síntesis, hoy, prosiguiendo con su sistemática política desequilibrante, comenzó a rodar el sentimiento de: “La crisis que ya huele a golpe de Palacio” pero, con un talante distinto. Se manifiesta por un intenso malestar entre los integrantes del gobierno; Cristinismo versus Albertismo. Los “dueños” de la Argentina no han cambiado. Son los mismos que causan las miserias y corrupción que ahoga a la ciudadanía que ahora se queja, no obstante, les ha permitido representar (?) la voluntad popular durante un tiempo más que suficiente. Pues entonces; debemos felicitar al señor Larroque; sin cuestionar los medios utilizados para concretarlos, SIEMPRE EL GOBIERNO FUE DE ELLOS. Y no tuvieron que trabajar horas extras para lograrlo, fuimos nosotros, el pueblo, quien hizo la vista gorda y les firmó el boleto de compra venta. La incertidumbre que nos atosiga pasa por saber si nos engañaron o, por crédulos nos dejamos embaucar.

“Hay que hacer creer al pueblo que el hambre, la sed, la escasez y las enfermedades son culpa de nuestros opositores y hacer que nuestros simpatizantes se lo repitan en todo momento. …Toda propaganda debe ser popular adaptando su nivel al menos inteligente…”

(Joseph Goebbels)

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La inflación es mala para cualquiera que trabaje o arriesgue capital. Cuándo se logra extremarla y falta la comida se hará presente el viejo refrán “Dame pan y llápame tonto” Cuando eso ocurra, el individuo ya está en condiciones de aceptar las migajas por hambre, no por ser un vago, un haragán o un estúpido. Consiguieron comprarle la conciencia y arrancarle la dignidad. Creemos en un plan perfectamente orquestado, con esos fines, fabricar los votos que de otra manera no podrán obtener. Obligar a la gente a pedirles un “cacho de pan”, reducirlos a que vean en los impiadosos la única alternativa para sufrir menos.  La inflación no se arregla aumentando el gasto público; y eso es, precisamente, lo que el gobierno hace. El crecimiento de gastos que origina la inclusión de empleados públicos innecesarios, es gigantesco. El 29/12/22, las noticias decían “En acuerdo con la oposición de Juntos por el Cambio, el Frente de Todos logró hacer avanzar el cálculo de recursos y gastos del gobernador Axel Kicillof, que tiene como uno de los datos más relevantes la incorporación de 25.450 cargos en el Estado provincial” La mayor distribución iría a la Dirección General de Cultura y Educación y al Ministerio de Seguridad de Sergio Berni. Inmunes bajo el acuerdo de que el gobernador debía disponer de su propio presupuesto, fue aprobado. (La Nación”) Una información del 27/4/22 daba cuenta que “…los cargos políticos se duplicaron durante la gestión Kicillof” En el año 2019 eran unos 800, Kicillof “tiene más de 1.700 cargos de subsecretarios y directores en el Estado” (Clarín) El artículo antedicho es largo y abunda en detalles referentes al lugar que ocupan los nuevos funcionarios. La averiguación no nos aclara si esa repartición incluye el cargo de Director Provincial de Población, recién ocupado por nuestro vecino, el señor Guillermo Santellán. Bueno, a esta altura de los acontecimientos, un sueldo más, da igual. Estos sueldos no guardan relación alguna con la cola de personas que vemos en Anses para solicitar un Bono de Refuerzos de Ingresos de 18.000 pesos.

El plan a que nos referimos tiene fundamento en este fomentar de la pobreza. Cuanta más pobreza, más cargos públicos. Y falta un año y pico para las elecciones. Mucho tiempo como para dar vuelta la intención de voto negativa que registran las encuestas actuales.

Dos cosas antes de concluir con este espacio, que revelan la preocupación del kirchnerismo por nosotros. 1) El Instituto Patria, organismo rector de Cristina Kirchner y La Cámpora, hace una invitación para “el lanzamiento del Comité Argentino Lula Presidente 20222” a efectuarse en Brasil este año: 2) “La Cámara de Apelaciones de General Roca desestimó un recurso y dejó firme una sentencia que obliga a las Fuerzas Armadas a ceder 180 hectáreas a una comunidad mapuche, ubicadas a pocos kilómetros de Bariloche” (mapu=tierra – che=gente).

De igual modo que opinaba el amigo Goebbels, opinan nuestros gobernantes. La culpa de todo lo que pasa en la Argentina, la tiene la oposición

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