Montoya Carlotto: «Hay alguien a quien le conviene que nos veamos verdes o azules y amarillos o no amarillos»


 

Horas después de confirmarse que era nieto de Estela de Carlotto, Ignacio Montoya Carlotto respondía “para sacarse de encima la respuesta”, como el mismo dice, que su “militancia era estética”. Han pasado años, han surgido viajes, han llegado reconocimientos y él siguió firme en el camino de la música después del vendaval que significó enterarse que era hijo de desaparecidos y, algo no menor, nieto de la Presidenta de las Abuelas de Plaza de Mayo.

Ahora, por primera vez en su carrera musical, fue nominado a los Premios Carlos Gardel. Se trata del reconocimiento más importante de la Argentina que entrega la industria discográfica. La nominación llegó gracias al disco Todos los nombres, todos los cielos que grabó con Ignacio Montoya Trío y que además presentó para ingresar a los Grammy Latino. Hoy dice “viste que al final era músico y no tenía que ser otra cosa. Hay un momento que el profesional que le gana al personaje del nieto”, fue la frase que eligió en una entrevista que brindó al programa Radioaficionado que se emite por Radio Universidad.

Durante la extensa charla Montoya Carlotto reflexionó sobre la violencia que se vive en la sociedad actual y además caracterizó a la grieta.

“Cuando aparecí como nieto de Estela, no como ustedes que me conocían como Ignacio Hurban, había una serie de expectativas puestas en ese nieto que iba a hacer muchas cosas, cosas que muchos me las siguen reclamando”, dice Montoya Carlotto contextualizando aquella frase sobre su militancia y la música.

Hoy parece haber encontrado la respuesta y los argumentos para afirmar “mi militancia es la estética” y lo explica: “yo creo que el mundo se cambia con el arte. Los verdaderos cambios tienen que ver con la educación, no desmerezco la actividad política. Pero lo que pasa dentro de la estructura tiene que ver con esto. Ahora yo aprendí la respuesta y lo puedo decir”.

Luego explicó un poco más el episodio que denunció semanas atrás y que sucedió tras brindar un show en Yapay, cuando fue increpado por un sujeto que lo tildó de macrista. “Sucedió una agresión que sufrí, que me ha sucedido muchas veces y seguramente me suceda alguna vez más. Esta persona me acusaba de macrista porque no me veía en las marchas. Lo que sucedió, primero, fue que no se desactivó rápidamente. Estaba en un espacio público y los dueños no pudieron reaccionar de la forma que yo hubiera esperado. Yo me sentí realmente muy mal y si queres cometí el error de publicarlo. Me sentí vulnerado y abandonado y no pude reaccionar como tenía que reaccionar”.

Luego, ya entrando mas de lleno a vivir en la grieta, cuenta “a mí me ha pasado muchas veces, pero la gente del lugar – Yapay –  no se hicieron responsables de ese acto de violencia en su lugar.”

Más adelante contó que desde que recuperó su identidad  “la mayoría de la gente te trata bien, después hay estúpidos en todos lados. Hay cuestiones violentas que a veces se van al carajo. Es la primera vez que me podía haber pasado algo grave”

“Yo lo vivo con el “cuentaviolentometro” desde el 2014 para acá, eso es una realidad que yo lo vivo y desde muchos lados. Suponiendo que hubiera dos lados desde muchos lados. Eso implica un estado de convulsión violenta que se vive en la sociedad y no se puede resolver. Estamos en una instancia en que hay alguien a quien les conviene que nos veamos verdes o azules y amarillos o no amarillos. Eso a alguien le está conviniendo y nosotros le hacemos todo el laburo, inconscientemente, no tenemos forma de salir de ahí ”, señaló.

Más adelante consideró “esa grieta es algo que no viene de acá, sino que viene de hace un montón.”

Luego, sobre el final, recordó un viaje junto a Liliana Herrero a Ushuaia en momentos en que viajaban para conmemorar un aniversario del Golpe Cívico y Militar: “mira nene en tu espalda descansa una cuestión irresuelta de toda la argentina.”

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