Cristina Fernández y su reaparición pública: “El décimo default no es una fantasía demasiado lejana”


“El décimo default no es una fantasía demasiado lejana”, opinó este mediodía la expresidenta Cristina Fernández, al participar del Encuentro de la Cultura Popular realizado en el Barrio Saldías, en Buenos Aires. En el acto, donde volvió a hablar en público tras varios meses, se celebró tanto “el nacimiento de la Patria” como el aniversario número 22 de la asunción de Néstor Kirchner. En su reaparición, también se refirió a la interna del peronismo, en medio de las tensiones con el gobernador Axel Kicillof y tras las recientes elecciones en la Ciudad.

La exmandataria destacó la figura de su esposo y el aporte cultural de su propia gestión. Y en ese tren, apuntó directamente contra la administración de Javier Milei: “¿Se dieron cuenta de que estos tipos no construyeron nada? Ni una puta escuela, ni un puto edificio, nada. Les cambian el nombre, su única obra es cambiarle el nombre a lo que otros hicieron. Qué mediocres, qué chatos. Generadores de cultura, de acá. ¿Quién se va a acordar de estos tipos en 20 años?”, ironizó.

Fernández evocó además el contexto del ascenso de Kirchner: “Fue hijo del default” de 2001, “el más grande de la historia”. Y comparó la política económica actual con la del ministro José Alfredo Martínez de Hoz durante la dictadura: “No había sindicatos, no había partidos políticos, no había protestas y al que hacía algo se lo llevaban, y al que no hacía, también. Y sin embargo, a pesar de no tener oposición, fracasó”.

Según su análisis, “el principal problema” del actual Gobierno es “que no tiene dólares”, y señaló que para disimular esa carencia, “sigue largando bombas de humo para que discutamos cosas que pasan al olvido”. En esa línea, se preguntó si alguien recordaba el Pacto de Mayo, firmado en julio, y lo comparó con “lo que están haciendo ahora”. También criticó con sarcasmo al ministro de Economía: “Escuchame, un pastelito está dos lucas, ¿qué te pasa?”

“El consumo se ha ido al corno y no lo pueden repuntar. Como no quieren emitir para comprar dólares, porque saben lo que pasa, es notable. Este sostenimiento que se está haciendo posiblemente hasta las elecciones próximas, tiene que ver con un nivel de endeudamiento formidable. Creo que de seguir, el décimo default no es una fantasía demasiado lejana”.

La expresidenta analizó el impacto simbólico de la motosierra como recurso narrativo: según explicó, permitía identificar a “los odiados y rotos de la pandemia, los que fueron a un hospital a pedir turno y no los atendieron”, pero consideró que “ese horrible instrumento” ya no tiene la misma eficacia, porque ahora “entró en la casa de las grandes mayorías, los jubilados, empleados en relación de dependencia que no llegan a fin de mes”.

Al referirse a las elecciones legislativas de CABA, Fernández apuntó: “Vimos en la última elección cómo en barrios populares donde Milei había ganado en la primera vuelta del año 23, ahora perdió. ¿Saben por qué perdió? Porque es donde primero impacta la crisis. Ya no se puede pagar el pintor, el plomero, el jardinero, nada. Este modelo le sirve a un 30% de la población; el otro 70% queda afuera. No impacta de golpe, es progresivo. Y vimos que en esos barrios populares perdió y nosotros ganamos, pero hubo gente que no salió a votar. Pareciera que aquellos que votaron a Milei tampoco quieren volver a nosotros y tenemos que preguntarnos el porqué”.

En ese marco, cuestionó también la histórica postura del peronismo sobre la protección industrial, porque “muchas veces no redundaba en mayor inversión”, y subrayó que en el contexto actual “la única manera de competir es con innovación tecnológica”. Como ejemplo, resaltó el éxito internacional de la serie El Eternauta. “Quiere decir que cuando uno tiene algo para ofrecer que vale, que tiene valor, el inversor es extranjero pero no es estúpido”, señaló.

En el tramo final de su discurso, Fernández dejó un mensaje dirigido a la interna peronista y al futuro del espacio: “Tenemos que dejar de ser militantes electorales para volver a ser militantes políticos. Esto requiere capacidad de análisis, poder ver más allá de la próxima elección y, fundamentalmente, dejar de lado las mezquindades y los egos. La fragmentación deviene cuando no hay debate, cuando hay debate, nunca hay fragmentación, hay síntesis. Cuando hay tanto grupo, tanta cosa suelta, es porque lo único que hay es discusión de egos y mezquindades”, advirtió. (DIB) GML

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