El Popular: La empresa los desprecia y los trabajadores no abandonan sus puestos de trabajo

Están en estado de Asamblea Permanente.

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Trabajadores y trabajadoras de El Popular resolvieron, este sábado, la declaración de Asamblea permanente frente al desprecio de la empresa dueña del Multimedio.

La APO, Asociación de Periodistas de Olavarría, confirmó e informó la medida.

El jueves 11 de julio las trabajadoras y trabajadores de El Popular en Olavarría adheridos a Fatpren dicen, «nos declaramos en estado de asamblea permanente y movilización ante la demora en los pagos de sueldos del mes de junio y del aguinaldo» y agregan, «desde ese día y todos los días realizamos asambleas en distintos turnos, y se definió su continuidad hasta el cumplimiento por parte de la empresa de los salarios adeudados».

Describen en un comunicado, «la grave situación que atravesamos respecto del pago de sueldos es reiterada desde hace años y afecta a quienes nos desempeñamos en El Popular Medios: canal, radio, web y diario impreso. Hace varios años el pago comenzó a abonarse en forma desdoblada en tres cuotas que además fueron estirando sus plazos, razón por la cual terminamos de percibir el sueldo completo a fin de mes. En ocasiones -como este mes de julio-, la primera cuota llega después del 10 del mes, imposibilitando con esto poder afrontar el pago de servicios y cuentas que vencen en esa fecha».

Dice la comunicación difundida, «en cuanto a los dos medio aguinaldos que se abonan cada año, la situación también es la misma: llegan con atrasos (en ocasiones meses después) y en cuotas» frente a esto expresan, «tampoco tenemos previsibilidad porque nunca se transmitió desde la parte empresarial un cronograma de pagos, con reiterados pedidos por parte de la Asociación de Periodistas de Olavarría (APO) para que estipulen fechas de pago que permitan a los trabajadores planificar sus economías familiares».

Ante el desprecio de la empresa dicen, «por contrapartida, las trabajadoras y trabajadores de El Popular Medios continuamos realizando nuestra tarea diaria, con compromiso y responsabilidad; y una sobrecarga de actividades producto de puestos de trabajo que se han ido perdiendo a raíz de esta política de desgaste, y que nunca fueron reemplazados. En un país con alta inflación y con salarios que han ido perdiendo poder adquisitivo en los últimos años, sumado a esta metodología de cobro es imposible sostener nuestras economías domésticas».

Todo se resumen en una contundente frase, «estamos hartos».