Por “abuso sexual” detuvieron al hermano de Griselda Altamirano, líder de la 1 de octubre

En Azul.


Fuente y foto: Diario El Tiempo

El lunes pasado, personal de la DDI Azul, detuvo al hermano de la líder del movimiento 1 de Octubre a quien acusan de “Abuso sexual gravemente ultrajante y abuso sexual con acceso carnal”.

La detención había sido ordenada en el marco de la instrucción de una causa penal donde el hombre que ahora está preso figura acusado de haber abusado durante varios años y en reiteradas oportunidades de una menor de edad.

Voceros allegados a la instrucción de ese sumario penal citados por el diario El Tiempo confirmaron que el detenido e imputado es Matías Leonardo Altamirano, hermano de Griselda Altamirano, la principal referente del movimiento social “1° de Octubre”.

De 37 años de edad, los mismos voceros precisaron que el hombre que ahora está preso es oriundo de la localidad platense de Gonnet y propietario de una pequeña empresa dedicada a la construcción, actividad a través de la cual se encuentra radicado en Azul desde hace alrededor de tres años, luego de que con anterioridad había estado residiendo también en San Bernardo.

El martes por la mañana el acusado de este caso de abuso sexual había sido trasladado a los tribunales de Azul para ser indagado por estos ilícitos.

En esa audiencia desarrollada en sede judicial, asistido por el abogado que como Defensor Particular lo patrocina en la causa penal por la que está privado de la libertad el hombre declaró; negando los cargos que pesan sobre él y por los que se había hecho efectiva su detención hace dos días.

El sumario penal relacionado con estos hechos de abuso sexual que le imputan a Altamirano se instruye desde la UFI 13 que está a cargo del fiscal Adrián Peiretti.

Federico Barberena, el titular del Juzgado de Garantías 2, había sido el magistrado que ordenó la detención del acusado. Ese Juez dispuso también que fuera allanado el inmueble donde el lunes por la tarde el presunto abusador resultó arrestado.

De esa manera, una propiedad ubicada en Villa Piazza Centro de Azul, sobre la calle Misia Barranco, se convirtió en el escenario de la diligencia llevada a cabo por personal policial.

Además de hacerse efectiva esta detención, el procedimiento tenía como objetivo “llevar a cabo una inspección ocular y toma de fotografías” de la vivienda donde reside el acusado, teniendo en cuenta que en ese lugar habrían sucedido varios de esos episodios de abuso sexual en perjuicio de la menor de edad que le atribuyen en carácter de autor a Altamirano.

Abusada

En la investigación penal que se lleva adelante se menciona que el encausado abusó de su víctima desde 2012 hasta agosto del año pasado. También, que esos hechos comenzaron a suceder cuando la menor tenía unos 12 años de edad.

Además de la propiedad donde el imputado resultó detenido en Azul, en un principio una casa ubicada en la ciudad balnearia de San Bernardo fue otro de los lugares en que el hombre que ahora está preso cometió estos abusos.

La totalidad de esos hechos -se sostiene desde la Acusación y se refiere en la causa- eran cometidos por Altamirano “aprovechando la situación de convivencia” con la menor y “abusando de una relación de dependencia y autoridad respecto de la víctima”. Además, “por su duración y circunstancias de realización” configuraron “un sometimiento sexual gravemente ultrajante” para la chica.

Una vez denunciada la existencia de estos hechos desde el entorno familiar de la menor e iniciada la investigación penal por la que el presunto abusador ahora permanece detenido, en el marco de esa causa que se continúa sustanciando le había sido tomada una declaración a la chica, testimonio recibido en sede judicial a través de la Cámara Gesell y a modo de “anticipo extraordinario de prueba”.

A través de su versión -y también de dichos de más personas convocadas para declarar en esta Investigación Penal Preparatoria- fue posible conocer la manera en que era sometida a estos abusos por parte del imputado, los cuales incluyeron que en varias ocasiones la accediera carnalmente.

Para el Juez que ordenó la detención del hombre investigado, como uno de los elementos principales para hacer efectiva esa medida de coerción figuró lo declarado por la chica, a lo que el magistrado a cargo de Garantías 2 definió como un testimonio dotado de un “elevado estándar convictivo” y al cual sostenían, para hacerlo creíble, las versiones de diferentes testigos que también fueron citados para brindar sus dichos con relación a estos hechos de abuso sexual.

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