Juicio La Huerta; Eduardo Santellan en primera persona


Fuente: Movimiento Mayo Provincia

El pasado 8 de Abril declaró Eduardo Santellán en la 4ta audiencia del Juicio La Huerta. Se trata de un proceso que juzga crímenes de lesa humanidad cometidos en centros Clandestinos de Detención y Exterminio de Tandil, Olavarría y Azul. Es la tercera vez que Eduardo testifica sobre su secuestro y detención para aportar a la lucha por Memoria, Verdad y Justicia.

En 1977 Eduardo fue secuestrado a los 19 años de edad por miembros de la Fuerza Aérea.

Recién había terminado el secundario y se encontraba haciendo el Servicio Militar Obligatorio. Había militado en la UES de Olavarría y él como tantos otros jóvenes que soñaban con un país más justo fueron víctimas del terrorismo de Estado.

Estuvo desaparecido durante varios meses y luego fue sometido a un “Consejo de Guerra”. Estos consejos eran tribunales militares que, en la última dictadura, acusaban y juzgaban a civiles a través de la figura del delito político. Los acusados eran condenados severamente sin fundamentos válidos ni pruebas objetivas.La libertad de Eduardo va a estar a partir de ese momento en manos de los represores.

Fue preso político durante 5 años y llegando al fin de la dictadura intentaron extorsionarlo para que firme un arrepentimiento.

Pero él y sus compañeros se negaron: “Seguiremos presos, pero nosotros no vamos a firmar nada”. Sabían que firmar ese arrepentimiento era darle la razón a los genocidas y no estaban dispuestos a hacerlo.

Luego de la Guerra de Malvinas y el debilitamiento de la dictadura, Bignone hizo una conmutación de la condena de muchos presos políticos, por lo que salió en libertad.

El día que recuperó su libertad los militares lo amenazaron de muerte “Ojo con lo que van a decir, porque esta vez los vamos a matar”.

Cuenta Eduardo, que le tocó regresar a una sociedad “impregnada por el discurso del poder” que los consideraba como “terroristas”.

“Fue muy difícil conseguir trabajo en ese contexto, por suerte hubo algunos vecinos que tuvieron una actitud muy digna y pude volver a trabajar”.

Eduardo fue empleado de comercio y participó en la conformación de la primera CTA de Olavarría junto a compañeres de Suteba con los que tiene una relación de mucho afecto y compañerismo.

Militó en el PJ y llegó a ser concejal. Sin embargo, tras los indultos del gobierno de Menem, Eduardo renuncia a su cargo.

Las leyes de Obediencia Debida, Punto Final, y los Indultos fueron un retroceso en la lucha por la memoria verdad y justicia que duró hasta que se declaró su nulidad en 2003.La complicidad de civiles e integrantes de la Iglesia con la dictadura resuena fuerte en los recuerdos de Eduardo.

Tiene en su memoria muy presente la estrecha relación que tenía el cura Hugo Batelli, capellán de la Base Aérea Tandil, con altos mandos del ejército.

El cura Batelli tenía a su cargo un hogar de ancianos donde eran enviados los conscriptos a hacer tareas de mantenimiento y limpieza. Hubo un episodio en el que, tras el secuestro de un empleado del hogar de ancianos, escuchó como uno de los militares le decía al cura: “Acá el ejército es como un León Padre, y si le tocan el culo muerde. Y todos estos que andan jodiendo, ahora están mirando los rabanitos desde abajo”.Lejos de rechazar semejante afirmación, el cura mantenía una postura de justificación de las atrocidades que hacían los militares en aquel entonces.

Eduardo fue durante muchos años parte del Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (INAES), desde donde colaboró en la conformación de la Mutual Moreno que agrupa a los docentes de Suteba en Olavarría. Con la llegada del gobierno de Mauricio Macri el INAES fue vaciado como tantas otras instituciones donde las políticas públicas apuntaban a la distribución de los ingresos.

Hoy Eduardo es un militante activo. Apasionado de la economía social y popular participa de proyectos productivos cooperativos. Él sostiene que no solo hay que apoyar estos proyectos, sino verlos como una salida política.

Cree que podrían fortalecer al Estado frente a los oligopolios que jaquean gobiernos por la fuga de divisas, el tipo de cambio o los aumentos de precios.

“Si el campo popular no se empodera desde lo económico no vamos a poder ganarles la batalla.”

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