Duro documento del PO y la UJS por la sesión trunca del Boleto
La suspensión de la sesión del Concejo Deliberante de Olavarría que debía debatir sobre el veto del intendente Galli a la ordenanza de Boleto Estudiantil Gratuito (BEG) dejó mucha tela para cortar. Principalmente, permite sacar conclusiones de fondo para orientar mejor la lucha de la juventud e iluminar el conjunto de las luchas populares en un marco creciente de movilización para enfrentar el ajuste, los despidos y tarifazos.
La sesión no se realizó porque una patota de la UTA se atrincheró adentro del recinto, con trabajadores municipales, de prensa y algunos concejales como rehenes. El argumento en que insistía el dirigente local de la UTA, Arturo Silveyra D’ávila, fue el de “cuidar las fuentes laborales”. Estas palabras carecen de cualquier fundamento porque el BEG promovería un mayor uso del transporte público para lo cual las empresas deberían poner a funcionar más unidades. Pero no sólo eso: esta falacia es una verdadera sinvergüenzada por parte de quien hizo despedir a choferes que intentaban organizarse para presentar una lista opositora. Como buen burócrata, cuida su quintita y exhibe la “defensa de los trabajadores” sólo cuando los patrones lo demandan.
Habiendo sobrados motivos para impulsar un paro por las condiciones en que día a día trabajan los choferes y viajan los usuarios (unidades que se quedan paradas en la calle, puertas que no cierran ante el frío, malas condiciones de higiene), la UTA paró con la finalidad de defender el interés de las empresas concesionarias del transporte. Los empresarios son los reales opositores al Boleto Estudiantil: la gerenta de Nuevo Bus estaba junto a la patota impidiendo la sesión. Cuando D’ávila dijo que “esta ley no existe en ningún lado” expuso el temor de patrones y burócratas a que se imponga un derecho de la juventud estudiantil por sobre el negocio que comparten. Recordemos los millonarios subsidios que reciben y la altísima tarifa que cobran.
Los más de 200 jóvenes y trabajadores que se movilizaron con la Coordinadora por el Boleto supieron diferenciar muy bien que aquí no existió una movilización genuina de los colectiveros: algunos de estos (presionados para parar) se acercaban a decir que tienen hijos estudiando. Entre los manifestantes se cantaba “se va a acabar la burocracia sindical”, una necesidad imperiosa de los trabajadores en los tiempos que corren. Mención aparte merece La Cámpora, que se movilizó por su cuenta para llevar al extremo la paralelización que viene intentando del reclamo; no sólo se expresó con una fuerza marginal, sino que quedó al lado de la burocracia de la UTA.
Quedó expuesta con suficientes pruebas la existencia de una zona liberada (tanto por la policía local como por la bonaerense) para el accionar patoteril de la burocracia sindical. La responsabilidad política es clara y directa: tanto el intendente como la gobernadora Vidal se oponen al Boleto Estudiantil. Hubo una maniobra conjunta entre el gobierno, las empresas de transporte y la UTA; en este sentido, el silencio de los concejales de Cambiemos otorga.
El eseverrismo, la primera minoría en el Concejo, exhibió una “impotencia” lamentable. Deberían hacerse cargo de su responsabilidad en que el HCD no haya sesionado ante un tema tan importate. Siendo que detentan la presidencia del Concejo y que la UTA ya se apostaba en la entrada al recinto tres horas antes, la sesión se podría haber garantizado por otros medios. Su accionar fue dilatorio y aún más su solución: volver a sesionar dentro de una semana.
Este episodio demuestra que la aprobación del BEG en Olavarría sienta un precedente a nivel provincial que preocupa y golpea a la alianza entre empresarios, burócratas y políticos patronales. Su aprobación e implementación sería un principio de derrota para el ajuste.
Esto mismo impone una mayor responsabilidad a las organizaciones y estudiantes que luchan. El reclamo por el Boleto Educativo está en ascenso y se ha vuelto una necesidad ante el tarifazo por decreto. La movilización es cada vez mayor (este miércoles los movilizados lo hicieron por medios propios, no hubo colectivos) y se pliegan a ella los trabajadores de la educación: ATE y Suteba participan y vienen reclamando un Boleto Educativo que los incluya. La fuerza de la Coordinadora como motor del reclamo se explica en su independencia política de los ajustadores. Organicemos con mayor amplitud el movimiento convocando a más centros de estudiantes y organizaciones vecinales, sociales, políticas y sindicales. Derrotemos el ajuste y el veto de Galli. Vayamos por el Boleto Estudiantil y organicemos la lucha por todos los reclamos: contra el aumento, por que los recorridos lleguen a todos los barrios, por un transporte público accesible y de calidad.
Partido Obrero – Unión de Juventudes por el Socialismo Olavarría
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